Cambios

El 20 de junio de 1567, los cuatro tercios supervivientes se desdoblaron mediante un aporte extraordinario de compañías bisoñas recién llegadas de la península. Los tercios de Lombardía II (Sancho de Londoño), Sicilia III (Julián Romero), Nápoles IV (Alonso de Ulloa) y Cerdeña (Gonzalo Bracamonte) partirían hacia los Países Bajos al mando del III duque de Alba para sofocar la rebelión de las provincias septentrionales. Los tercios de Nápoles III (Pedro de Meneses), Lombardía III (Juan de la Cueva) y Sicilia IV (Diego Enríquez) guarnecerían los diversos territorios en ausencia de los anteriores.

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Además de los tercios constituidos por españoles, el Ejército de los Habsburgo se nutrió de otras muchas unidades levantadas en los dominios del [[Imperio español]] (Nápoles, Lombardía, Borgoña, Flandes, Valonia) o bien formadas por mercenarios extranjeros (alemanes, ingleses, escoceses, irlandeses). Durante el reinado de Felipe II, las unidades italianas adoptaron el mismo pie de tercio que las españolas, pero el resto adoptó el de regimiento. Las primeras se levantaban generalmente en Nápoles o Lombardía, con algunas aportaciones ocasionales de Sicilia, Parma, Urbino, etc.

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Los Países Bajos españoles comprendían varias provincias procedentes de la desmembración de la antigua Lotaringia, independientes entre sí y de muy diverso origen (germano, neerlandés, borgoñón, francés). La historiografía tradicional tiende a llamar al conjunto como Flandes, cuando solo era una provincia más cedida por Francia a Carlos V tras la paz de Cambrai. Paradójicamente, se tiende a identificar al personal de las unidades formadas en todas estas provincias como valón, término que debería circunscribirse a los oriundos de las provincias francófonas. En realidad, en la nomenclatura de la época se conocían como unidades ''del pays'', con independencia de su lugar de nacimiento:

* Valones: ducados de Brabante, Luxemburgo y Limburgo; condados de Artois, Henao y Namur; señorío de Malinas; obispado de Lieja.

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Para compensar la insuficiencia del reclutamiento en los dominios hispánicos, se recurría a contratar unidades mercenarias a los príncipes del Sacro Imperio Germánico. Aquellas se dividían entre la Baja Alemania (Renania, Westfalia, Sajonia, Brandeburgo) y la Alta Alemania (Franconia, Baviera, Suabia, Austria), si bien esta distinción no se ha reflejado en la tabla.

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Las unidades más débiles de la Monarquía Hispánica eran los regimientos formados por mercenarios británicos, tanto por plantilla (normalmente reducida a una o dos compañías) como por desempeño en combate. Procedían de los tres antiguos reinos de la corona: Inglaterra, Escocia e Irlanda.