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La caballería europea del siglo XIX

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Esta nueva era cambia por completo el paisaje europeo. Italia consigue reunificarse por primera vez desde el Imperio romano. Alemania también se reunifica y se convierte, además, en la nación más poderosa del continente. El Imperio británico alcanza su máximo apogeo con la reina Victoria. Francia llega a dominar toda Europa con Napoleón Bonaparte, para ver después reducidas sus fronteras a los límites del siglo anterior y sufrir la amputación de Alsacia y Lorena. Austria se ve separada de Alemania y comienza a expandirse en los Balcanes. El Imperio otomano tiene que ceder numerosos territorios europeos que, al final, quedan reducidos a Tracia. Rusia se expande en todas direcciones y sueña con arrebatar Constantinopla a la Sublime Puerta.
La Revolución francesa sustituyó los reducidos ejércitos reales por otros nacionales, basados en el reclutamiento masivo de ciudadanos conscriptos. Paralelamente aumentaron las víctimas civiles, pues toda Europa se convirtió en un inmenso campo de batalla sin vanguardias ni retaguardias. Para Clausewitz (1832), estas guerras de segunda generación (2GW) no eran “simplemente un acto político, sino una continuación de las relaciones políticas con otros medios”. Introducía, además, el concepto de “fricción”: la diferencia entre la planificación teórica de las campañas y sus resultados prácticos, debido a factores como la incertidumbre sobre las fuerzas propias y la falta de información sobre las enemigas. La edad de oro de la [[caballería]] culmina durante las [[guerras Napoleónicas]] para ir eclipsándose poco a poco a lo largo del [[siglo XIX]]. Es ahora cuando aparece el resto de [[instituto]]s, cuando se mejora y especializa su [[armamento]], cuando se visten los más vistosos [[uniforme]]s y cuando se producen las [[carga]]s más heroicas. Se mantiene la [[carga]] al [[galope]] y al [[arma]] blanca, reagrupándose las [[unidadunidades]]es para dar una nueva en caso de resultar fallida la primera. La no observación de esta norma provocará no pocos desastres. Desde Federico II de Prusia había vuelto a ser un [[arma]] tan decisiva como la [[infantería]], aunque sin llegar a quitarle protagonismo en la [[batalla]] como hará la [[artillería]] tras la Revolución industrial. Esta tendencia se inicia con el artillero más famoso del mundo: Napoleón Bonaparte y llega a su máxima expresión con los rusos, que compensan así la debilidad y escasa motivación de su [[infantería]].
Mientras los franceses impulsaban el desarrollo de la [[infantería]] ligera, que en nutridas avanzadillas precedía a las [[columna]]s, Wellington seguía formando en las dos [[línea]]s clásicas, aunque suavizando algo la rigidez prusiana. Ahora pasa a ser más fuerte la segunda [[línea]], que normalmente se mantiene apartada del combate y protegida por obstáculos naturales o por la [[artillería]] y [[caballería]] propias hasta la fase decisiva del [[combate]].
Respecto a la [[lanza]], las controversias fueron constantes durante todo el periodo. Montecuccoli y Saxe la llamaron la reina de las [[arma]]s, pero Vasallo ([[1852]]) ponía en duda su superioridad y recordaba que los [[cazadores]] de la [[Guardia Real]] vencieron en todas sus [[batalla]]s empleando solo el [[sable]]. Aunque reconoce la superioridad del [[lancero]] en el [[choque]] directo, no es partidario de dotar con esta [[arma]] a [[cazadores]] ni [[coraceros]], postura defendida por Ragusa. Jomini matizaba su incontestable ventaja en la [[carga]] con su ineficacia en el cuerpo a cuerpo, y proponía formar una [[línea]] de [[lanceros]] y otra de [[sable]]s. Esta formación, de hecho, sería muy empleada por los rusos. Durante esta época la [[pistola]] quedó relegada a ser un [[arma]] de defensa inmediata.
La segunda revolución industrial, el aumento de la población<ref>Europa pasó de 140 millones de habitantes en [[1750 ]] a 1.800 en [[1850]].</ref> y la mejora del [[armamento]], de las comunicaciones y de los medios de transporte, impulsarán la hasta ahora lenta evolución de los [[ejército]]s, hasta volverlos prácticamente irreconocibles. Al final del [[siglo XIX]], la [[caballería]] abandonará el [[choque]] y se verá reducida al [[reconocimiento]], mientras la [[infantería]] cederá el protagonismo en el [[combate]] a la [[artillería]]. Simultáneamente, las [[guerra]]s pasarán de ser minoritarias a generalizadas, hasta desembocar durante la Primera Guerra Mundial ([[1914]]-[[1918]]) en la llamada "guerra total".
==Francia==
Los revolucionarios franceses sustituyeron los movimientos precisos y complicados de la [[táctica]] alemana, por otros más sencillos, efectuados por [[columna]]s independientes que les permitían aprovechar mejor el [[terreno]]. La ''Grande Armée'' se dividió en seis [[cuerpo ]]s de ejército|cuerpos de [[ejército]], interarmas, autónomos y polivalentes, que se convirtieron en la [[unidad]] fundamental de [[combate]] al mando de un [[mariscal]]. Cada Como unidades de maniobra, cada uno se articulaba en contaba con varias [[división|divisiones]] de [[infantería]] a cuatro [[regimiento]]s como [[unidad]]es de [[maniobra]] dicha arma y estos en varios batallones a cuatro compañías de línea (''fusiliers''), una ligera (''voltigeurs'') y otra pesada (''grenadiers''). Cada cuerpo contaba con una división de [[caballería ligera]] (''hussards, chasseurs''), como [[unidad]] de [[reconocimiento]] y [[reserva]]. Además, había un séptimo cuerpo compuesto únicamente por [[caballería pesada]], que actuaba como [[reserva]] estratégica junto a la Guardia Imperial. Se articulaba en regimientos de [[caballería de línea]] (''dragons, lanciers'') y de [[caballería pesada]] (''cuirassiers, carabiniers''). La artillería aportaba dos baterías por división y el doble por cada cuerpo. Los ingenieros se dividieron en compañías de zapadores y de pontoneros. Para facilitar el mando de estos cuerpos tan complejos, nacieron los servicios de estado mayor y de telégrafos. La [[bayoneta]] y el [[sable]] se convirtieron en las estrellas de los campos de [[batalla]]. Los tiradores, a pie o a [[caballo]], se limitaban a preparar el [[combate]] desde posiciones ventajosas y a cubierto de la vista y el [[fuego]] del [[enemigo]]. Triunfó, por tanto, la movilidad y la iniciativa individual sobre el rígido orden de la escuela prusiana.
El autor de dicha [[táctica]] fue Guibert, autor del único libro que llevaba Napoleón Bonaparte en su maletín de [[campaña]]. Las Ordenanzas de [[1778]] ya incluían esta [[táctica]] que, en síntesis, consistía en un movimiento inicial por [[columna]]s de [[batallón]], un despliegue de tiradores y [[artillería]], una [[maniobra]] de la [[caballería]] y un asalto final al [[arma]] blanca. Con el empleo de las columnas se pretendía también ofrecer menos frente a unos [[cañón|cañones]] cada vez más precisos.
En general, Napoleón disponía sus fuerzas en dos [[línea]]s de igual potencia pero, mientras la primera desplegaba en [[batalla]], la segunda lo hacía en [[columna]]. Por delante se situaba una [[vanguardia]], cuya fuerza era un quinto del total. En [[retaguardia]] situaba a la [[caballería]] divisionaria, con la misión de detener a la [[enemigo|enemiga]] si rebasaba a la primera [[línea]]. La [[artillería]] se emplazaba en el centro y las [[ala]]s de la primera [[línea]]. En las marchas evitaba las grandes guarniciones, prefiriendo vivaquear por [[división|divisiones]], lo que le permitía aprovechar mejor los recursos del país, sin esquilmarlo con una densidad elevada de [[unidadunidades]]es.
A la Francia revolucionaria le costó tiempo y esfuerzo reconstruir su [[caballería]], al desaparecer prácticamente la [[oficial]]idad aristocrática. La mayor parte de los nuevos [[jinete]]s apenas sabía montar y casi ninguno de ellos cuidaba a sus [[caballo]]s de forma adecuada. La [[guerra de la Primera Coalición]] ([[1792]]-[[1797]]) acentuó la tendencia de especializar el [[armamento]], la [[instrucción]] y, a la postre, los [[instituto]]s del [[arma]].
La [[caballería pesada]] disponía de [[caballo]]s de gran [[alzada]], y formaba en [[fila]]s macizas y apretadas, armada con [[espada]]s largas y rectas concebidas para herir de punta. Esto se había demostrado más eficaz que la [[estocada]] lateral, ya que el [[infantería|infante]] podía desviar esta con su [[fusil]], la [[mochila]] y/o la manta. El éxito de los [[coraceros]] franceses, temibles bajo su doble [[peto]], hizo que prusianos y rusos devolvieran las suyas a los [[regimiento]]s de [[línea]], como también hicieron los ingleses después de la batalla de Waterloo ([[1815]]). Allí los ''Scott Greys'' cargaron sobre una [[brigada]] de [[infantería]] francesa y consiguieron apoderarse de una [[batería]] y un águila imperial, sin embargo el [[contraataque]] de los [[coraceros]] galos los puso en fuga con grandes pérdidas.
De igual forma, el éxito de los ulanos polacos motivó que la [[lanza]], prácticamente desparecida desde el [[siglo XVII]], fuera recuperada para los [[regimiento]]s de [[línea]] en toda Europa. En realidad, rusos y polacos nunca la habían desterrado, y en España se había conservado en Ceuta desde el [[siglo XVI]]. Con el paso del tiempo, y ante la importancia que cobraba el [[choque]], se fueron reduciendo las diferencias entre la [[caballería de línea]] y la [[caballería pesada|pesada]], adoptando la primera unos [[caballo]]s de mayor envergadura para favorecer la acometividad de los [[lanceros]] y el efecto psicológico que producían sobre los cuadros de [[infantería]].
Los [[dragones]] podían formar en [[vanguardia]] con la [[caballería ligera]] para ocupar posiciones favorables; o bien en [[retaguardia]] con la [[caballería pesada]], siendo entonces los encargados de perseguir al enemigo para explotar la victoria. A partir de Napoleón dejaron de ser un [[arma]] mixta y se integraron en la [[caballería ligera]], aunque para el duque de Ragusa siempre serían de [[infantería]]. A veces seguían al [[ejército]] a pie para remontarse en el país enemigo. Las [[división|divisiones]] de [[dragones]] tenían 3 [[brigada]]s a 2 [[regimiento]]s de 400 [[caballo]]s, mientras que las de [[caballería pesada]] tenían 2 o 3 [[brigada]]s a 2 [[regimiento]]s de 900 [[caballo]]s.
En [[1798]] Francia contaba ya con 29 [[regimiento]]s de [[caballería pesada]] (20.000 hombres), 20 de [[dragones]], 23 de [[cazadores]] y 11 de [[húsares]] (70.000 hombres). Con todo, nunca alcanzaron la perfección de la [[caballería]] prusiana, a la que no tenían nada que envidar en valor e ímpetu. Desde la batalla de Austerlitz ([[1805]]) a Moscú, Napoleón asignó al [[arma]] un papel cada vez más importante en la [[batalla]], adoptando nuevas [[táctica]]s como la [[carga]] en [[columna]], que tan brillante resultado proporcionó en la batalla de Eylau ([[1807]]).
El barón de Jomini ([[1852]]) fue también partidario de formar en dos [[línea]]s, aunque desplegadas en escalones o con intervalos alternos para evitar que si la [[caballería]] [[enemigo|enemiga]] penetrase, quedasen al descubierto los [[flanco]]s de la propia. Concebía cuatro formas de [[carga]]r:
* En desbandada.
El [[fuego]] para Jomini solo era conveniente cuando se pretendía debilitar a la [[infantería]] antes de una [[carga]] al [[arma]] blanca. En cambio, De Presle aseguraba que el [[fuego]] era el único modo de detener la [[carga]] [[enemigo|enemiga]] cuando había sorprendido a la propia y no le permitía retirarse. Así lo hicieron con éxito el [[general]] Lafarrier y los [[dragones]] de la División Saint Croix cerca de Pombal en [[1811]]. Warnery también recomendaba utilizar las [[armasarma]] s de [[fuego]] en [[maniobra]]s de [[retirada]] en presencia de fuerzas irregulares del [[enemigo]]. Con todo, los autores que dieron más importancia a las [[armasarma]] s de [[fuego]] fueron Bismarck y Okonef.
Aunque la opinión general era que una [[carga]] de [[caballería]] no resultaba efectiva contra un [[batallón]] de [[infantería]] formado en [[cuadro]], a no ser que se acompañara de una notable concentración de [[artillería]], Jomini recordaba los casos de Eylau y Dresde, en los que una fuerte ventisca azotaba de tal forma a la [[infantería]] que le impedía concentrarse. En el caso del [[choque]] entre dos [[unidadunidades]]es de [[caballería]], era partidario de la [[carga]] al [[trote]], con algunos [[escuadrón|escuadrones]] de [[caballería ligera]] o irregular lanzados a la desbandada contra los [[flanco]]s contrarios. Rocquancourt reconocía que la velocidad no era lo más importante de una [[carga]], sino mantener una formación cerrada y bien alineada, por lo que recomendaba no pasar al [[galope]] tendido hasta llegar a unos 60 metros del [[enemigo]]. Por el contrario, el duque de Ragusa prefería el ímpetu al orden. Todos ellos fueron partidarios de [[carga]]r en dos [[fila]]s con intervalos entre [[escuadrón|escuadrones]] y preferiblemente por escalones sucesivos. Los austriacos, en cambio, solo dejaban intervalos entre las [[división|divisiones]] lo que equivalía, según su orgánica, a cada dos [[escuadrón|escuadrones]].
Jomini consideraba que un [[ejército]] en [[campaña]] debía estar compuesto en su sexta parte por [[jinete]]s o bien en una décima si se combatía en terreno montañoso. Por esta época, la [[caballería]] suponía en Prusia y Baviera un cuarto de su [[ejército]], en Francia y Austria un quinto, en Rusia un sexto y en Gran Bretaña un octavo. Pese a ello, casi todos los [[general]]es de la época llegaron a quejarse de carecer de la [[caballería]] suficiente para haber evitado la derrota o para haber explotado la victoria. Sirva como ejemplo las batallas de Lutzen y Bautzen ([[1813]]), en las que Francia no pudo obtener una victoria decisiva por estar su [[caballería]] excesivamente desgastada tras la campaña rusa.
Por último, Jomini era partidario de la [[coraza]], de acero para la [[caballería de línea]] y de cuero para la [[caballería ligera|ligera]], pero se opuso frontalmente a la supresión de los [[dragones]], a pesar del poco rendimiento que obtuvieron los franceses en la [[guerra de Independencia Española]] ([[1808]]-[[1814]]). Según el general Renard ([[1857]]) toda la fuerza de un [[ejército]] estribaba en la primera [[línea]], por ello debía colocarse en ella a las [[tropa]]s más vigorosas de [[infantería]] y a los [[coraceros]] de [[caballería]], mientras la segunda [[línea]] servía de apoyo y [[reserva]]. Ante el [[enemigo]] se maniobraba por [[línea]]s o fracciones de [[línea]], avanzando en masa. En [[orden de combate]] perdían su sentido las [[división|divisiones]] y [[brigada]]s, existiendo tan solo el [[comandante]] en [[jefe]] y el [[comandante]] de cada [[línea]]. Evidentemente el único terreno que convenía a una formación tan amplia era una vasta llanura.
Según el general Renard ([[1857]]) toda la fuerza File:Cuerpo de un [[ejército]] estribaba en la primera [[línea]], por ello debía colocarse en ella a las [[tropa]]s más vigorosas de [[infantería]] y a los [[coraceros]] de [[caballería]], mientras la segunda [[línea]] servía de apoyo y [[reserva]]napoleónico. Ante el [[enemigo]] se maniobraba por [[línea]]s o fracciones de [[línea]], avanzando en masa. En [[orden de combate]] perdían su sentido las [[divisiónjpg|400px|divisionescenter]] y [[brigada]]s, existiendo tan solo el [[comandante]] en [[jefe]] y el [[comandante]] de cada [[línea]]. Evidentemente el único [[terreno]] que convenía a una formación tan amplia era una vasta llanura.
==Gran Bretaña==
Tras las [[guerras Napoleónicas]], los británicos tomaron buena cuenta de las novedades introducidas por el Imperio británico copió la [[caballería]] orgánica polivalente francesa y las aplicaron a asumió la propiahegemonía mundial. Entre sus hechos de armas más famosos destacan las dos [[carga]]s sucesivas llevadas a cabo por sus [[brigada]]s ligera y pesada en la batalla de Balaklava, La revolución industrial introdujo muchas innovaciones tecnológicas durante la guerra de Crimea (1853-1856). ==Iberoamérica==En las [[guerras de Independencia Hispanoamericanas]] hubo una alta proporción de [[caballería]] respecto a la [[infantería]]Emancipación Iberoamericana, a pesar de que solamente las regiones de Los Llanos (Venezuela) y La Pampa (Argentina) tenían un terreno adecuado. El caso más evidente se dio en la [[batalla de Carabobo (1821)]]Carlistas, donde la columna de Apure tenía 1.500 [[jinete]]s y 2.000 [[caballo]]s de [[reserva]] para solo 1.000 [[infantería|infante]]s. Pese a elloCrimea, los efectivos solían ser escasosSecesión, raras veces superaban los 10.000 hombres Unificación Italiana y, en caso contrario (Cura Hidalgo), la masa era tan heterogénea e indisciplinada que sucumbían fácilmente ante fuerzas muy inferiores (Calleja)Franco-PrusianaLos realistas dispusieron de algunas fuerzas regulares de veteranos europeosPosteriormente, casi exclusivamente formadas por [[infantería]], mientras que la [[caballería]] estaba formada mayoritariamente por [[voluntario]]s locales, instruidos según el [[Reglamento de milicias de 1801]]. Los [[regimiento]]s del [[arma]] solían constar de 4 [[escuadrón|escuadrones]] permitirían a reducidos cuerpos expedicionarios imponerse a 3 [[compañía]]s, pero estas tenían más plazas que en grandes ejércitos nativos durante la metrópoli por disponer de más [[ganado]].expansión colonial : En América predominaban los [[instituto]]s * El obús de [[granadero]]s y [[dragones]]hierro zunchado, aunque también había [[húsares]] y [[carabineros]]. Ante el buen resultado de los [[lanceros]] realistas cuyo alcance y de los llaneros de Boves, muchas unidades adoptaron la [[lanza]], no sin cierta resistencia<ref>El general Paz decía que en la campaña de Belgrano vio llorar amargamente precisión convirtió a [[soldados]] valientes porque se les había armado de [[lanza]].</ref>. San Martín, [[militar]] profesional, insistía en la [[esgrima]] del [[sable]] y la [[instrucción]] a [[caballo]]. Normalmente los sublevados contaron con más hombres y medios que los realistas, lo que no quería decir que fuesen más efectivos, como se vio artillería en Cancharrayada, donde el virrey del Perú derrotó a fuerzas muy superiores de San Martín. Una de las excepciones fue la [[batalla de Junín (1824)]], donde los 900 [[jinete]]s del [[coronel]] alemán Felipe Braun vencieron a 1.300 realistas gracias a la [[carga]] de los Húsares nueva reina del Perú. Desde entonces, la fiesta campo de la [[caballería]] en ese país se celebra en el aniversario de la [[batalla]]. También en la [[batalla * El fusil de Ayacucho (1824)]] el [[general]] Sucre derrotó con efectivos menores a La Sernapercusión, gracias a que el terreno impidió a este desplegar adecuadamente. En frentes tan amplios y con efectivos tan escasos es imposible enjuiciar el empleo ánima rayada y la capacidad alcanzada por la [[caballería]] según los patrones europeos de la época. No obstante cabe destacar la actuación de los [[Lanceros de Boves]] (antes pastores), que hicieron fracasar a Bolívar antes de pasarse al bando separatistacartucho metálico. * El propio Ferraz desembarcó como [[capitán]] en Arica en septiembre de [[1816]] junto a las fuerzas de La Serna. Allí formó el Escuadrón de Granaderos transporte de la Guardia, que se hizo famoso tropas por su disciplina y sirvió de estímulo y ejemplo al resto de la [[caballería]] realista. Ascendido por méritos de [[guerra]] a [[comandante]], [[teniente coronel]], [[coronel]] y [[brigadier]], fue nombrado en [[1823]] [[capitán general]] de la [[caballería]] del [[ejército]] del Sur, después del desastre de Cepita. Levantó la moral de los hombres ferrocarril hasta tal punto que con solo 100 [[jinete]]s cansados destrozó a dos [[escuadrón|escuadrones]] de los Dragones de Chile y al de Guías de Riva-Agüeroel frente. Lamentablemente no pudo desplegar * El acorazado a su [[caballería]] en la [[batalla de Ayacucho (1824)]]vapor==Estados Unidos==En la guerra de Secesión Estadounidense (1861-1865) se empleó por primera vez el telégrafo, el globo aerostático de * La observación, la [[mina]], la [[granada]] de mano, el [[fusil]] Spencer de 7 tiros desde globos aerostáticos y el Henry de 12<ref>Del fusil Henry decían los sudistas: "ese maldito fusil yankee que se puede cargar el domingo para disparar durante toda la semana".</ref>, así como el ferrocarril con fines militares (medio de [[transporte]] y plataforma de [[artillería]])fotografía. * La [[caballería]] fue durante toda la [[guerra]] no solo un [[arma]] utilísima, sino casi la principal. Cumplió su cometido normal en el campo de [[batalla]] así como sus peculiares servicios de seguridad, reconocimiento, enlace y exploraciónsanidad militar, y fue además destacada a grandes distancias del centro de operaciones para cumplir cometidos especiales, no practicados hasta entonces por reforzándose los [[ejército]]s contemporáneos, ni superados por éstos en campañas posterioresantiguos cirujanos profesionales con enfermeras voluntarias.
Los hombres En todos estos conflictos decimonónicos la caballería conoció un nuevo periodo de Stuartesplendor, Grierson y Sheridancargando a pecho petral contra los escuadrones enemigos, célebres por sus famosos ''raids''los cuadros de infantería o las baterías de artillería. En la mayoría de las ocasiones, figurarán siempre esto derivaba en una gesta tan heroica como inútil, pero que casaba bien con el espíritu romántico de la historia época. Sirva como ejemplo la carga de la brigada ligera británica en Balaclava durante la guerra de Crimea ([[caballería1853]] por haber demostrado el partido que se puede sacar al -[[arma1856]] cuando está bien dirigida), y ello a pesar inmortalizada por los versos de las nuevas [[arma]]s automáticas. Realizaron rápidos traslados a distancias increíbles, sorprendiendo campamentos, batiéndose cuando existía seguridad de victoria y rehuyendo el combate en casos dudosos, incendiando almacenes, fábricas, depósitos, destruyendo vías férreas, haciendo prisioneros, adquiriendo noticias y llevando la alarma al país. En resumen, devolvieron al [[arma]] el carácter estratégico que había perdido hacía muchos siglosLord Tennyson.
==Austria==
En la [[batalla]] de Custozza ([[1866]]), la [[brigada]] Pulz de la [[caballería]] austriaca cargó contra las [[división|divisiones]] Humberto y Bixio desplegadas en correcta formación, rompiendo varios cuadros e inutilizando 36 [[batallón|batallones]] de [[infantería]]. Una segunda [[carga]] efectuada con 2.400 [[jinete]]s detuvo a 25.000 [[infantería|infante]]s que aún no habían combatido, pese a que estaban armados ya con [[fusil]]es de retrocarga (aunque de ánima rayada). Sin embargo, los [[coraceros]] austriacos, que siempre habían llevado ventaja en las [[carga]]s de Königgrätz, se dispersaron en Langenhof ante el [[fuego]] rápido de los [[fusil]]es de aguja. Las victorias de Custozza, Villafranca y Mongabia sobre [[infantería]] intacta desaconsejaban renunciar a la [[carga]], pese al nuevo y temible [[fusil]] Chassepots.
En sus [[carga]]s contra la [[caballería]] [[enemigo|enemiga]], los [[coraceros]] austriacos, protegidos solo por el [[peto]], experimentaron grandes pérdidas, como ocurrió en la [[batalla]] de Eckmüll, cuando se enfrentaron con las [[división|divisiones]] de [[coraceros]] de Nasauty y Saint Sulpice. De esta [[batalla]] dejó Rocquancourt un relato memorable.
La [[caballería]] francesa entró en una profunda crisis en la segunda mitad del siglo, por lo que se mostró muy inferior a la prusiana durante la [[guerra]] de [[1870]]. Perdido su carácter [[estrategia|estratégico]], sin explorar ni vigilar, ningún [[oficial]] sabía dar su nombre a los pueblos, ríos y vías de comunicación que reconocía. Su [[ejército]] marchaba a ciegas, sin poder prevenir ni contrarrestar la maniobra del adversario.
Los prusianos, por el contrario, conocedores del [[terreno]] y provistos de buenos [[mapa]]s, daban sus partes completos y exactos, facilitando a su [[ejército]] las posiciones y movimientos del [[enemigo]]. Sus [[jinete]]s se mostraron audaces, presentándose en todas partes para espiar y molestar al contrario. Aunque rehuyeron sistemáticamente el [[choque]], se multiplicaron en el reconocimiento, la [[vigilancia ]] y la seguridad de su [[ejército]], demostrando su [[instrucción]] y espíritu de iniciativa. Marchaban siempre en cuatro escalones:
* Los [[explorador]]es a [[vanguardia]] del [[ejército]], a dos o tres jornadas.
* Los [[escuadrón|escuadrones]] de contacto.
* Las [[reserva]]s.
Los primeros informaban del número y posiciones del [[enemigo]], interceptaban la correspondencia y hacían prisioneros. Envolvían al contrario en una red que tanto descubría sus movimientos como enmascaraba los propios. Comenzado el [[combate]], la [[caballería]] se replegaba a las [[ala]]s para reorganizarse, cayendo sobre el [[enemigo]] vigorosamente cuando se encontraba suficientemente quebrantado. Al atacar siempre por los [[flanco]]s, no entorpecía el [[fuego]] de las otras [[armasarma]]s. Terminada la [[batalla]], perseguía y cortaba la [[retirada]] del vencido. En la práctica, estas últimas acciones no se prodigaron, pues predominó la cautela. De hecho, las [[unidadunidades]]es de [[coraceros]] prusianos volvieron casi intactas a sus cuarteles al acabar la [[campaña]]. Para unos el mérito estribó en la [[táctica]], para otros en la eficacia de sus [[coraza]]s. Probablemente se debiera a la combinación de ambas.
El propio príncipe Hohenlohe confesaba tras la [[campaña]] que no habría obtenido tan brillantes resultados si el [[enemigo]] hubiera empleado su [[caballería]] de la misma forma. En lugar de eso, fiel a la tradición, la mantuvo en [[reserva]] para dar un golpe decisivo que nunca tuvo lugar. Pese a que la proporción de [[caballería]] en el [[ejército]] prusiano era de 1:4, Hohenlohe se quejaba de su escasez. En el francés no llegaba a 1:6.
Bismarck llegó a decir que la [[caballería]] triunfaba con su sola presencia pues, a la larga, los tiros y cañonazos ensordecían al [[infantería|infante]], lo fatigaban y le dejaban inerte y a merced de la [[caballería]] [[enemigo|enemiga]] si se presentaba en ese instante. La guerra Franco-Prusiana ([[1870]]-[[1871]]) fue la última en la que se emplearon las [[carga]]s masivas de [[caballería]], pues la eficacia y densidad del [[fuego]] ocasionaban bajas terribles. Sin embargo, durante varios decenios la [[caballería]] seguiría siendo insustituible en la persecución, protección de la retirada, [[exploración]] y seguridad. Hohenlohe consideraba que, a partir de la aparición del [[fusil]] de aguja, sería muy difícil que el [[arma]] pudiese [[carga]]r con efectividad contra [[infantería]] bien guarnecida por el terreno. Pese a todo, la [[brigada]] de Bredow fue capaz de detener a 40.000 [[infantería|infante]]s a costa de perder unos 400 [[jinete]]s, la mitad de sus efectivos.
Tras estudiar estas [[batalla]]s, el príncipe de Hohenlohe insistía en que la única forma de disminuir las bajas consistía en [[carga]]r efectuando un envolvimiento de [[ala]], para aprovechar hasta el último momento la eficacia del [[fuego]] propio. Para ello, había que preparar los [[caballo]]s mediante una doma sistemática, recorriendo al menos 7 km entre el [[trote]] y el [[galope]], efectuando después la [[carga]] sin merma de potencia. Habida cuenta de que lo normal era realizar un [[ataque]] de 800 pasos entre los tres [[aire]]s, les exigía a sus [[caballo]]s un esfuerzo considerable para el que, sin embargo, estaban bien entrenados. El [[teniente]] de [[lanceros|ulanos]] von Ziegler recorrió 150 km en un día para llevar información de suma importancia y muchas veces los [[explorador]]es prusianos estuvieron 16 horas a [[caballo]].
Por último, Hohenlohe insistía en la necesidad de la mutua protección entre las distintas [[arma]]s y en el empleo de [[unidadunidades]]es diferentes para desarrollar las misiones de [[exploración]] y seguridad.
==Referencias==
 
===Notas===
<references />
* Vasallo, Francisco de Paula. ''Veladas sobre la caballería''. Tomas Fortanet. 1852.
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