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Cambios

Caballería

25 bytes añadidos, 23:47 17 feb 2017
Edad Contemporánea
Derrochando una osadía rayana en la temeridad, los jinetes decimonónicos combatían por igual a la caballería contraria, a un cuadro de infantería, o a una batería de artillería. Para la posteridad quedarán los sublimes versos que dedicó Lord Alfred Tennyson a la tan valerosa como inútil carga de la brigada ligera británica en Balaklava. Simultáneamente, en la guerra de Secesión la caballería demostraba su valor estratégico cuando estaba bien mandada y pertrechada, penetrando profundamente tras las líneas enemigas para cortar sus rutas de abastecimiento y realizar audaces golpes de mano. El canto del cisne de la caballería a caballo se produjo en la campaña de Siria durante la I Guerra Mundial, gracias a la audacia con la que los jinetes árabes hostigaban la retaguardia otomana comandados por el británico Thomas E. Lawrence.
Simultáneamente, en el frente europeo se experimentaba el definitivo declive del caballo como arma, debido a su imposibilidad de seguir cargando en un campo de batalla sembrado de ametralladoras, trincheras, alambradas y cráteres de artillería. Para recuperar la capacidad de maniobra, sir Basil Liddel Hart propugnó hacia 1920 la sustitución del que el arma retornara a sus orígenes y sustituyera el caballo por vehículos a motorla rueda. Siguiendo sus enseñanzas, algunos oficiales de caballería visionarios como John F. C. Fuller (Reino Unido), Heinz Guderian (Alemania), George S. Patton (Estados Unidos) y Charles de Gaulle (Francia) consiguieron que en sus respectivos ejércitos se crease un arma acorazada, combinando unidades mecanizadas de reconocimiento con otras de carros de combate.
Durante la guerra de Vietnam, la caballería de los Estados Unidos experimentó la máxima polivalencia al combinar sus unidades acorazadas con otras ligeras de asalto aéreo. Gracias al dominio de la tercera dimensión, la caballería parecía destinada a convertirse en la reina de la futura batalla aeroterrestre. Sin embargo, al acabar el conflicto la crisis energética y los recortes presupuestarios aconsejaron reunir los helicópteros en unidades homogéneas para facilitar el adiestramiento de las tripulaciones y el mantenimiento del material. No obstante el sueño sigue vigente, y todo buen jinete ansía ver carros y helicópteros de ataque combinados en regimientos mixtos.