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Empleos del siglo XVIII

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Texto reemplazado: «R.O.» por «RO»
Los Ayudantes de todos los generales eran elegidos por éstos entre el personal a sus órdenes que ostentase al menos el empleo de capitán, disfrutando de un sobresueldo de 1.000 reales. Solían ser dos para los Tenientes Generales y uno para los mariscales. El Capitán General podía nombrar a cuántos estimase convenientes. El Cuartel Maestre tenía cinco, uno para cada arma o Cuerpo.<br />
El aposentador era nombrado por el Capitán General a propuesta del Cuartel Maestre entre los oficiales, y se le señalaba un sobresueldo de 50 escudos y 2 raciones de pan y cebada. Tenía como misión visitar las poblaciones cercanas al lugar elegido para el campamento, visitar las casas en busca de las más convenientes y repartirlas entre los componentes del cuartel general según su categoría.<br />
El número de equipajes que podía transportar cada uno de los componentes del ejército estaba establecido por R.O. RO de 30 de enero de 1762. De su coordinación se encargaba el Conductor General de Equipajes, elegido entre los tenientes coroneles ayudantes del Cuartel Maestre. Tenía una asignación de 60 escudos de vellón y 2 raciones diarias. Su capitán ayudante cobraba a su vez 40 escudos. En cada cuerpo había además un conductor de equipajes nombrado por el coronel entre los sargentos del mismo, recibiendo 20 escudos y una ración extra. Del conductor general dependían además los criados de todos los oficiales. En marcha viajaba en cabeza el equipaje del Capitán General precediendo al tesoro del ejército que iba acompañado con el equipaje de los funcionarios de Hacienda. Después se situaban los del resto de componentes del estado mayor y el de los [[regimiento]]s ordenados por antigüedad. En cola se emplazaban el hospital y los vivanderos con sus suministros.<br />
Los Inspectores generales de las armas se rigen por el reglamento de 13 de febrero de 1761 para la infantería y 22 de octubre de 1768 para caballería y Dragones. Su misión consistía en realizar revistas y visitas periódicas de inspección, remitiendo todos sus informes al rey a través del Secretario de Guerra, así como proponer a los oficiales más idóneos para cubrir las vacantes que se fueran produciendo.<br />
</ul>
El brigadier no se consideraba general en el sentido estricto del término, sino mando intermedio. La mayoría seguía sirviendo en sus antiguos [[regimiento]]s tras el ascenso, añadiendo simplemente el entorchado sobre los 3 galones anteriores.<br />
Por R.O. RO de 11 de marzo de 1769 se dispone que los generales que hubiesen mandado regimiento, en las vueltas del uniforme del mismo, llevasen un bordado de plata sobre los 3 galones de coronel.<br />
===Oficiales===
===Monte Pío Militar===
Cuando fallece un militar, la familia quedaba en situación de miseria si no tenían recursos propios. Para solucionarlo en lo posible, en 1761 se crea el Monte Pío Militar como socorro de viudas y huérfanos. Al frente del mismo figura un director que era al mismo tiempo el decano del Consejo Supremo de Guerra. El oficial mayor de esta institución ejerce de secretario y el rey nombra a un tesorero y un contador.<br />
En su reglamento de creación, además de la pensión correspondiente, se conservan los beneficios de las dos "pagas de tocas" que desde tiempo inmemorial recibían viudas y huérfanos, y además la paga anual por vía de limosna, establecida por R.O. RO de 7 de febrero de 1748.<br />
Los ingresos del Monte Pío procedían de un descuento mensual de 8 maravedíes por escudo de sueldo de todos los oficiales y de los auxilios concedidos por el rey.<br />
Para reclamar la pensión, las viudas debían acreditar ser mujeres legítimas, presentar un certificado de defunción firmado por el capellán del regimiento, una copia de la patente del último empleo obtenido y un memorial del último sueldo percibido. Toda esta documentación se remitía al Secretario de Estado y Despacho de Guerra, quien una vez comprobada, señalaba la pensión correspondiente de acuerdo con una escala establecida en función del empleo del fallecido.<br />
El 20 de marzo de 1792<ref>SHM. Ordenanzas, cédulas y decretos, tomo 128.</ref> se establece el uso de la faja de tafetán encarnado para todos los generales del Ejército. El motivo argumentado por el rey es el de distinguirlos aún cuando no vistiesen el uniforme reglamentario. Cada empleo llevaría en la faja las divisas correspondientes al grado correspondiente: tres órdenes de entorchados paralelos para el capitán general, dos para el teniente general y uno para el mariscal. Como el brigadier no era considerado general, no llevaba faja. Con algunas variaciones, esta es la misma faja que siguen llevando actualmente los generales en el uniforme de gala.<br />
Entre 1795, cuando se crea el Regimiento de Húsares Españoles aparecen en sus plantillas dos nuevos empleos, primer y segundo teniente, sin que existan hasta la fecha referencias documentales a la orden de su creación. Parecen exclusivos de las unidades de caballería y no de dragones, pero en cualquier caso desaparecieron con el reglamento de 1803.<br />
Aunque el uso del bastón entre los oficiales había sido derogado en las ordenanzas de 1768, un R.O. RO de 22 de octubre de 1807 parece indicar que era frecuente su incumplimiento, y advierte de la aplicación de severos castigos contra quien la contravenga.<br />
Durante este reinado los alamares que habían establecido las ordenanzas de 1768 como divisas para los oficiales, se convierten en charreteras metálicas. En el caso de aquellos empleos que solo llevan divisas en un hombro, desde ahora portarán en el otro lo que se conoce como <em>capona</em>, y que viene a ser una charretera sin flecos.<br />
Los sargentos llevaban las charreteras de lana o estambre del color de la divisa, y en el caso del sargento segundo también caponas. Los cabos primeros llevaban dos galones de estambre amarillo o blanco (según el botón) y los cabos segundos uno solo.<br />
Ante algunas protestas surgidas por el procedimiento de ascenso a sargentos primeros de cada compañía, la ordenanza de 3 de junio de 1795<ref>SHM. Ordenanzas, Cédulas y Decretos. Tomo 129.</ref> estipula que deben escogerse siempre entre los sargentos segundos más antiguos de todo el regimiento, siempre que no tuviesen defectos que los inhabilitasen. Como complemento de ésta, el 8 de diciembre de 1804<ref>SHM. Ms 1-809.</ref> dispone el generalísimo Godoy que se aplique lo mismo para el ascenso de cabos primeros a sargentos segundos y de cabos segundos a cabos primeros.<br />
Hasta 1794 continuó en vigor el R.D. de 4 de octubre de 1766 según el cual se abonaba a los oficiales una cantidad mensual para el sostenimiento de los criados que a cada uno correspondía. Por R.O. RO de 30 de abril, se cambia este sistema y se establecen en todos los [[regimiento]]s los trabantes, criados de los oficiales "vivos" que figuran dentro de las plazas de prest, de forma similar a como se venía haciendo en los [[regimiento]]s suizos al servicio de la corona. Se elegían para ello a mozos de estatura inferior a los cinco pies, que no podían por tanto enrolarse en el Ejército y se distribuían de la siguiente forma:<br />
<ul>
<li>4 para el coronel</li>

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