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La caballería en Italia

248 bytes añadidos, 08:42 10 abr 2017
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[[Carro]]s y [[caballo]]s habían sido introducidos en el norte de Italia por las primeras migraciones precélticas, pero fueron los vénetos y los latinos, emparentados con los tracios, quienes se adentraron en la península Itálica. Tras la convulsión de los Pueblos del Mar, aparecen en Italia tribus de umbríos, volcos, ecuos, marsos, vestinos, lucanos, brutios, sabelios y samnitas. Al mismo tiempo, los dorios espartanos colonizaban Campania y Sicilia. En el siglo VIII AC se encuentra perfectamente consolidada la civilización etrusca, un pueblo de oscuro origen que algunos identifican con los tesalios y otros con los frigios. Eran amantes de los espectáculos, de las cacerías a [[caballo]] y de las carreras de [[biga]]s.
Más al Sur, una coalición de ramnes, ticios y lúceres se estableció junto al Tíber para controlar el comercio entre el Lacio y Etruria. Fundada Roma en el 753 AC por estas tribus eminentemente ganaderas, no es de extrañar que contasen sus bienes en ganado (''pecunia''), que prefiriesen la leche al vino o que celebrasen anualmente el sacrificio de un [[caballo]], el ''Equus bellator'', cuya cabeza se disputaban luego los habitantes de los dos primeros barrios: Palatino y Suburra. De hecho, muchos historiadores (Marín 1956) consideran que el primer [[ejército]] romano se basó en la [[caballería]], como en otros pueblos vecinos, de ahí la preponderancia que alcanzaría posteriormente la clase patricia, algo del todo inexplicable en un [[ejército]] democrático de [[infantería]] similar al de las ''poleis'' griegas.
No obstante, la [[caballería]] romana contaría desde el principio con dos importantes hándicaps: la escasez de [[équido]]s y el pésimo estado de la campiña latina, con sus tierras bajas permanentemente anegadas, como ocurría en China. Pese a constituir desde el principio un [[arma]] minoritaria, en ella hicieron carrera sus mejores generales, pertenecientes todos ellos al ''Ordo Equester'', una elite de ciudadanos que no solo podía costearse su [[armadura]] y [[armamento]], sino también un [[caballo]] y los peones necesarios para su mantenimiento. En el siglo VIII el reclutamiento se realizaba por decurias:
Esta [[caballería]] se empleó por primera vez en la campaña contra los fidetanos. Tito Livio habla de unos [[escuadrón|escuadrones]] maniobreros, expertos en escaramuzas y eficaces en la explotación del éxito, sin que en ningún momento refiera que echasen pie a tierra para combatir. El tercer rey romano, el latino Tulio Hostilio, destruyó Alba Longa, castigó la traición de su rey Meto Sufecio descuartizándolo entre dos [[cuadriga]]s, siendo este el primer y único testimonio del empleo romano de este [[vehículo]]. Posteriormente los albanos serían trasladados a Roma, instalados en el Quirinal y admitidos como ciudadanos, lo que permitiría duplicar los efectivos del [[ejército]]. De la [[guerra]] de este mismo monarca contra los sabinos, cuenta también Livio que la [[caballería]] jugó un papel fundamental pese a su escasez, 600 [[jinete]]s para 6.000 [[infantería|infante]]s (Livio).
Igualmente actuó de modo señalado durante el reinado de Tarquino, el primer rey de origen etrusco, que derrotó a los sabinos a orillas del Tíber en 616 AC gracias a una carga de flanco de la [[caballería]] cuando ya las dos [[legión|legiones]] se retiraban. Durante el reinado de Servio Tulio (578 AC) se produjeron profundas reformas con la introducción de influencias etruscas y griegas, entre estas el culto a Júpiter (''Theus Pater'') y las carreras de [[carro]]s, que se beneficiaron de la importación de [[caballo]]s de mejor calidad que los etruscos. Además se acometió un masivo reparto de tierras que convirtió al pueblo romano en agricultor. El [[ejército]] contó desde entonces con cuatro [[legión|legiones]] de 3.000 [hoplita]s, formados en cuadros de 500x6 y , además de otros 1.200 ''vélites '' o auxiliares. Generalmente solo dos de ellas salían a campaña, mientras las otras dos permanecían en la ciudad como guarnición. La [[caballería]] sumó también 18 centurias, que se reclutaban entre los propietarios rurales más afortunados, mientras que el tesoro público suministraba el dinero para la compra de [[caballo]]s, y las viudas y huérfanos el forraje (una costumbre corintia). Sin embargo, lo más destacado de esta época es que la [[caballería]] permanecerá activa en tiempo de paz, realizando revistas y maniobras para aumentar la [[instrucción]] de [[jinete]]s y [[caballo]]s. Como había ocurrido en Sumeria y Egipto, la [[caballería]] romana se acababa de convertir en la primera [[arma]] profesional del [[ejército]].
Paralelamente se reformó el sistema electoral, recogiéndose los votos en función de la importancia social del individuo, de forma que solo en raras ocasiones eran llamados los plebeyos a las urnas, ya que todas las discusiones se solventaban entre los [[caballero]]s. Su importancia social fue desde entonces en aumento, hasta que uno de ellos, Junio Bruto, depuso al último rey etrusco para proclamar la república. En adelante, el poder ejecutivo quedaría en manos de dos cónsules anuales y el legislativo en un senado de 300 patricios.
Tras diez años de luchas continuas, Roma consiguió derrotar a los etruscos pero con ello dejó vía libre a los galos (senones y boyos) que aquellos venían conteniendo hacía tiempo. En la aciaga batalla de Alia (390 AC) todo el [[ejército]] romano fue exterminado por los galos, cuya [[caballería]] había desbaratado las formaciones legionarias. La población huyó de Roma al Capitolio, debiendo soportar durante siete meses el saqueo de la ciudad, hasta que la falta de [[forraje]] empujó a los celtas a abandonarla.
Esta experiencia promovió una nueva reforma del [[ejército]], sustituyendo la rígida [falange] tebana por la [[legión]] manipular, que podía suplir con su mayor flexibilidad la falta de [[caballo]]s. La [[legión]] formaba ahora en tres filas de 10 manípulos, las primeras de 12x10 y la tercera de 12x5. Estos manípulos formaban al tresbolillo, adoptando una formación conocida como ''quincux'', de forma que uno de ellos podía pasar a vanguardia por el hueco que dejaban los dos delanteros, tras el ímpetu del choque. Los ''milites'' dejaron de alinearse según su fortuna, para hacerlo en función de sus años de servicio y armamento: las dos primeras filas (''hastati'' y ''príncipes'') se armaban con [[jabalina]] (''pilum'') y [[espada ]] (''gladium''), mientras que los veteranos de la tercera (''triarii'') llevaban [[lanza]]. Unos y otros llevaban un pesado [[escudo]] rectangular (''scutum''). Las tropas más ligeras formaban a [[vanguardia]] como hostigadores y rehuían el contacto. Parte de estos ''vélites'' montaban a la grupa de los [[jinete]]s, que se veían reducidos a misiones de [[reconocimiento]]. [[File:Quincux.png|400px|center|thumb|<center>''Quincux''</center]]
La eficacia de la nueva [[legión]] se puso a prueba en la batalla de Heraclea (280 AC) frente a Pirro de Epiro, que desembarcó en Tarento con 20.000 [hoplita]s, 2.000 [[arquero]]s, 500 honderos, 3.000 [[jinete]]s y 20 [[elefante]]s. La sola intervención de estos puso en fuga al [[ejército]] romano, al que la [[caballería]] tesalia causó 15.000 bajas durante la persecución. Al año siguiente en Ausculum, ya con fuerzas más igualadas, volvieron los [[elefante]]s a sembrar el desorden, cobrándose los [[arquero]]s y honderos que transportaban otras 6.000 vidas romanas. En su haber, cuentan las [[legión|legiones]] romanas con dos brillantes cargas de [[caballería]] realizadas por Régulo y Marcelo contra fuerzas galas muy superiores en número, si bien el primero de ellos perdió su vida.
Envidioso de sus éxitos y ansioso por obtener ricos botines, Marco Craso decidió invadir el reino de los partos, un pueblo que había heredado el territorio y las costumbres de medos y persas, conjugándolas con el ideal panhelénico de un imperio oriental unificado. Cuando inició la conquista de Mesopotamia, con 28.000 legionarios y 4.000 auxiliares, su cotriunviro Julio César, que conocía bien la eficacia de la [[caballería]] bárbara por sus campañas contra el suevo Ariovisto y el britano Casivelauno, le envió un contingente adicional de 1.000 [[jinete]]s galos bajo el mando de su hijo Publio Craso. Además, se le incorporaron otros 4.000 [[infantería|infante]]s y 3.000 [[jinete]]s árabes como gesto de buena voluntad del jeque Agbar.
En la primavera de 53 AC Craso cruzó el Éufrates y se adentró en el desierto para llegar al Tigris. Los partos no aparecieron hasta muchos días después y fueron perseguidos por los árabes. El resto continuó su avance hasta que se vio rodeado por el [[ejército]] parto a 10 km de Carrhae (Harrán): 1.000 [[catafracto]]s y 10.000 [[arquero]]s a [[caballo]], entre los que se encontraban los traidores beduinos. El visir Surena<ref>En realidad se desconoce su nombre, pues surena significa "caudillo" en lengua parta.</ref> había prescindido de su [[infantería]] considerándola ineficaz y enviándola hacia Armenia para castigar a su rey Artabán por haber prometido ayuda a Roma en el conflicto. La [[batalla]] fue una carnicería en la que los romanos cayeron frente a unos [[arco]]s mucho más potentes que los suyos y a la primera [[caballería]] acorazada del mundo. Aunque la descripción de la [[batalla]] carece de interés, supuso la primera victoria de un [[ejército]] compuesto únicamente por [[caballería]] sobre otro fuertemente pertrechado y bien adiestrado. Era el preludio de la [[caballería]] medieval (Mommsen, 1960).
Desaparecido Craso, César y Pompeyo acabaron enfrentados en una sangrienta guerra civil. La [[batalla]] decisiva se dio en Farsalia, donde Pompeyo intentó resucitar la [[caballería]] cívica al mando de Labieno, que había sido legado de César en las Galias. El intento fracasó por su ineptitud al mando del [[ala]] izquierda republicana frente a los galos de César mandados por los alóbroges Régulo y Ego, que fueron nombrados senadores. Curiosamente, tras sus victorias en tres continentes, fue el propio César quien intentó de nuevo resucitar el ''Ordo Equester'', exigiendo tres años de servicio en el mismo o seis en las [[legión|legiones]] para poder acceder a cargos públicos. Además asignó a la [[caballería]] nuevas misiones: seguridad, [[exploración]] y protección de la retirada.
* [[Infantería]] de línea: [[lancero]]s itálicos, hispanos, galos, generalmente ciudadanos.
* [[Infantería]] ligera: [[arquero]]s sirios, honderos baleáricos.
* [[caballería pesada]]: [[catafracto]]s ''kataphraktoi'' sármatasen Oriente, [[lancero]]s galos''clibanarii'' germanos en Occidente.
* [[caballería ligera]]: [[explorador]]es hispanos y númidas, [[arquero]]s tracios.
* Artillería: ''ballista, onager, scorpio''.
Lucio Quietus proporciona un buen ejemplo de la creciente importancia que cobraba en estos tiempos la [[caballería]]. Bereber puro y jefe de una tribu mauritana, entró al servicio de Roma al mando de sus [[jinete]]s númidas. Trajano le envió a combatir a Transilvania contra los dacios como prefecto. Sus [[escuadrón|escuadrones]] envolvieron y exterminaron al [[enemigo]] en numerosas ocasiones antes de ser destinados a Armenia y Mesopotamia, participando en la toma de Edesa. Su intervención en la represión de una conjura en Babilonia le permitió alcanzar la dignidad senatorial con título de pretor y más tarde ser nombrado legado de Palestina. Lamentablemente, Adriano mandó su ejecución como sospechoso de traición.
Este emperador puso el primer peldaño en la crisis del Imperio al dejar el sistema defensivo de las provincias en manos de las [[tropa]]s locales(''limitanei''). Al final se convirtieron en comunidades de campesinos, más preocupadas por defender sus intereses económicos que en su profesión. Las reformas de Galieno (158) paliaron algo esta situación, al crear guarniciones de [[caballería]] a [[retaguardia]] (''comitatensis'') capaces de acudir con presteza y contraatacar donde fuera necesario, aunque ello significó relegar a las [[legión|legiones]] a un papel secundario. Diocleciano dio entrada en sus ''alae'' a vándalos y alanos para hacer frente a francos, alamanes y godos que se apostaban junto al Rin y el Danubio.
Cuando los godos, bajo la presión de los hunos, solicitaron al emperador Valente establecerse en el interior del Imperio, les fue concedido el territorio de lo que hoy es Bulgaria. Más tarde solicitaron lo mismo los ostrogodos, a lo que el emperador Valente se negó. Estos no dudaron en cruzar el ''limes'' y, aliados de los visigodos, que se habían rebelado contra la pésima administración imperial, saquearon Grecia. En la batalla de Adrianópolis (378), Valente irrumpió en el campamento godo mientras su [[caballería]] estaba forrajeando. Cuando volvió en mitad de la [[batalla]], los [[lancero]]s acorazados desintegraron el [[ala]] izquierda romana mientras la derecha huía sin combatir, dejando a la [[infantería]] a su merced. El propio Valente sucumbió junto a 40.000 legionarios.

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