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Las guerras mundiales

6723 bytes añadidos, 10:48 10 abr 2017
Referencias
Al finalizar la guerra Fría, la mayoría de las divisiones de la OTAN y del Pacto de Varsovia combinaban regimientos acorazados, mecanizados y/o motorizados. Solo permanecían independientes otras unidades “ultraligeras” de operaciones especiales o paracaidistas, como fuerzas de alta disponibilidad. Afortunadamente, la disuasión nuclear evitó el estallido de una tercera guerra mundial, por lo que las últimas batallas convencionales se darían en conflictos muy localizados regionalmente, como las guerras Árabe-Israelíes, la guerra Irán-Irak o la operación “Desert Storm” (1991).
 
==Las guerras asimétricas==
Tras la creación de la ONU en 1945, la descolonización del Tercer Mundo había derivado en la desintegración violenta de algunos estados fallidos (Corea, Indochina, Congo, Angola, Etiopía). Simultáneamente, grupos terroristas como las Brigadas Rojas, el IRA, las FARC o la OLP habían puesto en jaque a sus respectivos gobiernos, obligándoles a emplear al ejército en tareas policiales.
Estas guerras de cuarta generación (4GW) suponían la pérdida del monopolio bélico de las naciones por primera vez desde Westfalia. En adelante, las unidades convencionales se enfrentarían a otras irregulares que compensaban su inferioridad tecnológica con una superioridad moral basada en un exhaustivo conocimiento del terreno, el dominio del tiempo, la propaganda, el terror y la confusión.
Aunque las guerrillas ya se habían empleado con éxito durante la guerra de Independencia Española, el paradigma de las 4GW sería Vietnam. Para derrotar tanto al Ejército regular norvietnamita como a los guerrilleros del Vietcong, la 1st (US) Cavalry Division alcanzó la máxima polivalencia al combinar sus carros con helicópteros. El esfuerzo resultó infructuoso: aunque consiguió dominar la tercera dimensión, perdió la guerra psicológica frente al pacifismo de su propia retaguardia, demostrando que ni especialización ni polivalencia podían suplir a la voluntad de vencer. El Ejército estadounidense aprendió la lección: se transformó en una fuerza completamente profesional como ya lo era el británico desde 1960 y creó el Training and Doctrine Command (Rostker 2006).
 
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Por su parte, la Unión Soviética propició en secreto muchas 4GW, hasta que su traumática retirada de Afganistán aceleró la descomposición del régimen. Su propio Jefe de Estado Mayor, Nicholai Ogarkov, reconoció que los avances en telecomunicaciones, inteligencia y armas de precisión constituían una auténtica revolución tecnológica militar en la que llevaban dos generaciones de retraso respecto a Estados Unidos. Declaraciones por las que fue cesado poco antes de la glásnost .
La desaparición del Pacto de Varsovia (1991) casi acabó también con la Alianza Atlántica, ya que la sociedad civil reclamó una reducción drástica de los gastos militares. Tras la firma de los tratados de desarme (FACE), la mayoría de ejércitos occidentales siguió el ejemplo anglosajón y volvió a profesionalizarse como los del Antiguo Régimen: Holanda en 1997, España y Francia en 2001, Portugal en 2004, Italia en 2005, Alemania en 2011. Los países escandinavos mantuvieron la conscripción como servicio social; Israel por motivos defensivos; Grecia por su contencioso con Turquía en Tracia y Chipre.
Sin ninguna guerra convencional a la vista, muchos ejércitos occidentales se reorientaron hacia las nuevas operaciones multinacionales patrocinadas por la ONU en países que habían sufrido algún tipo de catástrofe :
* Naturales:
** Sísmicas: terremoto de Haití, maremoto de Indonesia.
** Climatológicas: inundaciones de Mozambique y Luisiana.
* Humanitarias:
** Premeditadas: genocidios de Bosnia o Ruanda.
** Sobrevenidas: fugas radiactivas de Chernóbil o Fukushima.
 
La reducción de efectivos implicó el cambio del modelo división/regimiento por otro más flexible brigada/batallón. Para favorecer el adiestramiento del personal, el mantenimiento del material y la construcción de infraestructuras, algunos países especializaron sus brigadas en tres tipos, en función de que se orientasen a la intervención en uno u otro espectro del conflicto.
 
Las fuerzas ligeras se benefician de una elevada movilidad estratégica, pudiendo ser proyectadas a cualquier escenario en un brevísimo plazo de tiempo. Su movilidad operacional es también muy alta, al poder trasladarse por el interior del teatro de operaciones en helicópteros (hasta 12 tm). En cambio, su movilidad táctica es reducida, pues suelen motorizarse sobre vehículos 4x4 salvo en alta montaña, donde es preceptivo el empleo de la cadena. Su escasa protección frente a explosivos improvisados (IED) y su limitada potencia de fuego (ametralladoras, lanzagranadas, morteros), las imposibilita para el combate contra amenazas organizadas, de ahí que se orienten a la:
* Colaboración con autoridades civiles en casos de emergencia.
* Intervención limitada: entrada inicial, apoyo a operaciones especiales, extracción y rescate, evacuación de no combatientes.
* Consolidación de la paz (peace making): apoyo a la reconstrucción, al retorno de refugiados y desplazados, protección del reparto de ayuda humanitaria por organizaciones estatales y/o no gubernamentales.
 
Las fuerzas pesadas, por el contrario, disponen de cañones de elevada letalidad (40 a 155 mm) y, en el caso de los carros, un blindaje capaz de resistir el impacto de armas equivalentes. Esto las hace idóneas para misiones de imposición de la paz (peace enforcement), bien ejerciendo la disuasión o recurriendo al combate generalizado. Todo ello a costa de incrementar su peso desde las 35 hasta las 70 tm, lo que reduce su movilidad estratégica a proyecciones por vía marítima, y determina el empleo generalizado de trenes de rodaje sobre cadenas. Aunque estos proporcionan a las unidades acorazadas una inigualable movilidad táctica en terrenos difíciles (arena, barro, nieve), su impacto sobre las infraestructuras reduce su movilidad operacional, debiendo ser transportadas sobre góndolas o ferrocarril. Cierta artillería, tanto remolcada como autopropulsada sobre ruedas, también se considera pesada debido al volumen combinado de la pieza, de su vehículo tractor y/o del municionador.
 
Entre ambas se sitúan las fuerzas medias, capaces de ser aerotransportadas en aviones del tipo A400-M, y que conjugan una adecuada protección frente a minas y emboscadas (MRAP) con una aceptable potencia de fuego (cañones de 20 a 40 mm). La experiencia ha demostrado que cuando se combinan ruedas y cadenas se obtiene una mejor relación coste-efecto para participar en operaciones de mantenimiento de la paz (peace keeping). Gracias a su propulsión 8x8 o 6x6, los vehículos mecanizados de combate sobre ruedas (VCR) cuentan con una mayor movilidad operacional, al poder desplazarse hasta el frente de forma autónoma desde los puntos de desembarco aéreos o marítimos. Por su parte, los vehículos mecanizados de transporte (TOA) o de combate sobre cadenas (VCC) disfrutan de la misma movilidad táctica que los carros, y pueden adaptarse al grado de amenaza incrementando su blindaje con placas adicionales.
 
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==Referencias==

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