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Diferencia entre revisiones de «Guerra de la Liga de Esmalcalda»

De Caballipedia
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* Marqués de Marignano, general de la artillería.
* Marqués de Marignano, general de la artillería.


Llama también a Álvaro de Sande que estaba en Hungría con su tercio de 2.800 españoles; y a Diego de Arce con los 3.000 que tenía en Lombardía. El marqués Alberto de Brandemburgo aportó los 2.500 caballos con los que estaba obligado a servir. Johann de Brandenburgo aportó otros 600, Enrique 400, el marqués de Prusia 1.000 y el archiduque de Austria 1.500. No obstante, toda esa caballería estaba dispersa por Alemania y el emperador aislado en Ratisbona, tierra de luteranos, escoltado únicamente por las 500 lanzas de su guardia real.
Llama también a Álvaro de Sande que estaba en Hungría con su tercio de 2.800 españoles; a Diego de Arce con los 3.000 que tenía en Lombardía y a Alonso de Vives con los de Nápoles. El marqués Alberto de Brandemburgo aportó los 2.500 caballos con los que estaba obligado a servir. Johann de Brandenburgo aportó otros 600, Enrique 400, el marqués de Prusia 1.000 y el archiduque Maximiliano de Austria 1.500.


El papa aportó 12.000 infantes italianos y 800 caballos, que llevó su sobrino Octavio Farnesio. Pero Luis, hijo del papa, aportó 200 caballos y el duque de Florencia, 200 infantes. Los virreyes de Nápoles y Sicilia aportaron 80.000 ducados cada uno. El conde Maximiliano de Bura, antiguo enemigo del emperador, levantó en Flandes 10.000 alemanes bajos y 3.000 caballos.
El papa aporta 12.000 infantes italianos y 800 caballos, que conduce su sobrino Octavio Farnesio; el duque de Ferrara, 200 jinetes; el duque de Florencia, 200 infantes; los virreyes de Nápoles y Sicilia, 80.000 ducados cada uno. El conde Maximiliano de Bura, antiguo enemigo del emperador, levantó en Flandes 10.000 alemanes bajos y 3.000 caballos.
 
Pero todas esas fuerzas, bajo el mando conjunto del duque de Alba, estaban aún dispersas por Alemania e Italia y el emperador aislado en Ratisbona, tierra de luteranos, escoltado únicamente por las 500 lanzas de su guardia real. Los protestantes salen de Augsburg con 22 banderas de esa ciudad, 6 de Wittemberg, 4 de Ulm, 1.500 caballos y 28 piezas de artillería, al mando de Sebastian Xertel, antiguo alabardero imperial durante el saco de Roma. Se dirigen a Innsbruck para impedir el paso a las tropas que venían de Italia, pero las banderas napolitanas habían embarcado en Apulia y desembarcado en Dalmacia, dirigiéndose a Alemania por Carintia y Estiria.
 
Al verse burlado, Xertel se repliega hasta  Tonabert, en la frontera entre Baviera y Suabia. Craso error, porque el emperador seguía aislado en Ratisbona y entre ambos apenas había un par de fortalezas ocupadas por las banderas de Pedro de Guzmán. Carlos deja en Ratisbona a Pirro Colonna con 4.000 tudescos, una bandera de españoles y artillería suficiente, y marcha a Landshut. El 10 de agosto llega allí Octavio Farnesio con el campo italiano y en días sucesivos el resto de tropas alemanas.
 
Cuando tiene reunido todo su ejército, Carlos se dirige a Ingolstadt, donde sus jinetes le avisan de que se aproxima el campo luterano por la otra ribera del Danubio. Como a criterio de Alba no tiene entidad suficiente, se articula en solo dos escalones:
* Vanguardia, al mando de Alba: 10.000 alemanes;
* Batalla, al mando el emperador: españoles e italianos;
* Flancos: caballería.
 
Asentados ambos campos en los alrededores de la plaza el 26 de agosto, Alba envía a Sande y Arce a escaramucear con el enemigo, matándoles más de 400 centinelas en una encamisada que se saldó con solo 2 bajas propias. Un par de días después la encamisada la protagoniza Alessandro Vitelo con los italianos.
 
Cuando recibe otros 7.000 hombres como refuerzo, el landgrave de Hesse decide atacar y ordena levantar su campo, que se mueve muy lentamente por arrastrar 130 cañones y 800 carros de munición. Divide las piezas en dos grandes baterías y comienza a batir el campo imperial, que Alba ya tenía desplegado y que solo contaba con 40 piezas, de las que 6 acabaron reventando. Pese a la lluvia de fuego, que dura 9 horas, tanto el emperador como Alba recorrían sus filas enardeciendo a sus tropas, saliendo ilesos por puro milagro al morir varios de sus acompañantes.
 
El segundo día no hubo bombardeo, lo que aprovecha Alba para ordenar reparar las defensas y sacar a su caballería y arcabuceros españoles a escaramucear. A Madruzzo y Vivas los envía a degollar 3.000 suizos que habían quedado alojados en Neuburg.
 
El 31 de agosto se reinició la batería, esta vez con menor efecto al estar las trincheras mejor protegidas. Esa noche, Vivas organiza otra encamisada y ocupa una de las trincheras enemigas. Otro día un soldado cántabro llamado Martín Alonso aceptó el duelo a un luterano que se mofaba de los españoles. Cuan David contra Goliat lo mató de un picazo y le cortó la cabeza pero cuando volvió a su trinchera a punto estuvo de perder la suya por desobedecer la orden de Carlos de no abandonarla, salvándose por la intercesión de su maestre de campo y todos sus compañeros.
 
A comienzos de septiembre, visto el escaso éxito de sus bombardeos, Hesse ordena la retirada a Neuburg. El emperador les deja marchar porque espera a Maximiliano de Egmont, conde de Bura, que viene de Flandes con 3.000 caballos de Brandeburgo, 4.000 borgoñones y 25.000 infantes. Por el camino había recogido a los españoles e italianos que habían servido en Picardía como mercenarios de Enrique VIII.
 
Cuando intenta cruzar el Rin a la altura de Frankfurt, los luteranos intentan hacerle una emboscada, pero Egmont consigue burlarlos mediante una estratagema, haciéndoles creer que ya había cruzado todo su campo cuando solo lo había hecho la vanguardia, lo que bastó para poner en fuga a sus enemigos. Así pudo reunirse con Carlos el 15 de septiembre en Ingolstadt.
 
Reunido todo el ejército, tenía ya la entidad suficiente para constituir tres escalones sin que ninguno de ellos fuese demasiado débil:
* Vanguardia (Alba): 3.000 caballos y 17.000 infantes.
** Infantería y caballería ligera borgoñona (Bura);
** Infantería española.
* Batalla (Carlos):
** Corte y bandas de ordenanza flamencas (príncipe del Piamonte);
** Caballería austriaca (Maximiliano);
** Caballería de Brandeburgo (marqués Juan);
** Infantería alemana de Madruzzo;
** Infantería italiana.
* Retaguardia (Prusia): 2.000 caballos y 8.000 infantes.
** Caballería de Prusia;
** Infantería alemana de Regensburg.
 
Cuando uno de ellos llega al punto de destino, forma inmediatamente el escuadrón hasta la llegada del siguiente, y así sucesivamente en todas las etapas para evitar sorpresas. Con este orden llegan a Neuburg, que los ciudadanos rinden sin lucha entregando a sus capitanes, a quienes el emperador perdona la vida.
 
El campo luterano aprovecha un día de octubre una espesa niebla para pasar junto al imperial y refugiarse en Nördlingen, plaza fortificada en unas alturas que la convertían en inexpugnable. Ni el emperador ni Hesse se atreven a plantear batalla campal, limitándose las acciones a nuevas escaramuzas.
 
Cansado de esta situación, el emperador decide tomar sucesivamente todas las fortalezas que se erigían en la ribera izquierda del Danubio, para privar a sus enemigos de esta vía de comunicaciones y abastecimiento. Así caen Donauwörth Dilinga, Hoster, Lauingen y Gundelfingen.
 
Esta táctica tampoco da el resultado apetecido, pues los luteranos no aceptan el combate y se limitan a moverse de Nördlingen a Giengen, escaramuceando con la vanguardia imperial durante los meses de octubre y noviembre. En estos días fallece Jorge de Rensburg y Farnesio tiene que regresar a Roma por indisposición. El propio emperador sufre ataques continuos de gota que le obligan a sustituir el estribo derecho por una toca. A modo de compensación, recibe nuevas de su hermano Fernando, quien ha deshecho el ejército del duque de Sajonia y le ha tomado la mayor parte de su estado.
 
A 27 de noviembre la falta de víveres obliga a los luteranos a salir de Giengen, lo que aprovecha Alba para perseguirlos con toda la caballería. Aunque alcanza su retaguardia, no consigue evitar que el grueso se asiente en Heidenheim, plaza muy fortificada, como reconocerá el capitán Luis Quijada (Arce). Máxime estando ya la estación tan avanzada y la tropa tan cansada y gastada por el frío y las continuas marchas.
 
A comienzos de diciembre los exploradores imperiales comunican que los luteranos han dividido su campo en dos: una parte se dirige de vuelta a Augsburgo y la otra pretende adentrarse en Franconia, tierra muy rica donde no les faltarían víveres ni botín. El emperador decide adelantarse a este núcleo tomando Rothenburg y enviado a Bura con sus tropas borgoñonas a Frankfurt, tras lo que pueden regresar a Flandes para invernar. Él instala su corte en Hall de Suabia, donde a mediados de diciembre viene el conde Palatino a suplicar su perdón.
 
Por el contrario, el duque de Wurtemberg supone una amenaza, por lindar sus tierra con Francia, por lo que Carlos envía contra él a Alba con la caballería pesada napolitana, las banderas españolas, los regimientos de Madruzzo y Hamburg, y a los escasos italianos que quedan. El duque se rinde sin lucha y entrega al emperador tres grandes fortalezas, en las que se halla mucha artillería luterana. Desde allí se traslada Carlos a Ulm, que se rinde igualmente y donde recibe la embajada de Augsburgo, con lo que quedó sometida toda Suabia y Franconia.


==1548==
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Revisión del 23:48 29 ago 2018

1546

Ante el fracaso de la dieta de Ratisbona, el emperador encomienda a 4 coroneles alemanes que organicen otros tantos regimientos, cada uno de ellos a 12 compañías y 4.000 hombres:

  • Aliprando Madruzzo, hermano del cardenal de Trento;
  • Jorge de Regensburg (Ratisbona);
  • Hamburg;
  • Marqués de Marignano, general de la artillería.

Llama también a Álvaro de Sande que estaba en Hungría con su tercio de 2.800 españoles; a Diego de Arce con los 3.000 que tenía en Lombardía y a Alonso de Vives con los de Nápoles. El marqués Alberto de Brandemburgo aportó los 2.500 caballos con los que estaba obligado a servir. Johann de Brandenburgo aportó otros 600, Enrique 400, el marqués de Prusia 1.000 y el archiduque Maximiliano de Austria 1.500.

El papa aporta 12.000 infantes italianos y 800 caballos, que conduce su sobrino Octavio Farnesio; el duque de Ferrara, 200 jinetes; el duque de Florencia, 200 infantes; los virreyes de Nápoles y Sicilia, 80.000 ducados cada uno. El conde Maximiliano de Bura, antiguo enemigo del emperador, levantó en Flandes 10.000 alemanes bajos y 3.000 caballos.

Pero todas esas fuerzas, bajo el mando conjunto del duque de Alba, estaban aún dispersas por Alemania e Italia y el emperador aislado en Ratisbona, tierra de luteranos, escoltado únicamente por las 500 lanzas de su guardia real. Los protestantes salen de Augsburg con 22 banderas de esa ciudad, 6 de Wittemberg, 4 de Ulm, 1.500 caballos y 28 piezas de artillería, al mando de Sebastian Xertel, antiguo alabardero imperial durante el saco de Roma. Se dirigen a Innsbruck para impedir el paso a las tropas que venían de Italia, pero las banderas napolitanas habían embarcado en Apulia y desembarcado en Dalmacia, dirigiéndose a Alemania por Carintia y Estiria.

Al verse burlado, Xertel se repliega hasta Tonabert, en la frontera entre Baviera y Suabia. Craso error, porque el emperador seguía aislado en Ratisbona y entre ambos apenas había un par de fortalezas ocupadas por las banderas de Pedro de Guzmán. Carlos deja en Ratisbona a Pirro Colonna con 4.000 tudescos, una bandera de españoles y artillería suficiente, y marcha a Landshut. El 10 de agosto llega allí Octavio Farnesio con el campo italiano y en días sucesivos el resto de tropas alemanas.

Cuando tiene reunido todo su ejército, Carlos se dirige a Ingolstadt, donde sus jinetes le avisan de que se aproxima el campo luterano por la otra ribera del Danubio. Como a criterio de Alba no tiene entidad suficiente, se articula en solo dos escalones:

  • Vanguardia, al mando de Alba: 10.000 alemanes;
  • Batalla, al mando el emperador: españoles e italianos;
  • Flancos: caballería.

Asentados ambos campos en los alrededores de la plaza el 26 de agosto, Alba envía a Sande y Arce a escaramucear con el enemigo, matándoles más de 400 centinelas en una encamisada que se saldó con solo 2 bajas propias. Un par de días después la encamisada la protagoniza Alessandro Vitelo con los italianos.

Cuando recibe otros 7.000 hombres como refuerzo, el landgrave de Hesse decide atacar y ordena levantar su campo, que se mueve muy lentamente por arrastrar 130 cañones y 800 carros de munición. Divide las piezas en dos grandes baterías y comienza a batir el campo imperial, que Alba ya tenía desplegado y que solo contaba con 40 piezas, de las que 6 acabaron reventando. Pese a la lluvia de fuego, que dura 9 horas, tanto el emperador como Alba recorrían sus filas enardeciendo a sus tropas, saliendo ilesos por puro milagro al morir varios de sus acompañantes.

El segundo día no hubo bombardeo, lo que aprovecha Alba para ordenar reparar las defensas y sacar a su caballería y arcabuceros españoles a escaramucear. A Madruzzo y Vivas los envía a degollar 3.000 suizos que habían quedado alojados en Neuburg.

El 31 de agosto se reinició la batería, esta vez con menor efecto al estar las trincheras mejor protegidas. Esa noche, Vivas organiza otra encamisada y ocupa una de las trincheras enemigas. Otro día un soldado cántabro llamado Martín Alonso aceptó el duelo a un luterano que se mofaba de los españoles. Cuan David contra Goliat lo mató de un picazo y le cortó la cabeza pero cuando volvió a su trinchera a punto estuvo de perder la suya por desobedecer la orden de Carlos de no abandonarla, salvándose por la intercesión de su maestre de campo y todos sus compañeros.

A comienzos de septiembre, visto el escaso éxito de sus bombardeos, Hesse ordena la retirada a Neuburg. El emperador les deja marchar porque espera a Maximiliano de Egmont, conde de Bura, que viene de Flandes con 3.000 caballos de Brandeburgo, 4.000 borgoñones y 25.000 infantes. Por el camino había recogido a los españoles e italianos que habían servido en Picardía como mercenarios de Enrique VIII.

Cuando intenta cruzar el Rin a la altura de Frankfurt, los luteranos intentan hacerle una emboscada, pero Egmont consigue burlarlos mediante una estratagema, haciéndoles creer que ya había cruzado todo su campo cuando solo lo había hecho la vanguardia, lo que bastó para poner en fuga a sus enemigos. Así pudo reunirse con Carlos el 15 de septiembre en Ingolstadt.

Reunido todo el ejército, tenía ya la entidad suficiente para constituir tres escalones sin que ninguno de ellos fuese demasiado débil:

  • Vanguardia (Alba): 3.000 caballos y 17.000 infantes.
    • Infantería y caballería ligera borgoñona (Bura);
    • Infantería española.
  • Batalla (Carlos):
    • Corte y bandas de ordenanza flamencas (príncipe del Piamonte);
    • Caballería austriaca (Maximiliano);
    • Caballería de Brandeburgo (marqués Juan);
    • Infantería alemana de Madruzzo;
    • Infantería italiana.
  • Retaguardia (Prusia): 2.000 caballos y 8.000 infantes.
    • Caballería de Prusia;
    • Infantería alemana de Regensburg.

Cuando uno de ellos llega al punto de destino, forma inmediatamente el escuadrón hasta la llegada del siguiente, y así sucesivamente en todas las etapas para evitar sorpresas. Con este orden llegan a Neuburg, que los ciudadanos rinden sin lucha entregando a sus capitanes, a quienes el emperador perdona la vida.

El campo luterano aprovecha un día de octubre una espesa niebla para pasar junto al imperial y refugiarse en Nördlingen, plaza fortificada en unas alturas que la convertían en inexpugnable. Ni el emperador ni Hesse se atreven a plantear batalla campal, limitándose las acciones a nuevas escaramuzas.

Cansado de esta situación, el emperador decide tomar sucesivamente todas las fortalezas que se erigían en la ribera izquierda del Danubio, para privar a sus enemigos de esta vía de comunicaciones y abastecimiento. Así caen Donauwörth Dilinga, Hoster, Lauingen y Gundelfingen.

Esta táctica tampoco da el resultado apetecido, pues los luteranos no aceptan el combate y se limitan a moverse de Nördlingen a Giengen, escaramuceando con la vanguardia imperial durante los meses de octubre y noviembre. En estos días fallece Jorge de Rensburg y Farnesio tiene que regresar a Roma por indisposición. El propio emperador sufre ataques continuos de gota que le obligan a sustituir el estribo derecho por una toca. A modo de compensación, recibe nuevas de su hermano Fernando, quien ha deshecho el ejército del duque de Sajonia y le ha tomado la mayor parte de su estado.

A 27 de noviembre la falta de víveres obliga a los luteranos a salir de Giengen, lo que aprovecha Alba para perseguirlos con toda la caballería. Aunque alcanza su retaguardia, no consigue evitar que el grueso se asiente en Heidenheim, plaza muy fortificada, como reconocerá el capitán Luis Quijada (Arce). Máxime estando ya la estación tan avanzada y la tropa tan cansada y gastada por el frío y las continuas marchas.

A comienzos de diciembre los exploradores imperiales comunican que los luteranos han dividido su campo en dos: una parte se dirige de vuelta a Augsburgo y la otra pretende adentrarse en Franconia, tierra muy rica donde no les faltarían víveres ni botín. El emperador decide adelantarse a este núcleo tomando Rothenburg y enviado a Bura con sus tropas borgoñonas a Frankfurt, tras lo que pueden regresar a Flandes para invernar. Él instala su corte en Hall de Suabia, donde a mediados de diciembre viene el conde Palatino a suplicar su perdón.

Por el contrario, el duque de Wurtemberg supone una amenaza, por lindar sus tierra con Francia, por lo que Carlos envía contra él a Alba con la caballería pesada napolitana, las banderas españolas, los regimientos de Madruzzo y Hamburg, y a los escasos italianos que quedan. El duque se rinde sin lucha y entrega al emperador tres grandes fortalezas, en las que se halla mucha artillería luterana. Desde allí se traslada Carlos a Ulm, que se rinde igualmente y donde recibe la embajada de Augsburgo, con lo que quedó sometida toda Suabia y Franconia.

1548

Alonso de Vives muere ante Konstan y es relevado por Bernardo de Aldana, que llevó el Nápoles II a Hungría aquel mismo año.