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Tercera campaña de Picardía

1432 bytes añadidos, 12:23 13 sep 2018
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Enrique ordena celebrar grandes fiestas para conmemorar la recuperación de la plaza, 211 años después de su pérdida. Solo entonces comprende María que los consejeros que habían desoído las recomendaciones de Felipe y del duque de Feria de introducir tropas españolas, habían conspirado con los franceses y, probablemente, con su hermanastra Isabel. El 20 de enero Guisa arrebata también la plaza de Guines a Lord Grey, pese a estar defendida por 80 españoles de Mondragón, que fueron muertos o apresados.
 
Guisa se traslada a Lorena con 12.000 infantes y 4.000 caballos. Refuerza la guarnición de Metz y sitia Thionville, defendida por 1.000 valones y los 400 españoles del capitán Juan Gaitán. Aunque la primera batería derriba una parte de la muralla, los sitiados consiguen rechazar el primer asalto, en el que muere Strozzi. En el segundo, solo sobreviven 500 valones y 60 españoles. Desde allí envía 2.000 caballos a Luxemburgo, pero son interceptados por los condes de Horn y Mansfeld.
 
A finales de junio Enrique ordena a Guisa sitiar Cambrai para distraer la atención española de una segunda columna que, al mando de Termes intenta entrar en Flandes con 12.000 infantes y 2.000 caballos. Toma primero Dunkerke y Nieuwpoort, en las que hay poca guarnición, saqueando e incendiando cuanto encuentran a su paso. Felipe ordena al conde de Egmont, gobernador de Flandes, que salga a su encuentro. Este reúne a toda la caballería de la provincia, siendo teniente general de la española Enrique Enríquez y de la flamenca el marqués de Renti. Cuenta, además, con los 1.000 españoles que guarnecen Gravelinas al mando de Luis de Carvajal y el regimiento alemán de Lázaro Xuendi. Reuniendo todas las compañías dispersas por los presidios consigue formar un segundo regimiento. Como auxiliares cuenta con un número indeterminado de villanos valones y frisones que han perdido sus tierras a manos francesas.
 
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La segunda, penetra en Flandes pero es derrotada en Gravelinas por el conde Lamoral de Egmont. Simultáneamente, la flota inglesa abre fuego contra los vencidos desde la costa. Las mujeres flamencas dieron buena cuenta de los despojos de este ejército, en represalia por las atrocidades cometidas.

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