Cambios

A diferencia de las milanesas, estas compañías no eran operativas. Creadas por el [[Gran Capitán]] para la defensa del reino, su número y fuerza se mantuvo invariable desde la pragmática del conde de Lemos de [[1599]]. No gozaban de sueldo, salvo que fueran llamadas a servir, manteniéndolas sus capitanes, que tenían la potestad de nombrar a los oficiales y el privilegio consuetudinario de poseerlas a perpetuidad y transmitirlas a sus sucesores, aunque su provisión nominal correspondiera al rey. La inacción y la desidia de sus capitanes propiciaron su decadencia.<br />

A comienzos del [[siglo XVIII]] la caballería del Estado estaba compuesta por:<br />

Fue llamada a las armas el 20 de diciembre de [[1706]], cuando la pérdida de Lombardía era ya irremediable y aumentaba la amenaza de invasión. Aunque se redujo su plantilla teórica de 120 a 60 hombres, para facilitar su formación, en abril, con los austriacos avanzando por la Romaña, solo se habían levantado cuatro:<br />

No llegaron a combatir. A la vista del ejército austriaco, el napolitano se desvaneció como un espejismo.<br />