Regimiento de Caballería Real de España
Durante la campaña italiana, llegaron a oídos de la reina, que permanecía en el palacio del Buen Retiro, noticias respecto a la facilidad con la que podía cierto criado entrar y salir del recinto para visitar a una dama de la Corte. Aconsejada por la princesa de los Ursinos, escribió a su regio esposo para narrarle los hechos. Felipe V decidió[1] disolver la Compañía Alemana de Alabarderos y crear en su lugar una nueva unidad de caballería de la guardia, que se llamó Regimiento del Real de España, o del Rey según otras fuentes.
El 10 de diciembre, ya en España, ordenó formar a las unidades de caballería que guarnecían Barcelona para seleccionar 3 compañías con los mejores 50 soldados y oficiales cada una. Se hizo acompañar por ellas hasta Madrid, donde se completó la fuerza del regimiento, pasando su primera muestra en el Buen Retiro el 22 de mayo de 1703 junto a los de la Reina y Asturias[2].
En un principio se decidió conceder el mando del mismo a Francisco de Agurto y Salcedo, marqués de Gaztañaga. Desgraciadamente, este muere en Zaragoza cuando acudía al encuentro del rey en la ciudad condal, por lo que este decide entregar el mando honorífico del regimiento al cardenal primado de España Luis Manuel Fernández de Portocarrero, antiguo virrey de Sicilia. El efectivo recayó en el teniente coronel José de Salazar, hasta entonces general de la caballería de Cataluña. El 21 de junio de 1704 se disuelve el regimiento y su personal pasó a formar las dos compañías españolas de las Reales Guardias de Corps.
