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==1559==
La paz de Cateau-Cambresis deja Córcega en manos genovesas, pero un líder local, Pedro CorzoCorso, se mantiene en rebeldía y levanta una fortaleza, desde donde se dedica a hostigar a los mercaderes genoveses. El rey ordena su demolición, a lo que responde Corzo Corso saqueando e incendiando Puertoviejo genovesas y degollando a sus habitantes. Pide refuerzos a sus antiguos aliados, el rey de Francia y el duque de Florencia, pero ambos se lo niegan por no romper la paz.
==1564==
Los genoveses recurren a mercenarios lombardos y alemanes, pero los corsos los derrotan en dos batallas y queda Corzo Corso señor de toda la isla. Felipe II ordena a Gabriel de la Cueva que envíe 1.500 españoles del tercio de Lombardía en favor de los genoveses y a García de Toledo que les preste el apoyo naval necesario. Este replica Toledo desembarca en Córcega a las tropas, con las cuales sale Leiva en busca de Corso, pero este se refugia en las montañas. Toledo decide que la estación ya está muy avanzada búsqueda sería larga y compleja por lo que es preferible dedicar la flota encomienda a los genoveses y él ordena reembarcar a Leiva para dirigirse a la toma de Vélez, como estaba previsto.
Finalizada esta campaña, Toledo envía a Córcega a Gian Andrea Doria con 4 banderas de Sicilia, 4 de Lombardía, 6 de bisoños y 1 de Francia con su capitán Gonzalo Bracamonte, nombrado maestre de campo de todas ellas. En Bastia embarca a Stefano Doria, general de Génova, con 400 infantes y deja allí a Lorenzo Suárez de Figueroa, hijo del embajador de Génova con 3.000 italianos de su coronelía. Toledo se dirige a Porto Vecchio y Gian Andrea a Génova, dejando en su lugar al conde Hipolito Malaspina para que desembarque a la gente en Calvi.
Los ciudadanos de Porto Vecchio no quieren hacer guerra a los españoles, por lo que Stefano se dirige a Istria, que se rinde sin lucha. No obstante, ahorca a los cabecillas de la rebelión y envía al resto a galeras. Desde allí se dirige a la Basteriga, patria de CorzoCorso, que incendia. Este llega tarde con 2.000 hombres, y tiene un duro enfrentamiento con los españoles que se prolonga hasta la noche.
Debido al mal tiempo, que llega a hundir dos galeras llenas de soldados españoles, no pueden desplazarse a Calvi por mar, y tienen que hacerlo atravesando toda la isla de sur a norte, por un terreno áspero y yermo. Mientras, los españoles de Bracamonte queman Cortes y Cachi, donde reside el Senado. Allí había derrotado Stefano de Mari a 4.000 corsos con el resto de españoles e italianos.