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La caballería europea del siglo XIX

246 bytes añadidos, 15:56 4 mar 2017
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Respecto a la [[lanza]], las controversias fueron constantes durante todo el periodo. Montecuccoli y Saxe la llamaron la reina de las [[arma]]s, pero Vasallo ([[1852]]) ponía en duda su superioridad y recordaba que los [[cazadores]] de la [[Guardia Real]] vencieron en todas sus [[batalla]]s empleando solo el [[sable]]. Aunque reconoce la superioridad del [[lancero]] en el [[choque]] directo, no es partidario de dotar con esta [[arma]] a [[cazadores]] ni [[coraceros]], postura defendida por Ragusa. Jomini matizaba su incontestable ventaja en la [[carga]] con su ineficacia en el cuerpo a cuerpo, y proponía formar una [[línea]] de [[lanceros]] y otra de [[sable]]s. Esta formación, de hecho, sería muy empleada por los rusos. Durante esta época la [[pistola]] quedó relegada a ser un [[arma]] de defensa inmediata.
La segunda revolución industrial, el aumento de la población<ref>Europa pasó de 140 millones de habitantes en [[1750 ]] a 1.800 en [[1850]].</ref> y la mejora del [[armamento]], de las comunicaciones y de los medios de transporte, impulsarán la hasta ahora lenta evolución de los [[ejército]]s, hasta volverlos prácticamente irreconocibles. Al final del [[siglo XIX]], la [[caballería]] abandonará el [[choque]] y se verá reducida al [[reconocimiento]], mientras la [[infantería]] cederá el protagonismo en el [[combate]] a la [[artillería]]. Simultáneamente, las [[guerra]]s pasarán de ser minoritarias a generalizadas, hasta desembocar durante la Primera Guerra Mundial ([[1914]]-[[1918]]) en la llamada "guerra total".
==Francia==
En general, Napoleón disponía sus fuerzas en dos [[línea]]s de igual potencia pero, mientras la primera desplegaba en [[batalla]], la segunda lo hacía en [[columna]]. Por delante se situaba una [[vanguardia]], cuya fuerza era un quinto del total. En [[retaguardia]] situaba a la [[caballería]] divisionaria, con la misión de detener a la [[enemigo|enemiga]] si rebasaba a la primera [[línea]]. La [[artillería]] se emplazaba en el centro y las [[ala]]s de la primera [[línea]]. En las marchas evitaba las grandes guarniciones, prefiriendo vivaquear por [[división|divisiones]], lo que le permitía aprovechar mejor los recursos del país, sin esquilmarlo con una densidad elevada de [[unidad]]es.
A la Francia revolucionaria le costó tiempo y esfuerzo reconstruir su [[caballería]], al desaparecer prácticamente la [[oficial]]idad aristocrática. La mayor parte de los nuevos [[jinete]]s apenas sabía montar y casi ninguno de ellos cuidaba a sus [[caballo]]s de forma adecuada. La [[guerra de la Primera Coalición]] ([[1792]]-[[1797]]) acentuó la tendencia de especializar el [[armamento]], la [[instrucción]] y, a la postre, los [[instituto]]s del [[arma]].
La [[caballería pesada]] disponía de [[caballo]]s de gran [[alzada]], y formaba en [[fila]]s macizas y apretadas, armada con [[espada]]s largas y rectas concebidas para herir de punta. Esto se había demostrado más eficaz que la [[estocada]] lateral, ya que el [[infantería|infante]] podía desviar esta con su [[fusil]], la [[mochila]] y/o la manta. El éxito de los [[coraceros]] franceses, temibles bajo su doble [[peto]], hizo que prusianos y rusos devolvieran las suyas a los [[regimiento]]s de [[línea]], como también hicieron los ingleses después de la batalla de Waterloo ([[1815]]). Allí los ''Scott Greys'' cargaron sobre una [[brigada]] de [[infantería]] francesa y consiguieron apoderarse de una [[batería]] y un águila imperial, sin embargo el [[contraataque]] de los [[coraceros]] galos los puso en fuga con grandes pérdidas.
De igual forma, el éxito de los ulanos polacos motivó que la [[lanza]], prácticamente desparecida desde el [[siglo XVII]], fuera recuperada para los [[regimiento]]s de [[línea]] en toda Europa. En realidad, rusos y polacos nunca la habían desterrado, y en España se había conservado en Ceuta desde el [[siglo XVI]]. Con el paso del tiempo, y ante la importancia que cobraba el [[choque]], se fueron reduciendo las diferencias entre la [[caballería de línea]] y la [[caballería pesada|pesada]], adoptando la primera unos [[caballo]]s de mayor envergadura para favorecer la acometividad de los [[lanceros]] y el efecto psicológico que producían sobre los cuadros de [[infantería]].
Los [[dragones]] podían formar en [[vanguardia]] con la [[caballería ligera]] para ocupar posiciones favorables; o bien en [[retaguardia]] con la [[caballería pesada]], siendo entonces los encargados de perseguir al enemigo para explotar la victoria. A partir de Napoleón dejaron de ser un [[arma]] mixta y se integraron en la [[caballería ligera]], aunque para el duque de Ragusa siempre serían de [[infantería]]. A veces seguían al [[ejército]] a pie para remontarse en el país enemigo. Las [[división|divisiones]] de [[dragones]] tenían 3 [[brigada]]s a 2 [[regimiento]]s de 400 [[caballo]]s, mientras que las de [[caballería pesada]] tenían 2 o 3 [[brigada]]s a 2 [[regimiento]]s de 900 [[caballo]]s.
En [[1798]] Francia contaba ya con 29 [[regimiento]]s de [[caballería pesada]] (20.000 hombres), 20 de [[dragones]], 23 de [[cazadores]] y 11 de [[húsares]] (70.000 hombres). Con todo, nunca alcanzaron la perfección de la [[caballería]] prusiana, a la que no tenían nada que envidar en valor e ímpetu. Desde la batalla de Austerlitz ([[1805]]) a Moscú, Napoleón asignó al [[arma]] un papel cada vez más importante en la [[batalla]], adoptando nuevas [[táctica]]s como la [[carga]] en [[columna]], que tan brillante resultado proporcionó en la batalla de Eylau ([[1807]]).
El barón de Jomini ([[1852]]) fue también partidario de formar en dos [[línea]]s, aunque desplegadas en escalones o con intervalos alternos para evitar que si la [[caballería]] [[enemigo|enemiga]] penetrase, quedasen al descubierto los [[flanco]]s de la propia. Concebía cuatro formas de [[carga]]r:
Jomini consideraba que un [[ejército]] en [[campaña]] debía estar compuesto en su sexta parte por [[jinete]]s o bien en una décima si se combatía en terreno montañoso. Por esta época, la [[caballería]] suponía en Prusia y Baviera un cuarto de su [[ejército]], en Francia y Austria un quinto, en Rusia un sexto y en Gran Bretaña un octavo. Pese a ello, casi todos los [[general]]es de la época llegaron a quejarse de carecer de la [[caballería]] suficiente para haber evitado la derrota o para haber explotado la victoria. Sirva como ejemplo las batallas de Lutzen y Bautzen ([[1813]]), en las que Francia no pudo obtener una victoria decisiva por estar su [[caballería]] excesivamente desgastada tras la campaña rusa.
Por último, Jomini era partidario de la [[coraza]], de acero para la [[caballería de línea]] y de cuero para la [[caballería ligera|ligera]], pero se opuso frontalmente a la supresión de los [[dragones]], a pesar del poco rendimiento que obtuvieron los franceses en la [[guerra de Independencia Española]] ([[1808]]-[[1814]]).
Según el general Renard ([[1857]]) toda la fuerza de un [[ejército]] estribaba en la primera [[línea]], por ello debía colocarse en ella a las [[tropa]]s más vigorosas de [[infantería]] y a los [[coraceros]] de [[caballería]], mientras la segunda [[línea]] servía de apoyo y [[reserva]]. Ante el [[enemigo]] se maniobraba por [[línea]]s o fracciones de [[línea]], avanzando en masa. En [[orden de combate]] perdían su sentido las [[división|divisiones]] y [[brigada]]s, existiendo tan solo el [[comandante]] en [[jefe]] y el [[comandante]] de cada [[línea]]. Evidentemente el único [[terreno]] que convenía a una formación tan amplia era una vasta llanura.
==Gran Bretaña==
Tras las [[guerras Napoleónicas]], los británicos tomaron buena cuenta de las novedades introducidas por la [[caballería]] francesa y las aplicaron a la propia. Entre sus hechos de armas más famosos destacan las dos [[carga]]s sucesivas llevadas a cabo por sus [[brigada]]s ligera y pesada en la [[batalla ]] de Balaklava, durante la guerra de Crimea ([[1853]]-[[1856]]).
==Iberoamérica==
En las [[guerras de Independencia Hispanoamericanas]] hubo una alta proporción de [[caballería]] respecto a la [[infantería]], a pesar de que solamente las regiones de Los Llanos (Venezuela) y La Pampa (Argentina) tenían un terreno adecuado. El caso más evidente se dio en la [[batalla de Carabobo ]] ([[1821)]]), donde la columna de Apure tenía 1.500 [[jinete]]s y 2.000 [[caballo]]s de [[reserva]] para solo 1.000 [[infantería|infante]]s. Pese a ello, los efectivos solían ser escasos, raras veces superaban los 10.000 hombres y, en caso contrario (Cura Hidalgo), la masa era tan heterogénea e indisciplinada que sucumbían fácilmente ante fuerzas muy inferiores (Calleja).
Los realistas dispusieron de algunas fuerzas regulares de veteranos europeos, casi exclusivamente formadas por [[infantería]], mientras que la [[caballería]] estaba formada mayoritariamente por [[voluntario]]s locales, instruidos según el ''[[Reglamento de milicias ]]'' de [[1801]]. Los [[regimiento]]s del [[arma]] solían constar de 4 [[escuadrón|escuadrones]] a 3 [[compañía]]s, pero estas tenían más plazas que en la metrópoli por disponer de más [[ganado]].
En América predominaban los [[instituto]]s de [[granadero]]s y [[dragones]], aunque también había [[húsares]] y [[carabineros]]. Ante el buen resultado de los [[lanceros]] realistas y de los llaneros de Boves, muchas unidades adoptaron la [[lanza]], no sin cierta resistencia<ref>El general Paz decía que en la campaña de Belgrano vio llorar amargamente a [[soldados]] valientes porque se les había armado de [[lanza]].</ref>. San Martín, [[militar]] profesional, insistía en la [[esgrima]] del [[sable]] y la [[instrucción]] a [[caballo]].
Normalmente los sublevados contaron con más hombres y medios que los realistas, lo que no quería decir que fuesen más efectivos, como se vio en Cancharrayada, donde el virrey del Perú derrotó a fuerzas muy superiores de San Martín. Una de las excepciones fue la [[batalla de Junín ]] ([[1824)]]), donde los 900 [[jinete]]s del [[coronel]] alemán Felipe Braun vencieron a 1.300 realistas gracias a la [[carga]] de los Húsares del Perú. Desde entonces, la fiesta de la [[caballería]] en ese país se celebra en el aniversario de la [[batalla]]. También en la [[batalla de Ayacucho ]] ([[1824)]] ) el [[general]] Sucre derrotó con efectivos menores a La Serna, gracias a que el terreno impidió a este desplegar adecuadamente.
En frentes tan amplios y con efectivos tan escasos es imposible enjuiciar el empleo y la capacidad alcanzada por la [[caballería]] según los patrones europeos de la época. No obstante cabe destacar la actuación de los [[Lanceros de Boves]] (antes pastores), que hicieron fracasar a Bolívar antes de pasarse al bando separatista. El propio Ferraz desembarcó como [[capitán]] en Arica en septiembre de [[1816]] junto a las fuerzas de La Serna. Allí formó el Escuadrón de Granaderos de la Guardia, que se hizo famoso por su disciplina y sirvió de estímulo y ejemplo al resto de la [[caballería]] realista. Ascendido por méritos de [[guerra]] a [[comandante]], [[teniente coronel]], [[coronel]] y [[brigadier]], fue nombrado en [[1823]] [[capitán general]] de la [[caballería]] del [[ejército]] del Sur, después del desastre de Cepita. Levantó la moral de los hombres hasta tal punto que con solo 100 [[jinete]]s cansados destrozó a dos [[escuadrón|escuadrones]] de los Dragones de Chile y al de Guías de Riva-Agüero. Lamentablemente no pudo desplegar a su [[caballería]] en la [[batalla de Ayacucho ]] ([[1824)]]).
==Estados Unidos==
En la guerra de Secesión Estadounidense ([[1861]]-[[1865]]) se empleó por primera vez el telégrafo, el globo aerostático de observación, la [[mina]], la [[granada]] de mano, el [[fusil]] "Spencer " de 7 tiros y el "Henry " de 12<ref>Del fusil Henry decían los sudistas: "''ese maldito fusil yankee que se puede cargar el domingo para disparar durante toda la semana"''.</ref>, así como el ferrocarril con fines militares (medio de [[transporte]] y plataforma de [[artillería]]). La [[caballería]] fue durante toda la [[guerra]] no solo un [[arma]] utilísima, sino casi la principal. Cumplió su cometido normal en el campo de [[batalla]] así como sus peculiares servicios de seguridad, reconocimiento, enlace y exploración, y fue además destacada a grandes distancias del centro de operaciones para cumplir cometidos especiales, no practicados hasta entonces por los [[ejército]]s contemporáneos, ni superados por éstos en campañas posteriores.
Los hombres de Stuart, Grierson y Sheridan, célebres por sus famosos ''raids'', figurarán siempre en la historia de la [[caballería]] por haber demostrado el partido que se puede sacar al [[arma]] cuando está bien dirigida, y ello a pesar de las nuevas [[arma]]s automáticas. Realizaron rápidos traslados a distancias increíbles, sorprendiendo campamentos, batiéndose cuando existía seguridad de victoria y rehuyendo el combate en casos dudosos, incendiando almacenes, fábricas, depósitos, destruyendo vías férreas, haciendo prisioneros, adquiriendo noticias y llevando la alarma al país. En resumen, devolvieron al [[arma]] el carácter estratégico que había perdido hacía muchos siglos.
==Austria==
En la [[batalla]] de Custozza ([[1866]]), la [[brigada]] Pulz de la [[caballería]] austriaca cargó contra las [[división|divisiones]] Humberto y Bixio desplegadas en correcta formación, rompiendo varios cuadros e inutilizando 36 [[batallón|batallones]] de [[infantería]]. Una segunda [[carga]] efectuada con 2.400 [[jinete]]s detuvo a 25.000 [[infantería|infante]]s que aún no habían combatido, pese a que estaban armados ya con [[fusil]]es de retrocarga (aunque de ánima rayada). Sin embargo, los [[coraceros]] austriacos, que siempre habían llevado ventaja en las [[carga]]s de Königgrätz, se dispersaron en Langenhof ante el [[fuego]] rápido de los [[fusil]]es de aguja. Las victorias de Custozza, Villafranca y Mongabia sobre [[infantería]] intacta desaconsejaban renunciar a la [[carga]], pese al nuevo y temible [[fusil]] Chassepots.
En sus [[carga]]s contra la [[caballería]] [[enemigo|enemiga]], los [[coraceros]] austriacos, protegidos solo por el [[peto]], experimentaron grandes pérdidas, como ocurrió en la [[batalla]] de Eckmüll, cuando se enfrentaron con las [[división|divisiones]] de [[coraceros]] de Nasauty y Saint Sulpice. De esta [[batalla]] dejó Rocquancourt un relato memorable.
La [[caballería]] francesa entró en una profunda crisis en la segunda mitad del siglo, por lo que se mostró muy inferior a la prusiana durante la [[guerra]] de [[1870]]. Perdido su carácter [[estrategia|estratégico]], sin explorar ni vigilar, ningún [[oficial]] sabía dar su nombre a los pueblos, ríos y vías de comunicación que reconocía. Su [[ejército]] marchaba a ciegas, sin poder prevenir ni contrarrestar la maniobra del adversario.
Los prusianos, por el contrario, conocedores del [[terreno]] y provistos de buenos [[mapa]]s, daban sus partes completos y exactos, facilitando a su [[ejército]] las posiciones y movimientos del [[enemigo]]. Sus [[jinete]]s se mostraron audaces, presentándose en todas partes para espiar y molestar al contrario. Aunque rehuyeron sistemáticamente el [[choque]], se multiplicaron en el reconocimiento, la [[vigilancia]] y la seguridad de su [[ejército]], demostrando su [[instrucción]] y espíritu de iniciativa. Marchaban siempre en cuatro escalones:
* Los [[explorador]]es a [[vanguardia]] del [[ejército]], a dos o tres jornadas.
* Los [[escuadrón|escuadrones]] de contacto.
El propio príncipe Hohenlohe confesaba tras la [[campaña]] que no habría obtenido tan brillantes resultados si el [[enemigo]] hubiera empleado su [[caballería]] de la misma forma. En lugar de eso, fiel a la tradición, la mantuvo en [[reserva]] para dar un golpe decisivo que nunca tuvo lugar. Pese a que la proporción de [[caballería]] en el [[ejército]] prusiano era de 1:4, Hohenlohe se quejaba de su escasez. En el francés no llegaba a 1:6.
Bismarck llegó a decir que la [[caballería]] triunfaba con su sola presencia pues, a la larga, los tiros y cañonazos ensordecían al [[infantería|infante]], lo fatigaban y le dejaban inerte y a merced de la [[caballería]] [[enemigo|enemiga]] si se presentaba en ese instante. La guerra Franco-Prusiana ([[1870]]-[[1871]]) fue la última en la que se emplearon las [[carga]]s masivas de [[caballería]], pues la eficacia y densidad del [[fuego]] ocasionaban bajas terribles. Sin embargo, durante varios decenios la [[caballería]] seguiría siendo insustituible en la persecución, protección de la retirada, [[exploración]] y seguridad. Hohenlohe consideraba que, a partir de la aparición del [[fusil]] de aguja, sería muy difícil que el [[arma]] pudiese [[carga]]r con efectividad contra [[infantería]] bien guarnecida por el terreno. Pese a todo, la [[brigada]] de Bredow fue capaz de detener a 40.000 [[infantería|infante]]s a costa de perder unos 400 [[jinete]]s, la mitad de sus efectivos.
Tras estudiar estas [[batalla]]s, el príncipe de Hohenlohe insistía en que la única forma de disminuir las bajas consistía en [[carga]]r efectuando un envolvimiento de [[ala]], para aprovechar hasta el último momento la eficacia del [[fuego]] propio. Para ello, había que preparar los [[caballo]]s mediante una doma sistemática, recorriendo al menos 7 km entre el [[trote]] y el [[galope]], efectuando después la [[carga]] sin merma de potencia. Habida cuenta de que lo normal era realizar un [[ataque]] de 800 pasos entre los tres [[aire]]s, les exigía a sus [[caballo]]s un esfuerzo considerable para el que, sin embargo, estaban bien entrenados. El [[teniente]] de [[lanceros|ulanos]] von Ziegler recorrió 150 km en un día para llevar información de suma importancia y muchas veces los [[explorador]]es prusianos estuvieron 16 horas a [[caballo]].
* Vassallo i Rosselló, Rafael. ''Apuntes sobre el estudio del arte de la guerra y la historia militar''. M. Romero.1879.
* Vasallo, Francisco de Paula. ''Veladas sobre la caballería''. Tomas Fortanet. 1852.
 
===Caballipedia===
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