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La caballería europea en la Baja Edad Media

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Caballeros sin caballería
Simultáneamente, en las islas Británicas se venían desarrollando las unidades de [[arquero]]s desde las guerras galesas. Con casi dos metros de altura, su [[arco]] requería un esfuerzo muscular de 50 kg para tensarlo, pero lanzaba una [[flecha]] de un metro con mucha precisión a 230 metros, con una cadencia de una docena por minuto. Comenzada en [[1337]] la Guerra de los Cien Años contra Francia, el primer gran encuentro tuvo lugar nueve años más tarde en las proximidades de Crêcy. Eduardo III de Inglaterra dividió a sus [[caballero]]s en tres fracciones y les hizo echar pie a tierra. Mantuvo una de ellas como [[reserva]] y alineó las otras dos con tres amplias cuñas de [[arquero]]s. En total 12.000 hombres. Frente a ellos, Felipe VI de Francia presentó 30.000 hombres, que incluían a toda la nobleza francesa, a los reyes de Bohemia y Roma y a 6.000 [[ballestero]]s genoveses, que situó al frente de sus tres filas de [[caballero]]s. Cien metros antes de que pudieran emplear sus [[ballesta]]s, fueron diezmados por una granizada de [[flecha]]s que desconcertó sus filas. Cuando los ingleses hicieron tronar su único [[cañón]], no dudaron en darse a la fuga, pese a que no tuvo más efecto que el psicológico. La gendarmería francesa, que venía ya a la [[carga]], pasó por encima de sus [[mercenario]]s, para estrellarse infructuosamente hasta quince veces contra una lluvia de [[flecha]]s que la diezmó. Los que sobrevivían a la caída de su [[caballo]], eran rematados en tierra por los peones ingleses, mientras se debatían inútilmente para levantarse por el peso de sus [[armadura]]s.
Crêcy demostró que la [[caballería]] ya no era la reina de las batallas y que había perdido su hegemonía por apartarse de sus características esenciales en busca de una protección que ahora resultaba insuficiente, incluso antes de que la aparición de [[infantería]] se dotase con las nuevas [[arma]]s de fuego. Desde la desaparición de las [[legión|legiones]] romanas no existía en toda Europa [[infantería]] digna de tal nombre, reclutándose en caso de necesidad a peones campesinos o villanos mal armados y peor protegidos. Una vez concluida la [[campaña]], regresaban a sus actividades económicas al servicio de los eclesiásticos y [[caballero]]s. A partir del [[siglo XV]], las guerras civiles y las epidemias diezmaron esta aristocracia guerrera y permitieron a los monarcas concentrar el poder y las tierras. En adelante, los títulos nobiliarios se concederían a una nueva elite cuyo poder no residía en la fuerza militar sino en la económica. El pueblo llano apenas advirtió este cambio, pues siguió sometido a servidumbre hasta la Revolución francesa.
==Referencias==

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