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Cambios

Tercera campaña de Saboya

1788 bytes añadidos, 20:34 4 sep 2018
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Al día siguiente, Segismundo Gonzaga, lugarteniente de Cesaro, les muestra la fortificación a Luna y Acuña, que desfallecen al comprobar el ruinoso estado de las defensas, de la artillería y de los hombres, contabilizando 480 sanos y 600 enfermos. Los franceses le ponen batería pero, lejos de amilanarse, los defensores organizan una salida con todos los caballos disponibles (230), llevando por capitán a Teodoro Basta y, tras él, Acuña, Mezuca y Vivero.
 
Cuando los franceses consiguen llegar con sus trincheras a 50 pasos del caballero principal, se reúne el consejo para replantear la defensa: Luna, Acuña, Gonzaga y los capitanes Lucas Hernández, Pedro Montañes, Pedro Venegas, Luis Venegas, Lázaro Mezuca, Tiberio Brancaccio, Piantanida, Leon de Bellaguarda y Garcilaso, quien había participado en el socorro para demostrar que el fracaso del primero no había sido un acto de cobardía sino de inexperiencia y mal consejo por parte de sus subordinados.
 
Cuando llegan a 30 pasos, los franceses se lanzan al asalto. La primera línea de defensa es rápidamente superada, por lo que Luna ordena abandonar el foso y retirar la gente al interior de la fortaleza. Los franceses adelantan un cañón grueso y derriban en apenas 6 horas las dos casamatas que protegían la puerta principal, debido a su ineficaz construcción. Allí comenzaron a emplear una caseta de madera emplazada sobre una plataforma levadiza, desde la que podían hacer fuego de arcabuz contra los defensores sin recibir daño alguno.
 
Los franceses revientan una mina que derriba una parte de la muralla, por la que intentan el asalto, pero son rechazados por los piqueros españoles tras cinco horas de lucha. Mueren en este asalto Garcilaso, Lucas y otros capitanes, de cuya muerte se culpa a Luna por no haberles ordenado replegarse tras volar la mina.
 
A la mañana siguiente solo quedan en pie 18 españoles, otros tantos italianos y un número indeterminado de alemanes. Luna acude a las habitaciones donde Acuña yace enfermo para proponerle la rendición. Este se niega y le ordena que resista hasta el último hombre en el castillo, pero Luna lo desobedece y se rinde a Aumale. La empresa de Ulpian le había costado 3.000 bajas, incluyendo 52 capitanes.
==Referencias==