Reclutamiento del siglo XX
Alfonso XIII
La Ley de reclutamiento, promulgada el 29 de junio de 1911 es muy extensa e incluye una disposición de la mayor importancia, íntimamente relacionada con el Barranco del Lobo y la Semana Trágica. Se trata de una auténtica igualdad ante el servicio militar al establecerlo como obligatorio. A partir de entonces tiene carácter de personal y debe ser prestado precisamente por aquellos a quienes corresponda. Establece también la obligatoriedad de ser español para servir en los Ejércitos, a excepción de los voluntarios de las unidades indígenas que sirvan fuera de la Península.
Habla por primera vez de la escala de complemento, aunque la denomina "gratuita". Para ingresar en la misma, los individuos deben aprobar el examen de cabo en el primer periodo de su compromiso, el de sargento en el segundo y el de teniente en el tercero, siempre que hubieran asistido con aprovechamiento a una o varias maniobras.
En 1904 la edad mínima para ser llamada a filas vuelve a subir hasta los 21 años.
El 30 de junio de 1911 se establece definitivamente la obligatoriedad del servicio militar para todos los españoles, con una duración de 18 años repartidos de la siguiente forma:
- Reclutas en caja: plazo variable
- Primera situación de servicio activo: 3 años
- Segunda situación de servicio activo: 5 años
- Reserva: 6 años
- Reserva territorial: resto hasta los 18 años
Como se admiten voluntarios, se producen excedentes de cupo, que deben pasar un periodo de instrucción mínimo. Desaparecen los privilegios de redención en metálico y sustitución, pero en su lugar aparece el llamado soldado de cuota, que representaba una reducción del servicio activo en 6 mese mediante el pago de 1.000 pesetas o de 8 si era de 2.000 pesetas.
La ley de bases de 1918 crea una zona de reclutamiento y reserva en cada provincia, al mando de un coronel de infantería y compuesta por un depósito y un número variable de cajas de recluta. Se diferencian una movilización total del país, de una parcial para completar al Ejército activo.
En 1924 se redujo el tiempo de servicio en filas a 2 años y a 4 en activo fuera de ellas, además de 2 reservas sucesivas de 6 años.
El 6 de febrero de 1925, con motivo de la ofensiva sobre Alhucemas, quedan suprimidas las cuotas, siendo llamados a filas todos los mozos.
En 1930 y por razones económicas, se redujo el tiempo en filas a un año, 5 de servicio activo y 12 en reserva, manteniéndose el soldado de cuota y reapareciendo el cupo de instrucción para los excedentes de cupo.
Referencias
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