Instrucción del siglo XVIII
Carlos III
El tratado III de las ordenanzas de 1768 determina los honores que tenían que rendir las tropas en determinadas situaciones.
Se rendían honores al Santísimo Sacramento, a la familia real, a los grandes de España, al Nuncio del Vaticano y embajadores, a los cardenales, al vicario general de los Ejércitos, a los arzobispos y obispos, a los intendentes del Ejército y a las mujeres y viudas de los grandes de España y oficiales generales.
Al rey, la reina y el príncipe de Asturias se les recibe con arma presentada, toque de marcha y saludo de banderas y oficiales.
Al capitán general se le rendían los mismos honores que a la familia real, si no había ningún miembro de la misma en el mismo lugar. Si mandaba un ejército en campaña le correspondía una guardia de 40 hombres al mando de un capitán y con un subteniente como portaestandarte, recibiéndosele con toque de marcha y armas al hombro.
Los tenientes generales tienen una guardia de 30 hombres al mando de un teniente, con un tambor que toca llamada mientras los soldados llevan las armas al hombro.
El mariscal de campo tiene una guardia de 15 hombres y un tambor al mando de un sargento, formando con armas al hombro.
El brigadier tenía derecho a una guardia de su cuerpo compuesta por un cabo y 6 soldados que le reciben con las armas en descansen.
A todas los miembros de la familia real y todos los miembros del ejército, de capitán general a soldado si fallecían al servicio del rey, se le tributaban honores fúnebres según su categoría.
Referencias
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