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==Al Ándalus==
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==Spania visigoda==
Destaca la figura de Almanzor, quien en [[997]] consiguió llegar hasta Santiago de Compostela gracias a un original planteamiento logístico: llevó a su [[caballería]] por tierra y a su [[infantería]] por mar desde Setúbal a Oporto. Tras la muerte del genial caudillo, los [[caballero|caballeros]] peninsulares se enfrentaron con muy diversa suerte a las sucesivas invasiones musulmanas que se fueron sucediendo: almorávides, almohades, benimerines. <br />
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Belisario decía de los visigodos que solo sabían emplear la [[lanza]] y la [[espada]], y aunque eran imbatibles en el cuerpo a cuerpo, se mostraban ineficaces frente a [[jinete]]s armados con [[arco]]s que les obligaran a combatir a distancia; de ahí que fuera tan fácil inducirles a lanzarse a una [[carga]] inoportuna.
  
Once años antes de la [[batalla de Dorilea]] 7.000 [[jinetes]] almorávides mandados por Yusuf derrotaron en la [[batalla de Zalaca]] ([[1086]]) a Alfonso VI de Castilla, envolviéndolo por las [[ala|alas]] tras resistir su primera [[carga]]. Once años después de [[batalla de Dorilea|Dorilea]], otro [[ejército]] musulmán mandado por Miramamolín Yaqub venció al infante D. Sancho en la [[batalla de Uclés]] ([[1108]]), empleando la misma [[táctica]].<br />
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Pese a ello, la importancia de su [[caballería]], que había quedado patente por las derrotas de Valente y Atila, adquirió carta de naturaleza cuando entraron en Hispania para expulsar a suevos, vándalos y alanos. Las [[hueste]]s godas se articulaban en grupos de 10, 100, 500 y 1.000 [[caballero]]s, mandados respectivamente por ''decanos'', ''centenarios'', ''quingentarios'' y ''thiufados''. Por encima de ellos se situaba el ''dux'' ([[duque]]), aunque el [[jefe]] de la [[caballería]] conservaba el nombre latino de ''comes stabulari'', de donde proviene el título de [[conde]].
  
==La reconquista==
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Su [[armamento]] principal era la [[lanza]] y empleaban para el cuerpo a cuerpo el ''scramax'' ([[espada]] corta) y la ''francisca'' ([[hacha]] de doble filo). Como defensa llevaban la ''[[loriga]]'' ([[armadura]] hecha de láminas de acero pequeñas e imbricadas) y una ''caetra'' ([[escudo]] redondo). Como debían montar [[caballo]]s de gran alzada y valor, era normal que el rey les concediese tierras en estipendio para mantenerlos, lo que daría origen a un sistema protofeudal.
Durante la [[Medievo]] no había [[ejército]] permanente, por lo que a cada [[batalla]] acudía la [[hueste]] real y las [[mesnada|mesnadas]] de los señores feudales. Cada [[mesnada]] se articulaba en un número variable de [[compañías]] o [[bandera|banderas]], y estas en un centenar de [[lanza fornida|''lanzas fornidas'']], la mínima [[unidad]] de empleo compuesta por:
 
* Un [[caballero]] u [[hombre de armas]], con [[armadura]] de punta en blanco y [[lanzón de ristre]], montaba un [[corcel]] de [[guerra]] ''a la brida''.
 
* Un [[paje]], responsable de transportar el resto de la [[panoplia]] ([[montante]], [[mangual]], [[hacha]], [[escudo]]) en un [[palafrén]] de ''dobladura''.
 
* Un [[escudero]]<ref>Lejos de ser el portador del escudo, era un joven procedente de la baja nobleza que aprendía la carrera de las armas de la mano de su señor hasta obtener un señorío con el que poder mantener su propia lanza.</ref>, armado con [[lanza]], [[adarga]] y [[cota de mallas]], que montaba ''a la jineta''.
 
* Varios [[arqueros]] o [[ballesteros]]<ref>El arco tenía mayor alcance y cadencia; la ballesta tenía mayor poder de penetración a distancias cortas, pero era muy lenta de recargar.</ref>, con protecciones ligeras y que combatían indistintamente a pie o a [[caballo]].
 
  
Desde la desaparición de las [[legión|legiones]] romanas no existía en toda Europa [[infantería]] digna de tal nombre, reclutándose en caso de necesidad a [[peón|peones]] campesinos o villanos (laboratores), mal armados y peor protegidos. Una vez concluida la [[campaña]], regresaban a sus actividades económicas al servicio de los eclesiásticos (oratores) y [[caballeros]] (bellatores). Estos últimos no solo constituían el único núcleo profesional y permanente de los [[ejércitos]], sino también la elite social, pues monopolizaban todos los señoríos (castellanía, baronía, condado, marquesado, ducado), subordinados entre sí por vínculos vasalláticos.
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Realizaron frecuentes campañas dentro y fuera de la península Ibérica, y se sabe que en 671 enviaron 40.000 jinetes contra Nimes, por lo que Tarik debió enfrentarse con una poderosa [[caballería]]. Lejos han quedado ya los tiempos en los que todos los historiadores aceptaban sin rechistar la carga milagrosa de una [[caballería ligera]] árabe que en menos de 70 años conquistaba Arabia, Siria, Mesopotamia, Egipto, el Magreb e Hispania, para llamar a la puerta trasera del reino franco. Montgomery aseguraba que incluso con la [[logística]] del [[Ejército]] británico, esta hazaña resultaba prácticamente imposible de repetir, y aún hoy día se antoja irrealizable. En realidad, el fácil triunfo no se debió tanto a las [[arma]]s como a las luchas internas, las disensiones políticas y la división religiosa. El dominio bizantino sobre el norte de África y el Levante peninsular había levantado una fuerte corriente de protesta contra la imposición del dogma trinitario. De ahí que resulte plausible que el intransigente monoteísmo que preconizaba el Islam original encontrase numerosos adeptos entre dos pueblos de tradición arriana como eran los godos hispanos y el sustrato vándalo norteafricano, que indudablemente debió ejercer a su vez una fuerte influencia sobre las tribus bereberes tardorromanas.
  
A partir del siglo XV, las guerras civiles y las epidemias diezmaron esta aristocracia guerrera y permitieron a los monarcas concentrar el poder y las tierras. En adelante, los títulos nobiliarios se concederían a una nueva elite cuyo poder no residía en la fuerza militar sino en la económica. El pueblo llano apenas advirtió este cambio, pues siguió sometido a servidumbre hasta la Revolución francesa.
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File:Caballería visigoda.jpg|Caballería visigoda
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==Al Ándalus==
|[[File:lanza fornida siglo XIII.jpg|350px|thumb|center|<center>Lanza ''fornida'' en el siglo XIII</center>]]
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En 997 Almanzor consiguió llegar hasta Santiago de Compostela gracias a un original planteamiento logístico: llevó a su [[caballería]] por tierra y a su [[infantería]] por mar desde Setúbal a Oporto. Tras la muerte del genial caudillo, los [[caballero]]s peninsulares se enfrentaron con muy diversa suerte a las sucesivas invasiones musulmanas que se fueron sucediendo: almorávides, almohades, benimerines.
|[[File:lanza fornida siglo XIV.jpg|350px|thumb|center|<center>Lanza ''fornida'' en el siglo XIV</center>]]
 
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Durante las [[cruzadas]] nacieron en Tierra Santa las primeras [[orden de caballería|órdenes de caballería]]:
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En la batalla]] de Zalaca (1086) 7.000 [[jinete]]s almorávides mandados por Yusuf derrotaron a Alfonso VI de Castilla, envolviéndolo por las [[ala]]s tras resistir su primera [[carga]]. En la [[batalla]] de Uclés (1108), otro [[ejército]] musulmán mandado por Miramamolín Yaqub venció al infante D. Sancho empleando la misma [[táctica]].
* [[Orden del Santo Sepulcro|Santo Sepulcro]]
 
* [[Orden de Malta|Malta]]
 
* [[Orden del Temple|Temple]]
 
  
A su imagen y semejanza, nacerían otras órdenes durante la expansión germana por el espacio eslavo (Teutones, Livonios) y en la reconquista de Hispania al infiel. Estaban compuestas por monjes guerreros, aunando así el ideario caballeresco y las virtudes cristianas:
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[[File:1246 Jinetes nazaríes.jpg|500px|thumb|center|<center>Jinetes nazaríes</center>]]
* [[1158]]: [[Orden de Calatrava|Calatrava]].
 
* [[1170]]: [[Orden de Santiago|Santiago]].
 
* [[1175]]: [[Orden de Alcántara|Alcántara]].
 
* [[1201]]: [[Orden de San Jorge|San Jorge de Alfama]]<ref>Refundida en 1400 en la de Montesa.</ref>.
 
* [[1317]]: [[Orden de Montesa|Santa María de Montesa]].<br />
 
  
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==La reconquista==
|[[File:Caballero de Santiago.png|200px|thumb|center|<center>Caballero de Santiago (siglo XII)</center>]]
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Debido a las peculiaridades del territorio peninsular, sometido a frecuentes [[razia]]s, se vio pronto la necesidad de una [[caballería]] tan ágil como la árabe y de la que carecía Francia, que basaba todo su potencial en su gendarmería. Por otra parte, en España y Portugal abundaban los hidalgos procedentes de la [[nobleza]] villana, al contrario que en Europa, donde los únicos [[caballero]]s se formaban en los [[castillo]]s. Son, por tanto, mucho más libres y menos ricos. Además, en España es difícil encontrar [[caballero]]s capaces de mantener los dos [[arquero]]s, el [[ballestero]], el [[escudero]] y el [[paje]] que componen una [[lanza]] ''fornida''.
|[[File:Caballero de Calatrava.jpg|200px|thumb|center|<center>Caballero de Calatrava (siglo XIII)</center>]]
 
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Debido a las peculiaridades del territorio peninsular, sometido a frecuentes razias, se ve pronto la necesidad de una caballería tan ágil como la árabe y de la que carece Francia, que basa todo su potencial en su gendarmería. Por otra parte, en España y Portugal abundan los [[hidalgo|hidalgos]] procedentes de la [[nobleza]] villana, al contrario que en Europa, donde los únicos [[caballero|caballeros]] se forman en los [[castillo|castillos]]. Son, por tanto, mucho más libres y menos ricos. Además, en España es difícil encontrar [[hombres de armas]] capaces de mantener los dos [[arqueros]], el [[ballestero]], el [[escudero]] y el [[paje]] que componen una [[lanza fornida]].
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Todo ello determina la aparición en Hispania de dos tipos de [[caballería]] muy diferentes:
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* La [[caballería pesada]] europea, montando a la brida con [[estribo]]s largos en sillas gallegas de altos borrenes, como las que trajeron los cruzados al Camino de Santiago;
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* La [[caballería ligera]] árabe, montando a la jineta con [[estribo]]s cortos en sillas coceras, planas y sin [[borrén]] ideadas por los [[caballero]]s levantinos.
  
Todo ello determina la aparición en Hispania de dos tipos de [[caballería]] muy diferentes: la [[caballería pesada|pesada]] europea con sus [[mesnada|mesnadas]] de [[caballero|caballeros]] y [[escuderos]] [[monta a la brida|montados a la brida]] ([[estribo|estribos largos]]) y la [[caballería ligera|ligera]] árabe, con correrías fronterizas de [[guerrero|guerreros]] [[monta a la jineta|montados a la jineta]] ([[estribo|estribos cortos]]). De ahí se desprende la existencia en la península de dos tipos de [[silla]]: la gallega de altos [[borrén|borrenes]] que trajeron los [[cruzadas|cruzados]] al Camino de Santiago; y la cocera, plana y sin [[borrén]] que emplearon los [[caballero|caballeros]] levantinos.<br />
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Consecuencia de todo ello es el fraccionamiento de la [[hueste]] en profundidad, con dos escalones: el primero (avanzada) que va en ''algara'' y el segundo (zaga) que va en ''celada''. El [[combate]], normalmente diurno, se realiza mediante [[carga]]s sucesivas y [[retirada]]s rápidas, intentando descubrir el [[flanco]] vulnerable del [[enemigo]]. Se atribuye a [[El Cid]] la [[carga]] ''tornada'' o del revés, que cosechó grandes éxitos. En el poema de Fernán González se habla, por otra parte, de ''alcances'' o persecuciones de hasta medio día.
  
Consecuencia de todo ello es el fraccionamiento de la [[hueste]] en profundidad, con dos [[escalón|escalones]], el primero (avanzada) que va en ''algara'' y el segundo (zaga) que va en ''celada''. El [[combate]], normalmente diurno, se realiza mediante [[carga|cargas]] sucesivas y [[retirada|retiradas]] rápidas, intentando descubrir el [[flanco]] vulnerable del [[enemigo]]. Se atribuye a [[El Cid]] la [[carga]] ''tornada'' o del revés, que cosechó grandes éxitos. En el poema de Fernán González se habla, por otra parte, de ''alcances'' o persecuciones de hasta medio día.<br />
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Alfonso VIII de Castilla, que había sido derrotado en la [[batalla]] de Alarcos (1195) por los invasores almohades, se tomó la revancha en las Navas de Tolosa, el 16 de julio de (1212), en las proximidades de la localidad jienense de Santa Elena. Fue uno de los enfrentamientos bélicos más importantes de la reconquista, ya que abrió las puertas de Andalucía. Alfonso contó con el apoyo de Sancho el Fuerte de Navarra, Pedro II de Aragón, las órdenes militares y algunos cruzados francos. Lanzando por el centro a los [[caballero]]s castellanos y a las órdenes del [[Orden del Temple|Temple]], [[Orden de Malta|San Juan]] y [[Orden de Calatrava|Calatrava]], y reforzándolos cuando desfallecían, al tiempo que navarros y aragoneses destrozaban las [[ala]]s del califa almohade Muhammad an-Nasir, consiguió tomar el palenque enemigo y hacer una gran mortandad en la posterior persecución, que se prolongó durante 5 km.
  
Alfonso VIII de Castilla, que había sido derrotado en la [[batalla de Alarcos]] ([[1195]]) por los invasores almohades, se tomó la revancha en [[batalla de las Navas de Tolosa|las Navas de Tolosa]] ([[1212]]), donde contó con el apoyo de Sancho el Fuerte de Navarra, Pedro II de Aragón y algunos [[cruzadas|cruzados]] francos. Lanzando por el centro a los [[caballero|caballeros]] castellanos y a las órdenes militares de [[Orden del Temple|Temple]], [[Orden de Malta|Hospital]] y [[Orden de Calatrava|Calatrava]] y reforzándolos cuando desfallecían, al tiempo que navarros y aragoneses destrozaban las [[ala|alas]] almohades, consiguió tomar el [[palenque]] enemigo y hacer una gran mortandad en la posterior persecución, que se prolongó durante 5 km.<br /><br />
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| [[File:1212 Alfonso VIII en las Navas de Tolosa.jpg|center|300px|thumb|<center>Alfonso VIII de Castilla</center>]]
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| [[File:1212 Las Navas de Tolosa.jpg|center|300px|thumb|<center>Carga cristiana en las Navas</center>]]
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| [[File:1212 Pedro II en las Navas de Tolosa.png|300px|thumb|center|<center>Pedro II de Aragón</center>]]
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==Reyes Católicos==
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==Referencias==
Con la subida al trono de los [[Reyes Católicos]] la [[caballería]] española nació como [[arma]]. En primer lugar, la unificación de España provocó el nacimiento de un nuevo sentido de nacionalidad y el comienzo de la formación del Estado español. La [[caballería]] se integró en el gran [[ejército]] que se organizó para la expansión y la defensa de la nación, aunque estas misiones se confundirán primero con los intereses de la casa de Habsburgo y después con la de Borbón. En segundo lugar, la creación de las [[Guardas de Castilla]] en [[1493]] supuso la aparición de la primera [[unidad]] permanente del [[Ejército]] español.<br />
 
  
Anteriormente la [[caballería]] constituía el único componente profesional del [[ejército]] y estaba imbuida de las virtudes y defectos de sus equivalentes europeos, con la salvedad de que nunca llegó a abandonar del todo la movilidad por la protección. A mediados del [[siglo XV]] hicieron su aparición los primeros [[jinetes]] con armas de fuego, pero en grupos tan pequeños que solo cumplían misiones muy limitadas, dado lo difícil de su empleo. La formación en [[batalla]] se convirtió en una verdadera [[unidad]] [[táctica]], que tendió a hacerse diferente para cada tipo de [[caballería]], especializadas progresivamente en [[misión|misiones]] diferentes.<br />
 
 
En Italia, el [[Gran Capitán]] se adelantó a su tiempo en el aprovechamiento de los nuevos medios. Forjado y experimentado en la [[guerra de Granada]], fue el primero en aprovechar el progreso generalizado de las [[arma|armas de fuego]]. Sus vastas concepciones estratégicas, que le capacitaron para superar y vencer a [[ejército|ejércitos]] siempre más numerosos que el suyo, la organización de sus [[tropas]] y el modo de emplearlas en el [[combate]] fueron los elementos principales que sirvieron de base para el desenvolvimiento de la ciencia [[militar]] moderna. Esto no siempre ha sido reconocido por los historiadores militares extranjeros, salvo excepciones, entre las que cabe destacar al general Montgomery.<br />
 
 
El [[Gran Capitán]] transformó a los peones campesinos y villanos en una auténtica [[infantería]], organizándolos en [[compañías]] especializadas en diferentes [[armas]]. En primera línea formaban los coseletes, armados con [[espada]] y [[rodela]]. En la segunda se situaban los [[pica|piqueros]], que constituían el grueso de la [[unidad]]. A sus [[flanco|flancos]] se situaban los [[ballesta|ballesteros]], sustituidos progresivamente por [[arcabuceros]], encargados de hostigar al enemigo y dar protección al resto frente a la [[caballería]] [[enemigo|enemiga]].<br />
 
 
Como puede verse, introdujo una [[táctica]] eminentemente [[defensiva]] en la que la [[caballería]] solo realizaba misiones auxiliares, rompiendo así el concepto medieval. Pero frente a la falta de movilidad de la extranjera, la española no llegó a perderla del todo, como demostró la emboscada que tendieron sus [[hombres de armas]], mandados por [[Diego de Mendoza]], a la [[retaguardia]] francesa durante los preliminares de la [[batalla de Ceriñola]]. Tras la misma, cuando casi todo el [[ejército]] francés se encontraba vencido y desorganizado por la muerte de su [[general]], el [[duque]] de Nemours, la [[caballería pesada]] de [[Próspero Colonna]] persiguió al [[enemigo]] destruyéndolo por completo. En [[batalla de Garellano|Garellano]], la [[caballería ligera]] cortó el camino hacia Gaeta a las fuerzas francesas que se retiraban, lo que facilitó su destrucción y la conquista de esa plaza.<br />
 
 
[[Gran Capitán|Gonzalo de Córdoba]], que había sido [[capitán]] de una [[compañía]] de [[lanzas jinetas]], empleó más a estas últimas que a sus [[hombres de armas]], por lo que llegaron a ser más numerosos. Mientras la [[caballería pesada]] se empleaba para [[carga|cargar]] contra los [[pica|piqueros]] [[enemigo|enemigos]] y neutralizar a sus [[jinetes]], la [[caballería ligera|ligera]] se utilizaba para [[exploración|explorar]], prestar [[seguridad]] a los despliegues propios, realizar golpes de mano y [[persecución|perseguir]].<br />
 
 
Posteriormente, estas misiones pasaron a los [[arcabucero|arcabuceros a caballo]], mientras que los [[lanzas jinetas]] comenzaron a formar en línea con los [[hombres de armas]], a los que acabaron sustituyendo. Estos ya no eran invulnerables a las nuevas [[arma|armas de fuego]] y tampoco se mostraron capaces de desbaratar las [[fila|filas]] de [[pica|piqueros]], por lo que dejaron de ser una fuerza decisoria en las [[batalla|batallas]]. Por otra parte, su escasa movilidad les impedía prolongar las acciones, por lo que tendrían que haber dejado paso a fuerzas más ligeras. En lugar de eso, los [[hombre de armas|gendarmes]] europeos aumentaron sus [[armadura|armaduras]] en un intento desesperado de conservar sus privilegios y la tradición caballeresca.<br />
 
 
==Referencias==
 
 
===Notas===
 
===Notas===
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<references />
  
<references />
 
 
===Bibliografía===
 
===Bibliografía===
 
* Cahen, Claude. "El Islam hasta el Imperio Otomano". ''Historia Universal'', vol. 14. Siglo XXI. 1972.
 
* Cahen, Claude. "El Islam hasta el Imperio Otomano". ''Historia Universal'', vol. 14. Siglo XXI. 1972.
* Dhondt, Jan. "La Alta Medievo". ''Historia Universal'', vol. 10. Siglo XXI. 1971.
+
* Dhondt, Jan. "La Alta Edad Media". ''Historia Universal'', vol. 10. Siglo XXI. 1971.
 
* Flori, Jean. ''La Caballería''. Alianza Editorial. 1998.
 
* Flori, Jean. ''La Caballería''. Alianza Editorial. 1998.
* Le Goff, Jacques. "La Baja Medievo". ''Historia Universal'', vol. 11. Siglo XXI. 1972.
+
* Le Goff, Jacques:
* Le Goff, Jacques. ''La civilización del Occidente medieval''. Paidos. 1999.
+
** "La Baja Edad Media". ''Historia Universal'', vol. 11. Siglo XXI. 1972.
 +
** ''La civilización del Occidente medieval''. Paidos. 1999.
 
* Lión Valderrábano, Raúl y Juan Silvela Miláns del Bosch. ''La caballería en la historia militar''. Academia de Caballería. 1979.
 
* Lión Valderrábano, Raúl y Juan Silvela Miláns del Bosch. ''La caballería en la historia militar''. Academia de Caballería. 1979.
 
* Martín, José Luis. "La España medieval". ''Manual de Historia de España''. Historia 16, vol. 2. 1991.
 
* Martín, José Luis. "La España medieval". ''Manual de Historia de España''. Historia 16, vol. 2. 1991.
* Moxó, Salvador de. ''Historia Medieval de España''. UNED. 1989.
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* Moxó, Salvador de:
* Moxó, Salvador de. ''Repoblación y sociedad en la España Cristiana". Rialp. 1979.
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** ''Historia Medieval de España''. UNED. 1989.
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** ''Repoblación y sociedad en la España Cristiana". Rialp. 1979.
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Revisión actual del 22:51 18 may 2022

Spania visigoda

Belisario decía de los visigodos que solo sabían emplear la lanza y la espada, y aunque eran imbatibles en el cuerpo a cuerpo, se mostraban ineficaces frente a jinetes armados con arcos que les obligaran a combatir a distancia; de ahí que fuera tan fácil inducirles a lanzarse a una carga inoportuna.

Pese a ello, la importancia de su caballería, que había quedado patente por las derrotas de Valente y Atila, adquirió carta de naturaleza cuando entraron en Hispania para expulsar a suevos, vándalos y alanos. Las huestes godas se articulaban en grupos de 10, 100, 500 y 1.000 caballeros, mandados respectivamente por decanos, centenarios, quingentarios y thiufados. Por encima de ellos se situaba el dux (duque), aunque el jefe de la caballería conservaba el nombre latino de comes stabulari, de donde proviene el título de conde.

Su armamento principal era la lanza y empleaban para el cuerpo a cuerpo el scramax (espada corta) y la francisca (hacha de doble filo). Como defensa llevaban la loriga (armadura hecha de láminas de acero pequeñas e imbricadas) y una caetra (escudo redondo). Como debían montar caballos de gran alzada y valor, era normal que el rey les concediese tierras en estipendio para mantenerlos, lo que daría origen a un sistema protofeudal.

Realizaron frecuentes campañas dentro y fuera de la península Ibérica, y se sabe que en 671 enviaron 40.000 jinetes contra Nimes, por lo que Tarik debió enfrentarse con una poderosa caballería. Lejos han quedado ya los tiempos en los que todos los historiadores aceptaban sin rechistar la carga milagrosa de una caballería ligera árabe que en menos de 70 años conquistaba Arabia, Siria, Mesopotamia, Egipto, el Magreb e Hispania, para llamar a la puerta trasera del reino franco. Montgomery aseguraba que incluso con la logística del Ejército británico, esta hazaña resultaba prácticamente imposible de repetir, y aún hoy día se antoja irrealizable. En realidad, el fácil triunfo no se debió tanto a las armas como a las luchas internas, las disensiones políticas y la división religiosa. El dominio bizantino sobre el norte de África y el Levante peninsular había levantado una fuerte corriente de protesta contra la imposición del dogma trinitario. De ahí que resulte plausible que el intransigente monoteísmo que preconizaba el Islam original encontrase numerosos adeptos entre dos pueblos de tradición arriana como eran los godos hispanos y el sustrato vándalo norteafricano, que indudablemente debió ejercer a su vez una fuerte influencia sobre las tribus bereberes tardorromanas.

Al Ándalus

En 997 Almanzor consiguió llegar hasta Santiago de Compostela gracias a un original planteamiento logístico: llevó a su caballería por tierra y a su infantería por mar desde Setúbal a Oporto. Tras la muerte del genial caudillo, los caballeros peninsulares se enfrentaron con muy diversa suerte a las sucesivas invasiones musulmanas que se fueron sucediendo: almorávides, almohades, benimerines.

En la batalla]] de Zalaca (1086) 7.000 jinetes almorávides mandados por Yusuf derrotaron a Alfonso VI de Castilla, envolviéndolo por las alas tras resistir su primera carga. En la batalla de Uclés (1108), otro ejército musulmán mandado por Miramamolín Yaqub venció al infante D. Sancho empleando la misma táctica.

Jinetes nazaríes

La reconquista

Debido a las peculiaridades del territorio peninsular, sometido a frecuentes razias, se vio pronto la necesidad de una caballería tan ágil como la árabe y de la que carecía Francia, que basaba todo su potencial en su gendarmería. Por otra parte, en España y Portugal abundaban los hidalgos procedentes de la nobleza villana, al contrario que en Europa, donde los únicos caballeros se formaban en los castillos. Son, por tanto, mucho más libres y menos ricos. Además, en España es difícil encontrar caballeros capaces de mantener los dos arqueros, el ballestero, el escudero y el paje que componen una lanza fornida.

Todo ello determina la aparición en Hispania de dos tipos de caballería muy diferentes:

Consecuencia de todo ello es el fraccionamiento de la hueste en profundidad, con dos escalones: el primero (avanzada) que va en algara y el segundo (zaga) que va en celada. El combate, normalmente diurno, se realiza mediante cargas sucesivas y retiradas rápidas, intentando descubrir el flanco vulnerable del enemigo. Se atribuye a El Cid la carga tornada o del revés, que cosechó grandes éxitos. En el poema de Fernán González se habla, por otra parte, de alcances o persecuciones de hasta medio día.

Alfonso VIII de Castilla, que había sido derrotado en la batalla de Alarcos (1195) por los invasores almohades, se tomó la revancha en las Navas de Tolosa, el 16 de julio de (1212), en las proximidades de la localidad jienense de Santa Elena. Fue uno de los enfrentamientos bélicos más importantes de la reconquista, ya que abrió las puertas de Andalucía. Alfonso contó con el apoyo de Sancho el Fuerte de Navarra, Pedro II de Aragón, las órdenes militares y algunos cruzados francos. Lanzando por el centro a los caballeros castellanos y a las órdenes del Temple, San Juan y Calatrava, y reforzándolos cuando desfallecían, al tiempo que navarros y aragoneses destrozaban las alas del califa almohade Muhammad an-Nasir, consiguió tomar el palenque enemigo y hacer una gran mortandad en la posterior persecución, que se prolongó durante 5 km.

Alfonso VIII de Castilla
Carga cristiana en las Navas
Pedro II de Aragón

Referencias

Notas


Bibliografía

  • Cahen, Claude. "El Islam hasta el Imperio Otomano". Historia Universal, vol. 14. Siglo XXI. 1972.
  • Dhondt, Jan. "La Alta Edad Media". Historia Universal, vol. 10. Siglo XXI. 1971.
  • Flori, Jean. La Caballería. Alianza Editorial. 1998.
  • Le Goff, Jacques:
    • "La Baja Edad Media". Historia Universal, vol. 11. Siglo XXI. 1972.
    • La civilización del Occidente medieval. Paidos. 1999.
  • Lión Valderrábano, Raúl y Juan Silvela Miláns del Bosch. La caballería en la historia militar. Academia de Caballería. 1979.
  • Martín, José Luis. "La España medieval". Manual de Historia de España. Historia 16, vol. 2. 1991.
  • Moxó, Salvador de:
    • Historia Medieval de España. UNED. 1989.
    • Repoblación y sociedad en la España Cristiana". Rialp. 1979.

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