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1516

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Personal

El 23 de enero muere Fernando V de Trastámara en Madrigalejo (Cáceres).

El 13 de abril el Consejo Real proclama rey de España a Carlos I de Habsburgo.

Orgánica

En una fecha indeterminada del reinado de Carlos I de Habsburgo, la Compañía de Arqueros de Borgoña abandona su atávico armamento y adopta una lanza con una larga y afilada moharra ahusada, conocida como archa o ahuja, de ahí que a partir de entonces se les conozca como Archeros de Borgoña. Siguen prestando el servicio de guardia interior en palacio, tanto a pie como a caballo.

En 1516 existe en el Imperio español un total de 38 compañías de hombres de armas, a 35-45 plazas:

Constituyen el último residuo de la caballería feudal. Sus capitanes proceden de la más alta nobleza, aunque sus compañías las sirvan generalmente sus tenientes. Los empleos son perpetuos, como las encomiendas de las órdenes militares.

Las de lanzas jinetas suman 28 compañías a 50 efectivos:

Durante todo el reinado existen además en España las fuerzas de caballería provenientes del llamado tributo de lanzas, por el que los grandes señores, prelados y comendadores de las órdenes militares, así como los consejos de villas y ciudades, tienen que cooperar en las empresas bélicas. En Andalucía, los caballeros que poseen un capital superior a los 4.000 ducados están obligados igualmente a servir a la corona en caso de guerra como caballos de cuantía. Al principio, esta fuerza llega a contar con 5.000 o 6.000 jinetes, que son revistados una vez al año.

La organización militar en América no es permanente, ya que las milicias locales se movilizan únicamente en caso de ataques de piratas o indios, volviendo a la normalidad una vez pasado el peligro. Las expediciones de exploración no son, en su mayoría, de índole militar, sino que están dirigidas por los misioneros y tienen como principal objetivo cristianizar a los indígenas. El que normalmente vayan acompañados por gente armada responde a la necesidad de protegerles mientras desarrollan su labor evangélica.

Por todo ello, puede afirmarse que durante los siglos XVI y XVII, no hay guarnición permanente de tropas regulares en ninguno de los territorios americanos, salvo las compañías de escolta a los virreyes y las guarniciones de algunos presidios.