Acometen primero los hugonotes de Coligny contra los suizos, que son fácilmente desechos, pero aquellos se desordenan para desvalijarlos, lo que da pie a costa los españoles para acometerlos. Están mandados por el capitán Juan de Solís, ya que Diego de Carvajal está enfermo de muerte en París. Esto da tiempo a los suizos para recomponerse y, junto a los españoles y alemanes, cargan a los hugonotes. Viendo mudar la fortuna, el escuadrón de reiters del barón de la Roca Focao huye a Orleáns llevando preso al condestable, a fin de poder negociar posteriormente su rescate. Coligny, Andelot y Condé huyen durante la noche. La batalla se salda con 10.000 bajas , entre ellos, los católicos Saint André, Paliza, Bresa y Anibau. Las noticias llegan pronto a París, donde la reina se alegra de la captura victoria pero comienza a tramar contra Guisa, temerosa del poder y prestigio que ha reunido, especialmente, tras la prisión del condestable. A tal efecto, intenta pactar con los hugonotes en condiciones muy ventajosas para estos, pero Felipe II se lo impide. A fin de sus dos líderes: Condé compensar las bajas, Guisa refuerza su ejército con las guarniciones que tenía en el Piamonte, devueltas al duque de Saboya. Envía los alemanes del Ringrave contra los ingleses de Normandía, protege París con 2.000 caballos y 8.000 infantes, y Montmoranciparte a castigar Orléans, plaza fuerte de los hugonotes.