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Cambios

Tercera campaña de Saboya

6808 bytes añadidos, 19:34 13 sep 2018
Referencias
Cuando los franceses vulneran la tregua aliados con el papa, Felipe nombra a Alba nuevo virrey de Nápoles. Esta deja el gobierno civil de Milán al cardenal de Trento, y el militar al marqués de Pescara y a Gian Battista Gastaldo. Alba se embarca en Génova y aporta en Nápoles, agitada por Mateo Estendardo en nombre de los Caraffa. Sande parte también hacia Siena en calidad de superintentendente general. Le acompañan el regimiento de Feltz y 1.500 españoles.
 
==1557==
Tras ser derrotado en Roma por el duque de Alba, Guisa embarca en Civitavecchia acompañado solo de 4 compañías de gascones, dada la urgencia de reunirse con su rey en Picardía. El resto de su ejército se retira por tierra, desorganizado y medroso tras su infortunada campaña. Para no atravesar el Milanesado, algunos deciden pasar por el Véneto, donde son presa de los forajidos. Los que se atreven a cruzarlo tienen mejor suerte porque tanto los españoles como los alemanes están amotinados por falta de pagas. A su paso por el Piamonte, Termes recoge la mayor parte de las guarniciones, a sabiendas que en caso de contraataque, Alba las enviaría a galeras. Este envía al conde de Lodron a Córcega con 1.500 alemanes y 500 italianos.
 
Simultáneamente, el barón Nicolao de Poleville intenta recuperar la Saboya ocupada por los franceses con 6.000 infantes y 1.500 caballos alemanes. Temerosa la plaza de Ginebra de verse de nuevo sometida a su legítimo duque, decide ponerse bajo la protección del cantón de Berna. La campaña se prolonga más de lo deseado y, falto de dinero, Poleville decide retirarse al Franco Condado.
 
Cansados los milaneses de los desafueros del cardenal de Trento, escriben al rey y este lo releva de sus funciones financieras, nombrando en su lugar a Juan de Figueroa. Su puesto como castellano de Milán lo confiere a Alonso de Pimentel y la gobernación del ducado a Gonzalo Hernández de Córdoba, duque de Sessa y nieto del Gran Capitán. Alba se traslada desde Porto Ercole a Lombardía con su ejército para continuar la campaña, delegando el virreinato de Nápoles en Juan Manrique de Lara, general de la artillería, y la embajada en Roma en Luis de Zúñiga y Requeséns.
 
Figueroa se apresta para combatir al duque de Ferrara cuando Sande regresa de Picardía y le transmite la orden real de que despida a los alemanes y dé tres pagas a los españoles para que dejen el motín. A continuación, escribe al duque de Florencia conminándole a cumplir lo acordado de socorrer con tropas el Milanesado. Cansado de esperar estas tropas, el duque de Parma inicia la campaña por su cuenta, llevando 1.600 infantes y 600 caballos gobernados por Álvaro de Sande. En Canosa se reúne con Cesaro de Nápoles, que lleva 4 compañías de lanzas, 4 de jinetes y 2.000 infantes españoles y alemanes. Desde allí toman varias plazas, guarnecidas por tropas francesas que el de Ferrara había contratado durante su retirada. En Ribalta se traba una gran escaramuza, tras la cual Ottavio deja a Sande en Escandiano con 1.000 españoles y 400 alemanes. El resto del ejército lo envía a Lombardía a invernar.
 
Alba llega a Milán, donde reprende a sus gobernantes por el poco provecho que habían sacado de la retirada francesa debido al motín. Deja parte de las tropas españolas y alemanas que habían combatido en Roma y estudia la posibilidad de recuperar las plazas piamontesas, especialmente Valenza. Nombra gobernador de Pontestura a Lope de Acuña, quien se había destacado en todos sus años de servicio.
 
==1558==
El duque de Parma se queja al rey del escaso socorro que ha tenido para la campaña de Ferrara, por lo que propone al rey que se concierte la paz. Felipe acepta, e impone a Hércules la renuncia a su alianza con Francia y la restitución del feudo a Segismundo D'Este. A cambio, Ottavio Farnese se compromete a devolver los territorios apropiados durante la guerra en torno a Rezo. Para sellar la paz, queda Cosme de Médici como aval y se concierta la boda entre su hija Lucrecia y el príncipe de Ferrara, con 200.000 escudos de dote. De esta forma, el ducado de Milán se ve libre de amenazas por su flanco Sur.
 
Esto permite a Lope de Acuña y Juan de Guevara organizar una expedición de 4.000 infantes para recuperar algunas plazas que habían quedado en posesión de los franceses. Caen así Trebila y Ceret, cuyas murallas son desmanteladas. Acuña toma después Mocentin, donde capturan a Bogadavia. El milanés Birago, que servía como gobernador francés de Santian, organiza una encamisada para ocupar Sn Germán, defendida por Juan Andrea de Correzo con 4 compañías italianas destacadas de Vercelli. Su gobernador, el maestre San Miguel, avisa a Acuña, quien manda las compañías de Antonio Mercado y Gonzalo de Ayala, con algunas picas alemanas y una compañía de caballos. Cuando pasan por Trin, Francisco de Mendoza les proporciona otros 100 italianos. Acuña dispone también que su caballería patrulle la zona para evitar que le lleguen refuerzos a Birago. Se previene al maestre de campo Hernando de Silva para que, en caso de fracasar la empresa, socorra Pontestura desde Alessandria. Cuando llega a San Germán, San Miguel se encuentra con 250 lanzas y arcabuceros que Birago había sacado de la plaza, pero la arcabucería española los pone en fuga. La victoria no es completa debido a la indisciplina de la tropa.
 
El gobernador de Casal de Monferrato, la Motte, realiza una salida y deja diversas guarniciones en torno a Pontestura con la intención de emboscar a Acuña en su siguiente salida. Como cebo, envía 10 caballos a la plaza española. Lope sale contra ellos con sus 60 jinetes, pero se hace acompañar del capitán español Palomino y del alemán Rafael Groto con 150 picas y otros tantos arcabuceros. Una espesa niebla impide a los franceses consumar la emboscada y acaban retirándose.
 
La Motte pretende vengarse de Acuña, para lo que pide refuerzos a Brissac y emprende la conquista de Fossano a fin de franquear el paso hacia la Provenza y evitar los pasos alpinos. Llega a Milán el duque de Sessa quien, tras poner orden en la hacienda, socorre Fossano con 12.000 infantes y 1.500 caballos. Tras esto guarnece Chieri, Villafranca y Villanova y toma varias plazas en poder de los franceses. En Asti pasa muestra y paga a sus tropas, antes de marchar sobre Moncalvo. Los capitanes Delgado y San Román asaltan la muralla sin esperar al grueso, obligando a Piquini a retirarse al castillo. Tras su rendición, Sessa nombra gobernador a Juan de Molina.
 
Brissac intenta guarnecer Casal con 12 banderas italianas, francesas y suizas, pero Lope de Acuña le sale al paso con 700 alemanes y 300 españoles que saca de Pontestura. Los primeros dan contra 6 banderas italianas al servicio de España que estaban al otro lado del Po y, pensando que eran afrancesadas, las cargan haciéndoles algunas bajas. Tras este desencuentro, marchan a Casal, guarnecida inicialmente por 800 franceses, pero que había alcanzado las 17 banderas y 200 caballos gracias a los refuerzos. Falto de personal y de dinero, el duque decide regresar a Milán, donde recluta otros 4.000 infantes y 15.000 caballos de todas las naciones, además de otros 12.000 herreruelos alemanes que contrata por tres meses.
 
==Referencias==