Diferencia entre revisiones de «Guerra de la Liga de Esmalcalda»
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* | * Eriprando Madruzzo, hermano del cardenal de Trento; | ||
* Jorge de Regensburg (Ratisbona); | * Jorge de Regensburg (Ratisbona); | ||
* Hamburg; | * Hamburg; | ||
* Marqués de Marignano, general de la artillería. | * Marqués de Marignano, general de la artillería. | ||
Llama también a Álvaro de Sande que estaba en Hungría con su tercio de 2.800 españoles; a Diego de Arce con los 3.000 que tenía en Lombardía y a | Llama también a Álvaro de Sande que estaba en Hungría con su tercio de 2.800 españoles; a Diego de Arce con los 3.000 que tenía en Lombardía y a Alfonso Vives con los de Nápoles. El marqués Alberto de Brandemburgo aportó los 2.500 caballos con los que estaba obligado a servir. Johann de Brandenburgo aportó otros 600, Enrique 400, el marqués de Prusia 1.000 y el archiduque Maximiliano de Austria 1.500. | ||
El papa aporta 12.000 infantes italianos y 800 caballos, que conduce su sobrino Octavio Farnesio; el duque de Ferrara, 200 jinetes; el duque de Florencia, 200 infantes; los virreyes de Nápoles y Sicilia, 80.000 ducados cada uno. El conde Maximilian van Egmont, conde de Buren, antiguo enemigo del emperador, levantó en Flandes 10.000 alemanes bajos y 3.000 caballos. | El papa aporta 12.000 infantes italianos y 800 caballos, que conduce su sobrino Octavio Farnesio; el duque de Ferrara, 200 jinetes; el duque de Florencia, 200 infantes; los virreyes de Nápoles y Sicilia, 80.000 ducados cada uno. El conde Maximilian van Egmont, conde de Buren, antiguo enemigo del emperador, levantó en Flandes 10.000 alemanes bajos y 3.000 caballos. | ||
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Pero todas esas fuerzas, bajo el mando conjunto del duque de Alba, estaban aún dispersas por Alemania e Italia y el emperador aislado en Ratisbona, tierra de luteranos, escoltado únicamente por las 500 lanzas de su guardia real. Los protestantes salen de Augsburg con 22 banderas de esa ciudad, 6 de Wittemberg, 4 de Ulm, 1.500 caballos y 28 piezas de artillería, al mando de Sebastian Xertel, antiguo alabardero imperial durante el saco de Roma. Se dirigen a Innsbruck para impedir el paso a las tropas que venían de Italia, pero las banderas napolitanas habían embarcado en Apulia y desembarcado en Dalmacia, dirigiéndose a Alemania por Carintia y Estiria. | Pero todas esas fuerzas, bajo el mando conjunto del duque de Alba, estaban aún dispersas por Alemania e Italia y el emperador aislado en Ratisbona, tierra de luteranos, escoltado únicamente por las 500 lanzas de su guardia real. Los protestantes salen de Augsburg con 22 banderas de esa ciudad, 6 de Wittemberg, 4 de Ulm, 1.500 caballos y 28 piezas de artillería, al mando de Sebastian Xertel, antiguo alabardero imperial durante el saco de Roma. Se dirigen a Innsbruck para impedir el paso a las tropas que venían de Italia, pero las banderas napolitanas habían embarcado en Apulia y desembarcado en Dalmacia, dirigiéndose a Alemania por Carintia y Estiria. | ||
Al verse burlado, Xertel se repliega hasta | Al verse burlado, Xertel se repliega hasta Tonabert, en la frontera entre Baviera y Suabia. Craso error, porque el emperador seguía aislado en Ratisbona y entre ambos apenas había un par de fortalezas ocupadas por las banderas de Pedro de Guzmán. Carlos deja en Ratisbona a Pirro Colonna con 4.000 tudescos, una bandera de españoles y artillería suficiente, y marcha a Landshut. El 10 de agosto llega allí Octavio Farnesio con el campo italiano y en días sucesivos el resto de tropas alemanas. | ||
Cuando tiene reunido todo su ejército, Carlos se dirige a Ingolstadt, donde sus jinetes le avisan de que se aproxima el campo luterano por la otra ribera del Danubio. Como a criterio de Alba no tiene entidad suficiente, se articula en solo dos escalones: | Cuando tiene reunido todo su ejército, Carlos se dirige a Ingolstadt, donde sus jinetes le avisan de que se aproxima el campo luterano por la otra ribera del Danubio. Como a criterio de Alba no tiene entidad suficiente, se articula en solo dos escalones: | ||
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** Infantería y caballería ligera borgoñona (Buren); | ** Infantería y caballería ligera borgoñona (Buren); | ||
** Infantería española. | ** Infantería española. | ||
* Batalla (Carlos): | * Batalla (Carlos): | ||
** Corte y bandas de ordenanza flamencas (príncipe del Piamonte); | ** Corte y bandas de ordenanza flamencas (príncipe del Piamonte); | ||
** Caballería austriaca (Maximiliano); | ** Caballería austriaca (Maximiliano); | ||
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Al conocer la aplastante derrota de su aliado, el landgrave de Hesse intenta pactar por mediación del duque Mauricio y del elector de Brandeburgo, pero el emperador rechaza cualquier negociación y le exige su rendición incondicional. El rey Fernando parte hacia Praga con 2.000 caballos y los 6.000 infantes de Marignano, pero el emperador prefiere encaminarse hacia las tierras del landgrave, a quien considera más peligroso. Antes de partir, los caballeros húngaros suplican a Carlos que envíe socorro a Hungría. Cuando llega a Hall, recibe la sumisión del landgrave, coincidiendo con un enfrentamiento entre españoles y alemanes. El duque de Alba lo lleva preso, encomendando su custodia al capitán Juan de Guevara del tercio de Lombardía (Arce). Se derriban casi todas las fortalezas protestantes y se reúne su artillería en Frankfurt, desde donde se envían 300 piezas a Flandes, 200 a España, 50 a Nápoles, 50 a Milán y 40 a La Goleta. | Al conocer la aplastante derrota de su aliado, el landgrave de Hesse intenta pactar por mediación del duque Mauricio y del elector de Brandeburgo, pero el emperador rechaza cualquier negociación y le exige su rendición incondicional. El rey Fernando parte hacia Praga con 2.000 caballos y los 6.000 infantes de Marignano, pero el emperador prefiere encaminarse hacia las tierras del landgrave, a quien considera más peligroso. Antes de partir, los caballeros húngaros suplican a Carlos que envíe socorro a Hungría. Cuando llega a Hall, recibe la sumisión del landgrave, coincidiendo con un enfrentamiento entre españoles y alemanes. El duque de Alba lo lleva preso, encomendando su custodia al capitán Juan de Guevara del tercio de Lombardía (Arce). Se derriban casi todas las fortalezas protestantes y se reúne su artillería en Frankfurt, desde donde se envían 300 piezas a Flandes, 200 a España, 50 a Nápoles, 50 a Milán y 40 a La Goleta. | ||
Simultáneamente, Pedro Luis Farnesio, duque de Parma, se alía con Enrique II de Francia y el conde Flisco para apoderarse de Génova con el beneplácito de su padre Paulo III. Andrea Doria consigue escapar a duras penas pero es asesinado su sobrino Juanetín. La conjura fracasa porque esa misma noche Flisco cae al mar y se ahoga. Doria se cobra venganza empleando al propio embajador de Parma, Agostino de Landa, quien el 10 de septiembre solivianta a algunos parmesanos disidentes que cuelgan a Farnesio de una ventana hasta su muerte. Su cómplice, el marqués de Masa es arrestado por Hernando de Gonzaga, quien lo decapita en Milán. | |||
==1548== | |||
Furioso el papa con el desenlace, decide trasladar el concilio de Trento a Bolonia, para enfado del emperador y de los luteranos, que se niegan a abandonar el territorio imperial. | |||
El emperador convoca dieta en Augsburgo y propone como heredero a su hijo Felipe. El propio rey Fernando se opone, argumentando que, dada la vastedad de los dominios ultramarinos, los conflictos religiosos en Alemania supondrían una carga y que, por tanto, era preferible dividir la herencia. El rey de Polonia exige que se restituyan los bienes al duque Alberto de Brandeburgo por considerarlo súbdito suyo, pero el gran maestre de la orden Teutónica le recuerda que Prusia es territorio imperial. Respecto a los asuntos religiosos, el 15 de mayo se promulga el llamado Ínterim de Augsburgo, por el cual se conceden a los protestantes algunos privilegios, como el matrimonio sacerdotal y la comunión bajo las dos especies. | |||
La ciudad libre de Constanza, en la frontera con Suiza, seguía en rebeldía, por lo que el emperador envía al tercio de Nápoles a someterla. El 6 de agosto Alfonso Vives muere de un arcabuzazo, al parecer, salido de sus propias filas. No obstante, los españoles se cobran cumplida venganza incendiando un centenar de casas con sus habitantes dentro. Es relevado por Bernardo de Aldana, que lleva el tercio a Hungría. | |||
== | Acabada la dieta, y una vez repuesto de unas fiebres tercianas (paludismo), el emperador sale hacia Ulm, Espira, Maguncia, Colonia y Estrasburgo, entrando en Flandes a finales de septiembre. Lleva consigo al duque de Sajonia y al landgrave, que encierra en la fortaleza de Malinas con guardia española. | ||
Temeroso de que otra enfermedad acabe con su vida, el emperador decide llamar a su lado al príncipe Felipe, para instruirle en el gobierno de los estados europeos. A tal efecto, envía a recogerle al duque de Alba, portando una detallada carta por si falleciera antes de su llegada. Llegado a los Países Bajos, fue jurado por heredero por todas la provincias. | |||
==1550== | |||
A finales de mayo de 1550 salen Carlos y Felipe en dirección a Augsburgo, donde se ha convocado nueva dieta. Van escoltados por las guardias de a pie y a caballo, y algunas bandas de ordenanza de Flandes. Cuando llegan el 26 de julio, faltan muchos nobles protestantes, entre ellos, el duque Mauricio de Sajonia, a pesar de las muchas mercedes recibidas. Argumenta que no piensa asistir si a los doctores protestantes no se les otorga un salvoconducto para asistir al concilio de Trento. Entretanto, el landgrave intenta fugarse varias veces, pero la guardia española se lo impide y ejecuta a sus colaboradores. | |||
==Referencias== | ==Referencias== | ||
===Notas=== | ===Notas=== | ||
<references /> | <references /> | ||
===Bibliografía=== | ===Bibliografía=== | ||
* Sandoval, Prudencio: ''Historia de la vida y hechos del emperador Carlos V''. | * Sandoval, Prudencio: ''Historia de la vida y hechos del emperador Carlos V''. Geronymo Verdussen. 1614/1681. | ||
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Revisión actual - 18:41 28 jun 2025
1546
Ante el fracaso de la dieta de Ratisbona, el emperador encomienda a 4 coroneles alemanes que organicen otros tantos regimientos, cada uno de ellos a 12 compañías y 4.000 hombres:
- Eriprando Madruzzo, hermano del cardenal de Trento;
- Jorge de Regensburg (Ratisbona);
- Hamburg;
- Marqués de Marignano, general de la artillería.
Llama también a Álvaro de Sande que estaba en Hungría con su tercio de 2.800 españoles; a Diego de Arce con los 3.000 que tenía en Lombardía y a Alfonso Vives con los de Nápoles. El marqués Alberto de Brandemburgo aportó los 2.500 caballos con los que estaba obligado a servir. Johann de Brandenburgo aportó otros 600, Enrique 400, el marqués de Prusia 1.000 y el archiduque Maximiliano de Austria 1.500.
El papa aporta 12.000 infantes italianos y 800 caballos, que conduce su sobrino Octavio Farnesio; el duque de Ferrara, 200 jinetes; el duque de Florencia, 200 infantes; los virreyes de Nápoles y Sicilia, 80.000 ducados cada uno. El conde Maximilian van Egmont, conde de Buren, antiguo enemigo del emperador, levantó en Flandes 10.000 alemanes bajos y 3.000 caballos.
Pero todas esas fuerzas, bajo el mando conjunto del duque de Alba, estaban aún dispersas por Alemania e Italia y el emperador aislado en Ratisbona, tierra de luteranos, escoltado únicamente por las 500 lanzas de su guardia real. Los protestantes salen de Augsburg con 22 banderas de esa ciudad, 6 de Wittemberg, 4 de Ulm, 1.500 caballos y 28 piezas de artillería, al mando de Sebastian Xertel, antiguo alabardero imperial durante el saco de Roma. Se dirigen a Innsbruck para impedir el paso a las tropas que venían de Italia, pero las banderas napolitanas habían embarcado en Apulia y desembarcado en Dalmacia, dirigiéndose a Alemania por Carintia y Estiria.
Al verse burlado, Xertel se repliega hasta Tonabert, en la frontera entre Baviera y Suabia. Craso error, porque el emperador seguía aislado en Ratisbona y entre ambos apenas había un par de fortalezas ocupadas por las banderas de Pedro de Guzmán. Carlos deja en Ratisbona a Pirro Colonna con 4.000 tudescos, una bandera de españoles y artillería suficiente, y marcha a Landshut. El 10 de agosto llega allí Octavio Farnesio con el campo italiano y en días sucesivos el resto de tropas alemanas.
Cuando tiene reunido todo su ejército, Carlos se dirige a Ingolstadt, donde sus jinetes le avisan de que se aproxima el campo luterano por la otra ribera del Danubio. Como a criterio de Alba no tiene entidad suficiente, se articula en solo dos escalones:
- Vanguardia, al mando de Alba: 10.000 alemanes;
- Batalla, al mando el emperador: españoles e italianos;
- Flancos: caballería.
Asentados ambos campos en los alrededores de la plaza el 26 de agosto, Alba envía a Sande y Arce a escaramucear con el enemigo, matándoles más de 400 centinelas en una encamisada que se saldó con solo 2 bajas propias. Un par de días después la encamisada la protagoniza Alessandro Vitelo con los italianos.
Cuando recibe otros 7.000 hombres como refuerzo, el landgrave de Hesse decide atacar y ordena levantar su campo, que se mueve muy lentamente por arrastrar 130 cañones y 800 carros de munición. Divide las piezas en dos grandes baterías y comienza a batir el campo imperial, que Alba ya tenía desplegado y que solo contaba con 40 piezas, de las que 6 acabaron reventando. Pese a la lluvia de fuego, que dura 9 horas, tanto el emperador como Alba recorrían sus filas enardeciendo a sus tropas, saliendo ilesos por puro milagro al morir varios de sus acompañantes.
El segundo día no hubo bombardeo, lo que aprovecha Alba para ordenar reparar las defensas y sacar a su caballería y arcabuceros españoles a escaramucear. A Madruzzo y Vivas los envía a degollar 3.000 suizos que habían quedado alojados en Neuburg.
El 31 de agosto se reinició la batería, esta vez con menor efecto al estar las trincheras mejor protegidas. Esa noche, Vivas organiza otra encamisada y ocupa una de las trincheras enemigas. Otro día un soldado cántabro llamado Martín Alonso aceptó el duelo a un luterano que se mofaba de los españoles. Cuan David contra Goliat lo mató de un picazo y le cortó la cabeza pero cuando volvió a su trinchera a punto estuvo de perder la suya por desobedecer la orden de Carlos de no abandonarla, salvándose por la intercesión de su maestre de campo y todos sus compañeros.
A comienzos de septiembre, visto el escaso éxito de sus bombardeos, Hesse ordena la retirada a Neuburg. El emperador les deja marchar porque espera a Buren, que viene de Flandes con 3.000 caballos de Brandeburgo, 4.000 borgoñones y 25.000 infantes. Por el camino había recogido a los españoles e italianos que habían servido en Picardía como mercenarios de Enrique VIII.
Cuando intenta cruzar el Rin a la altura de Frankfurt, los luteranos intentan hacerle una emboscada, pero Egmont consigue burlarlos mediante una estratagema, haciéndoles creer que ya había cruzado todo su campo cuando solo lo había hecho la vanguardia, lo que bastó para poner en fuga a sus enemigos. Así pudo reunirse con Carlos el 15 de septiembre en Ingolstadt.
Reunido todo el ejército, tenía ya la entidad suficiente para constituir tres escalones sin que ninguno de ellos fuese demasiado débil:
- Vanguardia (Alba): 3.000 caballos y 17.000 infantes.
- Infantería y caballería ligera borgoñona (Buren);
- Infantería española.
- Batalla (Carlos):
- Corte y bandas de ordenanza flamencas (príncipe del Piamonte);
- Caballería austriaca (Maximiliano);
- Caballería de Brandeburgo (marqués Juan);
- Infantería alemana de Madruzzo;
- Infantería italiana.
- Retaguardia (Prusia): 2.000 caballos y 8.000 infantes.
- Caballería de Prusia;
- Infantería alemana de Regensburg.
Cuando uno de ellos llega al punto de destino, forma inmediatamente el escuadrón hasta la llegada del siguiente, y así sucesivamente en todas las etapas para evitar sorpresas. Con este orden llegan a Neuburg, que los ciudadanos rinden sin lucha entregando a sus capitanes, a quienes el emperador perdona la vida.
El campo luterano aprovecha un día de octubre una espesa niebla para pasar junto al imperial y refugiarse en Nördlingen, plaza fortificada en unas alturas que la convertían en inexpugnable. Ni el emperador ni Hesse se atreven a plantear batalla campal, limitándose las acciones a nuevas escaramuzas.
Cansado de esta situación, el emperador decide tomar sucesivamente todas las fortalezas que se erigían en la ribera izquierda del Danubio, para privar a sus enemigos de esta vía de comunicaciones y abastecimiento. Así caen Donauwörth Dilinga, Hoster, Lauingen y Gundelfingen.
Esta táctica tampoco da el resultado apetecido, pues los luteranos no aceptan el combate y se limitan a moverse de Nördlingen a Giengen, escaramuceando con la vanguardia imperial durante los meses de octubre y noviembre. En estos días fallece Jorge de Rensburg y Farnesio tiene que regresar a Roma por indisposición. El propio emperador sufre ataques continuos de gota que le obligan a sustituir el estribo derecho por una toca. A modo de compensación, recibe nuevas de su hermano Fernando, quien ha deshecho el ejército del duque de Sajonia y le ha tomado la mayor parte de su estado.
A 27 de noviembre la falta de víveres obliga a los luteranos a salir de Giengen, lo que aprovecha Alba para perseguirlos con toda la caballería. Aunque alcanza su retaguardia, no consigue evitar que el grueso se asiente en Heidenheim, plaza muy fortificada, como reconocerá el capitán Luis Quijada (Arce). Máxime estando ya la estación tan avanzada y la tropa tan cansada y gastada por el frío y las continuas marchas.
A comienzos de diciembre los exploradores imperiales comunican que los luteranos han dividido su campo en dos: una parte se dirige de vuelta a Augsburgo y la otra pretende adentrarse en Franconia, tierra muy rica donde no les faltarían víveres ni botín. El emperador decide adelantarse a este núcleo tomando Rothenburg y enviado a Buren con sus tropas borgoñonas a Frankfurt, tras lo que pueden regresar a Flandes para invernar. Él instala su corte en Hall de Suabia, donde a mediados de diciembre viene el conde Palatino a suplicar su perdón.
Por el contrario, el duque de Wurtemberg supone una amenaza, por lindar sus tierra con Francia, por lo que Carlos envía contra él a Alba con la caballería pesada napolitana, las banderas españolas, los regimientos de Madruzzo y Hamburg, y a los escasos italianos que quedan. El duque se rinde sin lucha y entrega al emperador tres grandes fortalezas, en las que se halla mucha artillería luterana. Desde allí se traslada Carlos a Ulm, que se rinde igualmente y donde recibe la embajada de Augsburgo, con lo que quedó sometida toda Suabia y Franconia.
1547
Cuando se disuelve el ejército de la liga, Juan Federico de Sajonia-Wittemberg recoge buena parte de él y recupera su estado, que había sido ocupado por el rey de Romanos. No contento con ello, invade el ducado rival de Mauricio de Sajonia-Meissen y amenaza con extender su influencia al vecino reino de Bohemia. Para detenerlo, el emperador envía al marqués de Brandeburgo con el tercio de Sande, al marqués de Marignano con sus 8 banderas tudescas y 1.000 caballos. Para sujetar a los bohemios envía a Alberto de Brandeburgo con 2.000 caballos y 10 banderas, a las que Fernando aporta otras 6 banderas y 500 caballos.
En Ulm, Carlos recibió la sumisión del duque de Wurtenberg y, trasladado a Nördligen, recibió la de Argentina (Estrasburgo). Mientras tiene que detenerse en Erlinge por causa de la gota, el duque Juan Federico captura al marqués Alberto en Roqueliz. Pasa después a Núremberg acompañado de Alba, la caballería napolitana y alemana, los españoles y los regimientos de Marignano y Madruzzo, quien muere de calenturas. Además de proveerlo en otro coronel, levanta un quinto que encomienda a Hans Walter.
El 20 de marzo entra el campo imperial en Eguer (Bohemia), donde se reúne con el que traen el rey de Romanos (800 caballos austriacos y 900 húngaros), el duque Mauricio (1.000 caballos) y el hijo del elector, Juan Jorge (400 caballos). Toda su infantería había quedado guardando las villas de Sajonia recién conquistadas.
Tras pasar la Semana Santa en Meissen, el capitán Aldana y sus arcabuceros a caballos traen la noticia de que el duque de Sajonia (6.000 infantes, 3.000 caballos y 21 cañones) pretende hacerse fuerte en Wittemberg pero ha hecho un alto en Mühlberg, al otro lado del Elba, río que han cruzado mediante un puente de barcas articulado en tres tramos. Decidido a plantar batalla, el 24 de abril Carlos ordena a Alba que todo el ejército cruce por un vado que les descubre un lugareño, afrentado días antes por los luteranos.
Los exploradores advierten a Juan Federico que lo que ellos consideran la vanguardia imperial está cruzando el río, impedidos de ver que se trataba de todo el campo por un bosque. Amparada tras unos muros ribereños, su artillería comienza a disparar contra el vado, pero unos arcabuceros de Lombardía (en realidad, Hungría) se meten en el río con el agua hasta el pecho y realizan una descarga tan nutrida que impide que aquellos puedan asomarse a apuntar sus piezas. Otros arcabuceros capturan dos de los tres tramos del puente de barcas luteranas.
Viéndose acometido sin esperarlo, Juan Federico ordena levantar su campo en dirección a Torgau (sin saber que allí le esperaba la mitad de la caballería imperial), pero Alba monta a los arcabuceros de Nápoles a las ancas de los 400 caballos de Salmona y de los 450 húngaros para que crucen rápidamente en su persecución, a la que se une él mismo con la caballería napolitana. El resto de la infantería española cruza el puente de barcas seguido de la alemana mientras que el emperador cruza a caballo con su escolta, la caballería alemana y la austriaca.
Juan Federico ordena a sus hombres que se refugien en un bosque próximo, enviando a sus arcabuceros a caballo a proteger la retirada. Pero la caballería imperial los pone en fuga y arremete contra la infantería, que huye desordenada. El duque es herido en el rostro, capturado por unos jinetes españoles y llevado ante el emperador, quien le recuerda sus pasadas afrentas. Los luteranos pierden 2.000 infantes y 500 jinetes, pero el número de prisioneros fue mucho mayor, incluyendo al duque de Brunswick. Tanto este como el de Sajonia son entregados al maestre Vives para su custodia. Las pérdidas imperiales apenas sumaron 50 jinetes.
El consejo de guerra condena a muerte a Juan Federico pero, llegado el campo imperial a Wittemberg, Carlos le conmuta la pena a cambio de que entregue esta plaza sin resistencia y de que renuncie a la dignidad electoral en beneficio de Mauricio. Salen de la plaza 3.000 soldados luteranos, pero Juan Federico consigue que no entren tropas extranjeras sino 4 banderas alemanas.
Al conocer la aplastante derrota de su aliado, el landgrave de Hesse intenta pactar por mediación del duque Mauricio y del elector de Brandeburgo, pero el emperador rechaza cualquier negociación y le exige su rendición incondicional. El rey Fernando parte hacia Praga con 2.000 caballos y los 6.000 infantes de Marignano, pero el emperador prefiere encaminarse hacia las tierras del landgrave, a quien considera más peligroso. Antes de partir, los caballeros húngaros suplican a Carlos que envíe socorro a Hungría. Cuando llega a Hall, recibe la sumisión del landgrave, coincidiendo con un enfrentamiento entre españoles y alemanes. El duque de Alba lo lleva preso, encomendando su custodia al capitán Juan de Guevara del tercio de Lombardía (Arce). Se derriban casi todas las fortalezas protestantes y se reúne su artillería en Frankfurt, desde donde se envían 300 piezas a Flandes, 200 a España, 50 a Nápoles, 50 a Milán y 40 a La Goleta.
Simultáneamente, Pedro Luis Farnesio, duque de Parma, se alía con Enrique II de Francia y el conde Flisco para apoderarse de Génova con el beneplácito de su padre Paulo III. Andrea Doria consigue escapar a duras penas pero es asesinado su sobrino Juanetín. La conjura fracasa porque esa misma noche Flisco cae al mar y se ahoga. Doria se cobra venganza empleando al propio embajador de Parma, Agostino de Landa, quien el 10 de septiembre solivianta a algunos parmesanos disidentes que cuelgan a Farnesio de una ventana hasta su muerte. Su cómplice, el marqués de Masa es arrestado por Hernando de Gonzaga, quien lo decapita en Milán.
1548
Furioso el papa con el desenlace, decide trasladar el concilio de Trento a Bolonia, para enfado del emperador y de los luteranos, que se niegan a abandonar el territorio imperial.
El emperador convoca dieta en Augsburgo y propone como heredero a su hijo Felipe. El propio rey Fernando se opone, argumentando que, dada la vastedad de los dominios ultramarinos, los conflictos religiosos en Alemania supondrían una carga y que, por tanto, era preferible dividir la herencia. El rey de Polonia exige que se restituyan los bienes al duque Alberto de Brandeburgo por considerarlo súbdito suyo, pero el gran maestre de la orden Teutónica le recuerda que Prusia es territorio imperial. Respecto a los asuntos religiosos, el 15 de mayo se promulga el llamado Ínterim de Augsburgo, por el cual se conceden a los protestantes algunos privilegios, como el matrimonio sacerdotal y la comunión bajo las dos especies.
La ciudad libre de Constanza, en la frontera con Suiza, seguía en rebeldía, por lo que el emperador envía al tercio de Nápoles a someterla. El 6 de agosto Alfonso Vives muere de un arcabuzazo, al parecer, salido de sus propias filas. No obstante, los españoles se cobran cumplida venganza incendiando un centenar de casas con sus habitantes dentro. Es relevado por Bernardo de Aldana, que lleva el tercio a Hungría.
Acabada la dieta, y una vez repuesto de unas fiebres tercianas (paludismo), el emperador sale hacia Ulm, Espira, Maguncia, Colonia y Estrasburgo, entrando en Flandes a finales de septiembre. Lleva consigo al duque de Sajonia y al landgrave, que encierra en la fortaleza de Malinas con guardia española.
Temeroso de que otra enfermedad acabe con su vida, el emperador decide llamar a su lado al príncipe Felipe, para instruirle en el gobierno de los estados europeos. A tal efecto, envía a recogerle al duque de Alba, portando una detallada carta por si falleciera antes de su llegada. Llegado a los Países Bajos, fue jurado por heredero por todas la provincias.
1550
A finales de mayo de 1550 salen Carlos y Felipe en dirección a Augsburgo, donde se ha convocado nueva dieta. Van escoltados por las guardias de a pie y a caballo, y algunas bandas de ordenanza de Flandes. Cuando llegan el 26 de julio, faltan muchos nobles protestantes, entre ellos, el duque Mauricio de Sajonia, a pesar de las muchas mercedes recibidas. Argumenta que no piensa asistir si a los doctores protestantes no se les otorga un salvoconducto para asistir al concilio de Trento. Entretanto, el landgrave intenta fugarse varias veces, pero la guardia española se lo impide y ejecuta a sus colaboradores.
Referencias
Notas
Bibliografía
- Sandoval, Prudencio: Historia de la vida y hechos del emperador Carlos V. Geronymo Verdussen. 1614/1681.