Felipe I de Habsburgo

Llamado "el Hermoso", nació en Brujas el 22 de julio de 1478. Fue duque de Borgoña, Brabante, Limburgo y Luxemburgo, conde de Flandes, Habsburgo, Henao, Holanda, Zelanda, Tirol y Artois, señor de Amberes y Malinas. En 1506 fue proclamado rey consorte de Castilla y de León por su matrimonio con Juana de Trastámara, hija y heredera de los Reyes Católicos, celebrado el 20 de octubre de 1496. Simultáneamente se celebró el matrimonio de su hermana Margarita de Habsburgo con Juan de Trastámara, príncipe de Asturias, quien fallecería al año siguiente. En 1498 moriría también la princesa Isabel de Trastámara, por lo que la corona de Catilla recayó en Juana.

En la concordia de Salamanca (1505) se acordó el gobierno conjunto de Felipe, Fernando el Católico y la propia Juana. La situación cambió con la llegada del matrimonio a la península pues se manifestaron las malas relaciones entre el yerno (apoyado por la nobleza castellana) y el suegro, de modo que, por la concordia de Villafáfila (1506), Fernando se retiró a Aragón y Felipe fue proclamado rey de Castilla en las Cortes de Valladolid con el nombre de Felipe I.

Murió en Burgos, el 25 de septiembre de 1506, al parecer, por haber ingerido agua muy fría estando sudado por haber jugado a la pelota. Inmediatamente, Fernando el Católico declaró incapacitada a su hija Juana y delegó la regencia de su nieto Carlos I de Habsburgo en el cardenal Cisneros.

Hijo de María de Borgoña y de Maximiliano de Austria, Felipe transmitió los derechos de este a la corona imperial a su hijo Carlos I de Habsburgo.