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La caballería de los Austrias mayores

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Carlos I
==Carlos I==
[[Archivo:1525 Continos.jpg|right|300px|thumb|<center>Compañía de los Continos (1525)</center>]]
El desarrollo de las [[Carlos I de Habsburgoarma]] demostró su genio militar en numerosas s de fuego confirmó la hegemonía de la [[batallainfantería]]s. Apoyándose en Ratisbona como base logística, reunió sus mientras que comenzaba a desarrollarse la [[tropaartillería]]s en Landhust para fortificarse en Ingostaldt y. La necesidad de atacar unas fortalezas cada vez más complejas determinará, igualmente, cuando la reaparición de los protestantes hubieron perdido su capacidad [[ofensivaingenieros]], pasó desaparecidos tras el Imperio romano al caer en el olvido sus técnicas de sitio. No obstante, Carlos I, verdadero [[contraataquecaballero]]medieval, persiguiéndolos hasta su completa extinción. En la seguirá confiando en sus [[batalla hombre de armas|hombres de Mühlbergarmas]] (para resolver sus [[1547batalla]]) volvió a derrotar al elector de Sajonia gracias a dos s. Les hacía formar en [[cargafrente]]s seguidas de su 20 a 30 [[caballeríacaballo]]s por 15 a 20 de fondo, apoyada desde el río por separados 2 o 3 pasos, en lugar de los amplios [[arcabucerofrente]]sy las grandes separaciones de las [[batalla|batallas]] medievales. Esta disposición impedía que, que hicieron si la [[carga]] de una línea fracasaba ante los [[fuegopica|piqueros]] con el agua hasta el pecho, las sucesivas se encontrasen demasiado alejadas para apoyarla.
El desarrollo de Mientras la defensa peninsular descansaba en las [[arma]]s de fuego confirmó la hegemonía Guardas de la [[infanteríaCastilla]], mientras que comenzaba a desarrollarse la [[artillería]]. La necesidad último vestigio de atacar unas fortalezas cada vez más complejas determinará, igualmente, la reaparición de los [[ingenieroscaballería]]feudal, desaparecidos tras el Imperio romano al caer en el olvido sus técnicas las ordenanzas de Génova de sitio. No obstante, Carlos I, verdadero [[caballero1536]] medieval, seguirá confiando en sus se organizaron tres [[hombre de armas|hombres de armastercio]] s para resolver sus [[batalla]]sguarnecer Nápoles y Sicilia, Niza y Milán. El nombre tuvo tal fortuna que se aplicaría a todas las unidades expedicionarias creadas durante el Siglo de Oro. Les hacía formar en [[frente]]s Al mando de 20 a 30 [[caballo]]s por 15 a 20 una serie de fondo, separados 2 o 3 pasosbrillantes generales, se convertirían en la fuerza hegemónica europea derrotando a los franceses en lugar San Quintín (Manuel Filiberto de Saboya), a los amplios [[frente]]s y las grandes separaciones protestantes alemanes en Mühlberg (III duque de las [[batalla|batallas]] medievales. Esta disposición impedía queAlba) , si la [[carga]] a los otomanos en Lepanto (Juan de una línea fracasaba ante Austria) y a los [[pica|piqueros]], las sucesivas se encontrasen demasiado alejadas para apoyarlasuecos en Nördlingen (Cardenal Infante).
Al principio del reinado, cuando la [[artillería]] aún no estaba muy evolucionada, las formaciones eran compactas, erizadas de [[pica]]s, con la [[infantería]] en el centro y la [[caballería]] en las [[ala]]s. A partir de la derrota de [[batalla de Cerisoles|Cerisoles]] ([[1544]]), se disminuyó el [[fondo]] y se alargó el [[frente]], para favorecer el uso de las [[arma]]s de fuego. El progresivo desarrollo de estas y la nueva forma de [[ataque]] por los [[flanco]]s hizo inviable esta [[táctica]] lo que, junto a los problemas logísticos que suponía el transporte de los [[hombre de armas|hombres de armas]] hasta los Países Bajos, provocó la decadencia de la [[caballería pesada]]. Como consecuencia, gran parte de los [[jinete]]s que acompañaron a los [[tercio]]s durante su época de esplendor eran extranjeros, dependiendo su eficacia de su lealtad y [[disciplina]], que no eran siempre las más adecuadas, como suele suceder con [[tropa]]s [[mercenario|mercenarias]].
Las formaciones de los [[tercio]]s no solo impresionaban a sus [[enemigo]]s por su fama de invencibles, sino también por su férrea [[disciplina]] y el severo silencio con el que marchaban. Se castigaban tanto los comentarios capciosos como cualquier ruptura del silencio que perjudicara la correcta transmisión de las órdenes, poniendo en peligro la victoria. Además, se consideraba que los gritos con los que otros [[ejército]]s se daban ánimos a sí mismo o intentaban amedrentar a sus [[enemigo]]s procedían más de la flaqueza de ánimo y de la cobardía que del valor. [[Carlos I de Habsburgo]], que sirvió de ejemplo para sus hombres por su intachable conducta como [[militar]], condenaba a los parlanchines porque opinaba que quien hablaba en [[combate]], aunque fuere para pedir [[munición]], estaba cerca de huir. El efecto sobre el [[enemigo]] de un [[ejército]] que atacaba, vencía y comenzaba la degollina en un profundo silencio, debía de ser aterrador.
 
Durante las guerras de religión, [[Carlos I de Habsburgo]] demostró su genio militar en numerosas [[batalla]]s. Apoyándose en Ratisbona como base logística, reunió sus [[tropa]]s en Landhust para fortificarse en Ingostaldt y, cuando los protestantes hubieron perdido su capacidad [[ofensiva]], pasó al [[contraataque]], persiguiéndolos hasta su completa extinción. En la [[batalla de Mühlberg]] ([[1547]]) volvió a derrotar al elector de Sajonia gracias a dos [[carga]]s seguidas de su [[caballería]], apoyada desde el río por los [[arcabucero]]s, que hicieron [[fuego]] con el agua hasta el pecho.
==Felipe II==