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Siendo primer ministro Bravo Murillo y ministro de la Guerra Joaquín de Ezpeleta, proponen a la reina la formación de un [[escuadrón]] para contribuir a la seguridad de la soberana en sus salidas de palacio. La verdad es que los 120 [[Compañía de Reales Guardias Alabarderos|alabarderos]] tampoco pueden asegurarla en su interior, como pone de manifiesto el atentado perpetrado en la escalera principal por el cura Merino el 2 de febrero de [[1852]].
Seis días antes, el 27 de enero de 1852 se crea el [[Escuadrón de Guardias de la Reina]], con la siguiente plantilla y emolumentos, en reales de vellón líquidos anuales:
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* Un criado para el [[comandante]] [[general]]
Sin embargo estas medidas resultan efímeras, porque por Real Decreto de 25 de agosto de 1854 se dispone la extinción de la brigada de caballería. Las razones que O’'Donnell expone a la reina son de índole meramente económica. Con los 2.062.000 reales que se precisan para el mantenimiento de una fuerza de 180 caballos, podían mantenerse dos [[regimiento]]s de la [[caballería]] del Ejército, en una época en la que se intentan reducir los gastos militares al máximo. Tras este decreto, laCompañía la Compañía de Reales Guardias Alabarderos se mantiene como única Guardia Real hasta que sean disueltos tras la revolución de 1868.
El único jefe que tuvo el cuerpo durante su breve existencia fue el Mariscal de Campo D. Pedro Mendinueta, quien luego de la fusión mandó la Brigada de caballería.<br />