Logística de Carlos I

De Caballipedia
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En 1517 Juan Kiefuss, relojero de Núremberg, inventó la llave de rueda para las armas de fuego, en sustitución de la llave de serpentín. Por este nuevo sistema, se inflamaba la pólvora de la cazoleta a causa de las chispas que producía el rozamiento de una rueda de acero contra un pedernal.  La complicación del mecanismo y el desgaste de la piedra no ofrecían mucha seguridad, por lo que se continuó con el arcabuz de mecha. La llave de rueda quedó reservada para la caballería y las armas de lujo. Los coraceros la utilizaron para sus grandes pistolas y los carabineros en sus pretínales. Al contrario de lo que pudiera suponerse, la llave de rueda hizo el tiro aún más lento, con una cadencia inferior a un disparo por minuto. Se pensó entonces en fabricar armas capaces de realizar varios disparos una vez cargadas, apareciendo varios prototipos realmente curiosos. El único destinado a sobrevivir fue el de la pistola de dos cañones, por su ligereza y sencillez.

En 1520, Augusto Kotter, también de Núremberg, observando que el proyectil de un arma con ánima estriada sufría algunas desviaciones en su trayectoria, concibió la idea de hacer las rayas inclinadas, para que el movimiento de rotación lo estabilizase, consiguiendo mayor precisión. Los proyectiles seguían siendo esféricos y el número de rayas variaba en función del fabricante, no superando la vuelta completa a todo lo largo del cañón.

En 1521 se inventó en España el mosquete, al aplicarse un cañón rayado y una llave de serpentín perfeccionada al arcabuz. El cañón se fabricaba con tiras longitudinales de hierro forjado, soldadas sobre un mandril. Alcanzaba 300 pasos, pesaba entre 4 y 8 kg y medía 1,5 m. Era capaz de atravesar las armaduras de los hombres de armas, lo que marcó el principio de su decadencia.

La necesidad de dotar a la caballería de mayor velocidad y agilidad, hizo que los hombres de armas fueran aligerando su armamento, hasta confundirse con los caballos ligeros. Mientras estos últimos vestían ya a la estradiota, los primeros llevaban celada y visera, peto doble, cuxotes para proteger los muslos, grebas y mallas de acero con zapatos de hierro. Iban armados con lanza en ristre sobre cuja, estoque, maza de armas y hacha. Sus caballos estaban cubiertos por elementos de hierro o ante doble, llamados bardas, que protegían las ancas, pecho, cuello y testera.

Los arcabuceros a caballo vestían celada borgoñota, hungarita y botas altas de cuero con espuelas.

Hacia 1550 los caballos ligeros comenzaron a utilizar pistolas de arzón en lugar de mazas y espadas.

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