1603
Orgánica
El ejército de Chile es el primero de Ultramar que merece tal calificativo. Las continuadas guerras contra los araucanos obligan a Felipe III de Habsburgo a promulgar en 1603 una real cédula a petición del gobernador D. Alonso de Rivera, por la que se establece en el territorio un ejército regular sujeto al reglamento de sueldos y a las ordenanzas que regían para el resto de las tropas españolas que actúan en Europa.
Dicho ejército copia la estructura de los tercios, e incluye 15 compañías de infantería a 100 plazas y 7 de caballería a 70 plazas, además de otra denominada del guión, que sirve de guardia al gobernador. Con estas fuerzas se establece una línea defensiva en torno al río Bío-Bío, similar a la línea de presidios que se establecería en el Río Grande del Norte para defender las Provincias Internas de Nueva España frente a los apaches.
Salvo por algunos retoques, y con el consabido deterioro de la disciplina y la eficacia imperante en la segunda mitad de la centuria, el ejército de Chile llega así hasta el siglo XVIII.
