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Campaña de Lorena

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1552
==1548==
Álvaro de Sande se hace cargo del tercio de Hungría durante su regreso a Lombardía, al permanecer Diego de Arce y algunos de sus capitanes en Alemania.
 
==1551==
Enrique II envía a sus corsarios a capturar las naves mercantes que comerciaban entre España y Flandes. El 26 de septiembre, la reina María de Hungría considera que Francia le ha declarado la guerra y ordena a Maarten van Rossum que reclute voluntarios. Con ellos se dirige a la frontera de Picardía, donde Francisco de Cleves, duque de Nevers y Antonio de Borbón, duque de Vendôme estaban desplegando el ejército invasor. Ambas fuerzas tienen algunas escaramuzas, pero Rossum rehúye la batalla al encontrarse en inferioridad numérica.
 
Simultáneamente, Mauricio de Sajonia rinde a las tropas protestantes que se habían hecho fuertes en Magdeburgo. No obstante, pacta con ellos su defección al bando luterano para exigir al emperador la libertad del landgrave de Hesse. A esta liga se suma el rey de Francia, quien se compromete a aportar 100.000 ducados mensuales mientras durase la guerra para sostener un ejército de 20.000 infantes y 4.000 caballos. Tras tomar varias ciudades católicas de Suabia, instaurando allí gobernadores luteranos, a finales de año cercan Innsbruck, donde estaba el emperador escoltado únicamente por su guardia real.
==1552==
Por su parte Montmoranci, restaurado por Enrique en su cargo de condestable, invade Lorena al mando de un ejército de 60.000 infantes, 8.000 jinetes y 4.000 lanzas. Tras tomar sin resistencia Toul y Verdún y dejar allí sendas guarniciones, el campo francés se asienta frente a la plaza de Metz, exigiendo que le franqueen el paso hacia Alemania. El 10 de abril, el obispo acepta que Montmorenci y sus generales entren en la ciudad a descansar, pero se niega a franquear el paso a la tropa. Aquellos entran con las armas disimuladas bajo la ropa y con soldados disfrazados de sirvientes. Nada más franquear la puerta de la ciudad, la toman por la fuerza y franquean el paso a la tropa. Viéndose perdidos, los ciudadanos principales acuerdan la sumisión de la plaza al rey de Francia. Conquistados los tres principales feudos eclesiásticos, Montmorency se dirige a Nancy, capital de Lorena.
 
Su duque había fallecido en 1545, y ejercía como regente Cristina de Dinamarca en nombre de su hijo Carlos, bautizado así en honor a su tío el emperador, quien tanto los había favorecido. Cuando llega Enrique, ordena que el niño sea enviado a Francia, donde pretende casarlo con su hija Claudia. Cristina huye a los Países Bajos y en Lorena se proclama un nuevo regente en la persona de Antonio de Mercoeur, conde de Vaudemont.
 
A finales de abril, Enrique parte de Metz en dirección a Tréveris, pues pretende extender Francia hasta sus antiguas fronteras renanas. Pero la ciudad no cae en el mismo error que Metz y resiste el asedio, obligando a Enrique a mover su campo hasta Estrasburgo. En el territorio alsaciano el ejército sufre muchas bajas a manos de los lugareños, que matan sin piedad a cuantos soldados andan desmandados en busca de víveres, ya que escasean en el campo.
 
Como tampoco Estrasburgo sucumbe a su asedio, Enrique se traslada a Hagenau y Wissenburg, que toma sin dificultad. Allí vienen a verle los príncipes protestantes, rogándole que no penetre más en Alemania pues el emperador había sido puesto en fuga y creían que controlaban la situación. Enrique emprende el regreso a Francia dividiendo su ejército en cuatro columnas para facilitar su abastecimiento.
 
Tras tomar varias plazas fuertes fronterizas, invade el ducado de Luxemburgo, donde recibe los refuerzos de Claude d'Annibault. En Ivosio resiste la guarnición imperial del conde de Mansfeld hasta que los alemanes deciden entregarla pese a la oposición de los flamencos. Los franceses la saquean a placer y Mansfeld es enviado al castillo de Vincennes, cerca de París, donde estaría preso muchos años. Agotadas sus fuerzas, Enrique decide regresar a Francia y licencia su ejército, tras dejar guarniciones en las plazas más importantes.
 
Mientras el ejército de Martin van Rossen toma y abrasa Noyon, Nesle y Chauny, otro comandado por el conde Reusin recupera la plaza de Hesdin, donde queda su hijo de guarnición.
 
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En octubre de 1552, los tercios Sicilia II y Hungría intervienen en el asedio de Metz, que resulta infructuoso debido a las fortificaciones de la plaza y a una epidemia de tifus, disentería y escorbuto que diezma sus filas.

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