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Caballipedia β

Sitio de Malta

1564

Indignado por las victorias españolas en Mazalquivir y Vélez, así como por algunas capturas de galeras otomanas por parte del almirante Romegas de Malta, a finales de 1564 Solimán decide tomar Malta. Para ello, envía a Pialí que aperciba todas las galeras de Grecia, Anatolia y Morea, que reúna artillería, máquinas, bastimentos y galeotes. Escribe también al rey Muley Hamida de Túnez, a Dragut en Trípoli y al sanjaco de Bizerta para que apresten sus tropas. Nombra por general de tierra a Mustafá Bajá, veterano de la guerra de Hungría. Dos espías se encargan de reconocer la isla y medir las murallas y fosos de la fortaleza.

 
Sitio de Malta (Egnazio Danti), con la península de Sceberra en primer plano y las de Birgu y Senglea hacia el Este. En cada una de ellas hay una fortaleza: San Telmo, San Ángel y San Miguel, respectivamente

1565

La noticia de estos aprestos llega al gran maestre de san Juan, Jean de Valette, quien, inmediatamente, las transmite al papa y a Felipe II pero comete el error de no iniciar inmediatamente los trabajos de fortificación ni el acopio de municiones y bastimentos. En febrero Felipe ordena a Galicia de Toledo que apreste las galeras de España y, para evitar las habituales disputas de mando, provee su relevo a Medinaceli en el virreinato de Sicilia. Una vez allí, embarca 3.000 españoles en 30 galeras y los lleva a Malta donde, de acuerdo con el gran maestre, se dedican a levantar un revellín en el castillo de san Telmo y en derribar las casas alrededor del de san Miguel. Parte luego Toledo a la Goleta, donde inspecciona las fortificaciones y decide que la guarnición que mantiene Alonso de Pimentel es suficiente en número y experiencia para sostener la plaza en caso de ataque.

Mustafá sale de Constantinopla el 29 de marzo con 130 galeras, 30 galeotas, 10 naves gruesas y 30 caramuzales. Transportan bastimentos y municiones para seis meses, 64 cañones de batir, 4 basiliscos y un pedrero empleado en Rodas que arrojaba bolas de 7 pies de diámetro. El ejército consta de 6.000 jenízaros, 8.000 spahis, 20.000 chacales, 4.000 leventes, 3.000 aventureros, 5.000 azapes, 1.200 de la guardia de Rum y otros tantos morabitos.

Toledo envía a Juan de Cardona, yerno y heredero de Berenguer de Requeséns, a espiar los movimientos de esta escuadra con 4 galeras de Sicilia. A Gian Andrea Doria le ordena que embarque en Génova a todos los españoles que estaban en Córcega y los que enviara el gobernador de Milán. A los feudatarios y confederados de España les pide que leven y armen 10.000 infantes, que se ponen al mando de los coroneles Francesco Colonna, marqués de Mortara y Paulo Sforza. El gran maestre fortifica la isla; hace acopio de víveres, municiones y bastimentos; y llama a los caballeros dispersos por las ocho lenguas para que acudan en su defensa. Cuando pasa muestra, encuentra 500 caballeros de hábito, 500 de las galeras, 600 italianos, 200 sicilianos y griegos, 2.000 malteses, 100 soldados de ordenanza de san Telmo y 100 criados. Juan de Cardona lleva en sus galeras a 400 españoles de las compañías de Miranda y Juan de la Cerda, con lo que la suma asciende a 4.900. Se cierra el puerto con la cadena y se recogen todas las mujeres y niños en las fortalezas. Guillermo Capperi es encargado de la seguridad móvil de la isla, con 250 caballos, 600 soldados y 300 caballeros ayudantes.

El 12 de mayo parte Pialí desde Navarino y costeando Calabria llega el 18 a Marsaxlokk, una bahía muy resguardada situada en la costa sudoriental de Malta. Allí se encuentra con Mustafá, que le muestra una patente de Solimán por la que le concede el mando supremo, lo que agravia al primero. Esa misma noche desembarca el ejército y al día siguiente se dirige contra santa Catalina. Es hostigado por la caballería cristiana, que le causa muchas bajas en un sangriento choque antes de tener que retirarse por la considerable inferioridad numérica.

El 14 los otomanos se dirigen a Marsa, recibiendo gran daño desde sus murallas y de una nueva carga de los caballeros que se prolonga seis horas. Mientras tanto, los gastadores otomanos recorren la isla robando ganado, talando los árboles y recogiendo fajina para fabricar un fuerte en Marsaxlokk donde proteger la flota. Mustafá y Pialí no se ponen de acuerdo en qué objetivo tienen que batir primero, lo que agrava la enemistad mutua. Acuerdan que Mustafá ataque la ciudad vieja, el burgo y san Miguel, mientras Pialí con 10.000 hombres combatiese la ciudad madre, y que posteriormente se reúnan para asaltar la capital Sanglea.

Salen del castillo de san Telmo el capitán Juan de la Cerda y la caballería de fray Juan de Guaras, causando muchas bajas a los otomanos. El 25 de mayo los galeotes llegan al campo arrastrando los cañones y luego comienzan a cavar trincheras. El 2 de junio llega Dragut con otras 13 galeras, 2 fustas de corsarios y 1.500 leventes, y pocos días después Hasán Bajá con 28 galeras y 3.000 turcos de Argel. Se dirigen al istmo que separa Sanglea del resto de la isla, plantan la artillería y comienzan a batirla, recibiendo nutrido fuego.

Una noche, los otomanos organizan un asalto aprovechando que la guardia de uno de los revellines de san Telmo se ha quedado dormida. La vanguardia consigue entrar por una tronera, mientras el resto se lanza al foso e intenta trepar por las escalas, pero son rechazados por el bailío de Negroponte y el comendador Sagra. Acuden muchos caballeros y arremeten reciamente contra los asaltantes, que tienen que retirarse al revellín. Mueren en la refriega frey Pérez Barragán y 400 otomanos.

Al conocerse en España la noticia del asedio, muchos nobles deciden alistarse voluntariamente, entre ellos, el joven Juan de Austria, a quien su hermanastro el rey le prohíbe participar. En Barcelona se embarcan Bernardino de Cárdenas, Luis Carrillo, Jerónimo Padilla, Gabriel Manrique, Bernardino de Mendoza, Diego de Guzmán, Lorenzo Manuel, Francisco Zapata de Cárdenas, Pedro Luján, Gabriel Niño y Juan Bautista de Tassis entre otros. Álvaro de Bazán transporta 1.000 bisoños a Orán y otros 1.500 a Sicilia. Luego se reúne en Barcelona con Sancho de Leiva y Gil de Andrade, formando una flota de 35 galeras. El 6 de julio llega a Génova, donde recoge a los 1.500 infantes del tercio de Lombardía con su maestre de campo Sancho de la Cerda[1].

En Malta, las salidas de la caballería causa grandes bajas a los otomanos, por lo que Mustafá prepara le una emboscada con 6.000 tiradores. Cuando salen los caballeros se ven rodeados pero, lejos de amilanarse, su capitán Mombreton ordena formar un escuadrón y cargar derecho contra el grueso enemigo. Mueren 30 caballeros, pero el resto consigue regresar a la ciudad.

Los turcos emplazan artillería en el revellín capturado desde donde baten el castillo de san Telmo. Juan de la Cerda intenta convencer al maestre de que conviene desampararlo por estar mal protegido, pero Valette le convence de que los españoles se mantengan firmes a la espera de refuerzos. Entretanto, le envía al capitán Miranda con 100 soldados para relevar al caballero Eguara que ha sido herido, pero este se niega a abandonar el castillo.

El 11 de junio los otomanos consiguen terraplenar el baluarte que da a Marsa y lanzan un asalto. Miranda y sus hombres lo defienden con gallardía, matando 1.500 atacantes a costa de 50 bajas, incluido el maestre de campo general Curtocoli. Juan de la Cerda resulta herido. Valette envía otros 50 soldados a reemplazarlos. El 16 de junio un nuevo asalto se cobra otras 1.500 vidas otomanas, sin que ello haga desistir a Mustafá. Dragut refuerza la batería del espolón y cierra con una trinchera el acceso a san Telmo, para prevenir socorros.

Cornison arriba con sus galeras a Gozo, pero un reconocimiento le hace desistir de aproximarse a Malta, por lo que regresa a Siracusa. El genovés Salvago solicita a Toledo que envíe 1.000 españoles además de las tropas concentradas ya en Siracusa, a fin de que los asediados puedan resistir hasta la llegada de la armada. Toledo cede y envía a Juan de Cardona y al maestre de campo Melchor de Robles con 400 españoles, 40 caballeros de la religión y algunos aventureros ilustres, como Diego de Mendoza, Francisco de Vargas Manrique y Vasco de Acuña.

Las galeras otomanas que guardan la isla apresan una nave siciliana y por sus marinos conocen que en la isla están aprestadas ya 40 galeras de socorro. Mustafá ordena lanzar un asalto desesperado contra san Telmo antes de su llegada. Las baterías de Sanglea y Birgu les causan muchos muertos y, aunque 50 consiguen trepar a las murallas, son arrojados de ellas por los defensores. Tras seis horas de lucha y 800 bajas, los turcos desisten. El capitán Miranda vuelve a cubrirse de gloria y, llegada la noche, el maestre le envía otros 150 soldados como refuerzo. Cuando Dragut está reconociendo la forma de impedirlo, un obús cae muy cerca y muere al golpearle la cabeza una piedra.

El 22 de junio las baterías han arruinado completamente las murallas de san Telmo, por lo que Mustafá ordena el tercer asalto general. Mueren 2.000 turcos y 50 defensores, incluidos el bailío de Negroponte, el comendador Montserrat y el capitán Maso. Los supervivientes avisan a Valette de que están ya en el último trance, sin fuerzas suficientes para sostener otro asalto. Este les envía 5 barcos cargados de gente y municiones. Pero encuentran cerrado el paso y, tras tres intentos infructuosos, tienen que desistir. Los defensores encomiendan su alma a Dios y se disponen a morir. El 24 de junio los otomanos toman el castillo, matan a todos sus defensores, clavan las cabezas de sus cuatro capitanes en otras tantas picas, y arrojan sus cuerpos en tablas para que la marea los lleve a Sanglea.

Mustafá reflexiona: " ¿si el hijo ha costado un mes y 4.500 de vidas, cuánto costará la madre?". Pese a ello, ofrece al gran maestre una rendición honrosa, que este rechaza tan enfurecido, que poco falta para que mate al mensajero. Ese mismo día envía noticia de lo sucedido a García de Toledo y le conmina a enviar el socorro prometido antes de que la pérdida sea total.

Cinco días después Juan de Cardona llega a la vista de Malta con sus 4 galeras y envía a Martínez a reconocerla y encontrar un punto seguro de desembarque. Salvago sale a su encuentro y le pide que no comunique a Cardona la pérdida de san Telmo, para no disuadirle de la empresa. El día de san Pedro desembarcan 1.000 españoles en Petra Nera, a 6 millas de Sanglea. Desde allí son conducidos por un turco renegado y, tras un amplio rodeo, llegan a la costa, donde se embarcan en unos esquifes y consiguen entrar en el burgo.

Los otomanos ciñen san Miguel con tres cuarteles y numerosas trincheras pero con sus campamentos abiertos a retaguardia, despreciando a los isleños.

Referencias

Notas

  1. Cabrera confunde aquí a Sancho de Londoño con el capitán de Sicilia.

Bibliografía

  • Cabrera de Córdoba, Luis. Filipe Segundo Rey de España. Aribau. 1619/1876.