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Cambios

Logística de Alfonso XII

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Texto reemplazado: «R.O.» por «RO»
A ello contribuye sin duda un nuevo invento que obliga a la caballería a dejar de cargar, la ametralladora que, combinada con la alambrada, acaba con las guerras ofensivas hasta el desarrollo del carro de combate. Las primeras ametralladoras son las Gatling, inventadas en 1861 y empleadas en la Guerra de Secesión. Los franceses utilizan la De Reffye durante la Guerra Franco Prusiana, pero con escasa efectividad. En 1884 Hiram Maxim inventa la primera arma automática moderna. Con una cadencia de 300 disparos por minuto, aprovecha la fuerza de retroceso para realizar el automatismo. Es el antecedente directo de la Browning, que se empieza a fabricar en 1895. La Hotchkis por su parte emplea los gases de la combustión para conseguir el automatismo.<br />
Por R.O.CROC. de 24 de febrero de 1871 se declaró reglamentario el sistema Remington, que consistía, en síntesis, en que el cierre de la recámara y la percusión del cartucho se hacían por medio de dos bloques giratorios. Introducido manualmente el cartucho en la recámara el bloque más adelantado que llevaba la aguja percutora y arrastraba la varilla expulsora, la cerraba. El bloque posterior, del que formaba parte el martillo percutor, al ser liberado por la cola del disparador, golpeaba en la parte posterior de la aguja y producía el disparo. Para abrir la recámara se giraba el bloque posterior, que así quedaba montado para un nuevo disparo. Al mover el anterior la varilla extraía y expulsaba la vaina. Estas operaciones consumían un cierto tiempo, pero, en todo caso, inferior al de un arma de avancarga y, por supuesto, sin necesidad de soltar el arma de la mano izquierda. Este sistema estuvo en servicio hasta 1885.<br />
La proporción de armas de fuego en las unidades de caballería, que en 1844 apenas llegaba al 33%, alcanza en 1875 el 60 %. Por R.O. RO de 11 de julio de 1883 los [[regimiento]]s de lanceros cuentan con 280 lanzas y 120 tercerolas, con lo que la proporción de armas de fuego en toda la caballería aumenta hasta el 73%.<br />
La lanza reglamentaria al comienzo del reinado de Alfonso XII es la aprobada por R.O. RO de 15 de agosto de 1861, que viene a sustituir, a su vez, al modelo de 1842. En 1874 es ligeramente modificada para que el asta llegue a tener una longitud de 2.780 mm, si bien se contempla la posibilidad de combinar hierros de 1842 con astas de 1874. La banderola tiene 770 mm de largo por 230 mm de alto, con unas farpas de 440 mm. Ostenta ya los colores nacionales pero distribuyendo la altura en tercios iguales.<br />
El Escuadrón de Escolta Real cuenta desde su formación con una espada particular en dos versiones, oficiales y tropa. Su hoja es recta, con 2 filos y 3 mesas desde la bigotera a la punta, y en la cara derecha lleva el escudo de España de tal forma tal que cuando está desenvainada la corona queda hacia arriba. El guardamano tienea aro y 3 gavilanes en forma de cintas paralelas, monterilla corrida de cabeza ovalada y virola, todo de hierro niquelado. A la mitad del aro lleva superpuesto con 2 clavillos, el escudo de las cifras reales AXII coronadas. La vaina tiene 2 abrazaderas y dos anillas.<br />
El 13 de marzo de 1878 se declara reglamentario un nuevo tipo de sable para oficial de caballería.<br />
Por R.O. RO de 8 de noviembre de 1880 se declara reglamentario para la tropa de caballería el nuevo sable modelo 1880, que es una variación del modelo prusiano de 1860. Tiene el lomo redondo, contrafilo corto sin vaceos. Es más pequeño, más ligero y a la vez más resistente. No se varía su centro de gravedad y las pequeñas diferencias con el anterior estriban en la empuñadura de acero, en vez de hierro, el contrafilo recto y la carencia de vaceos. Dadas las grandes existencias del modelo anterior en las unidades y en los parques, se dispone que, hasta que no se fuesen agotando, no se faciliten armas del nuevo modelo.<br />
La R.O. RO de 21 de abril de 1882 declara reglamentaria una nueva lanza de 280 cm, con moharra y regatón copiados de los empleados por los ingleses en la India, pero añadiéndole un tope a 19 cm de la punta. El asta es normalmente de majagua, pero se emplean también las de bambú y otras maderas.<br />
Dos años después se decide que las astas deben ser de majagua, avellano, castaño y fresno por partes iguales y se suspende el estudio de las de bambú hasta que el capitán general de Filipinas pudiese informar sobre las posibilidades de disponer de varales de 270 cm de largo con diámetros de 39 mm en su parte inferior, 30 en la media y 23 en la superior. De inmediato se encargan 520 lanzas con un presupuesto total de 13.000 pesetas de entonces (unos 12.480 €) y se comienzan a armar a los [[regimiento]]s de la Reina y Farnesio.<br />