Cambios

Saltar a: navegación, buscar

GCEE-1943-001

5 bytes eliminados, 13:10 22 feb 2017
m
Texto reemplazado: «órdenes de caballería» por «órdenes militares»
===Órdenes militares===
En la reconquista hispana participaron activamente las órdenes de caballería militares creadas en Tierra Santa durante la primera cruzada ([[Orden de Malta|Malta]], [[Orden del Santo Sepulcro|Sepulcro]], [[Orden del Temple|Temple]]), con la excepción de la [[Orden Teutónica|Teutónica]] que, tras la pérdida de Acre, colaboró con la [[Orden Livonia|Livonia]] en la expansión prusiana por el espacio eslavo. Estas órdenes sirvieron de ejemplo a otras creadas en León ([[Orden de Alcántara|Alcántara]]), Castilla ([[Orden de Calatrava|Calatrava]], [[Orden de Santiago|Santiago]]), Aragón ([[Orden de San Jorge|San Jorge]]) y Portugal ([[Orden de Avis|Avis]]). Estaban compuestas por monjes guerreros, aunando así el ideario caballeresco y las virtudes cristianas. Además de defender la frontera frente a los musulmanes, emprendieron numerosas razzias por propia iniciativa y colaboraron en todas las campañas emprendidas por la monarquía, destacando su participación en la batalla de las Navas de Tolosa. Algunas órdenes ([[Orden de la Merced|Merced]]) combinaban sus actividades militares con otras caritativas, como el cuidado de pobres y enfermos o la redención de cautivos, mientras que otras ([[Orden Trinitaria|Trinitaria]]) solo se dedicaban a estas tareas y renunciaban a tomar las armas. En el primer caso, los monjes-guerreros podían ser auxiliados por monjas comendadoras adscritas a la orden.
Instigado por Felipe IV de Francia, el papa Clemente V decretó la excomunión de los templarios mediante la bula ''Vox clamantis'' del 22 de marzo de 1312. Sus miembros fueron condenados a muerte sin juicio previo, pero en los diversos reinos ibéricos fueron declarados inocentes. En Portugal el rey respetó sus bienes, y les permitió transformarse en la [[Orden de Cristo]]. En Aragón la orden fue disuelta, pero sus bienes pasaron a la nueva de Montesa, que más tarde absorbería a la de San Jorge. En Castilla sus encomiendas se repartieron entre las órdenes restantes, que vieron así incrementado notablemente su patrimonio.

Menú de navegación