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La caballería de los Austrias menores

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Felipe IV
Durante la guerra de los Treinta Años (1618-1648), Gustavo Adolfo de Suecia organizó ad hoc las primeras brigadas interarmas para mejorar la coordinación de las fuerzas en un determinado combate . Creó, además, las primeras unidades de dragones: un arma mixta que se movía a caballo pero solía combatir a pie. La renuencia española a adoptar estas innovaciones provocaría la derrota de Rocroi, al no permitir el conde de Melo que los tercios explotasen el éxito obtenido por la caballería borgoñona durante los primeros compases de la batalla.
 
Pese a la diversidad de su [[armamento]], la polivalencia de los [[tercio]]s se vio seriamente mermada porque la [[caballería]] expedicionaria siguió organizada en [[compañía]]s sueltas hasta [[1649]]:
* [[Lanceros]]: como podían verse ensartados por los piqueros enemigos, se reservaban para perseguirles cuando huían, neutralizar a su [[caballería]] y masacrar a los [[arcabucero]]s mientras recargaban.
* [[Coraceros]]: además de explorar y prestar seguridad a las autoridades y convoyes, hostigaban a los cuadros enemigos ejecutando una "[[caracola]]".
Los recursos destinados a los Países Bajos hubieron de emplearse en expulsar a los invasores franceses del principado. Como consecuencia, las mermadas fuerzas españolas sufrieron las derrotas de [[batalla de Rocroi|Rocroi]] ([[1643]]), [[batalla de Lens|Lens]] ([[1648]]) y [[batalla de Las Dunas|Las Dunas]] ([[1658]]). En la primera de ellas, Enghien desaprovechó el éxito inicial de la [[caballería]] alsaciana (Isenburg) y valona ([[duque de Albuquerque]]), que habían puesto en fuga a la francesa y clavado todos sus cañones. Como consecuencia, los franceses se repusieron y cercaron a los [[tercio]]s españoles que, aislados y rodeados de [[enemigo]]s, murieron dando ejemplo de valor y heroísmo. En la segunda, Turena venció gracias a una [[carga]] de la [[caballería]] por el [[flanco]] derecho español. Lión Valderrábano ([[1979]]) apostilla ambas acciones para salvaguardar el honor de la [[caballería]] española, argumentando que estaba constituidas en su mayoría por extranjeros. Aunque es indiscutible que junto a los [[tercio]]s combatieron [[tropa]]s [[mercenario|mercenarias]] croatas o alemanas, no lo es menos que en aquella época la [[caballería]] que servía en los Países Bajos estaba compuesta mayoritariamente por valones, flamencos, borgoñones e italianos que, lejos de ser extranjeros, eran súbditos de la monarquía en igualdad de condiciones que navarros o aragoneses, y que combatían con el mismo ardor que los españoles de origen peninsular.