Cambios

Durante este periodo, los españoles de la época prefieren viajar por tierra firme desde Cartagena hasta Lima, para evitar circunvalar el continente. Ni qué decir tiene que a sus enemigos la travesía les parece aún más peligrosa, máxime cuando en caso de tener que desembarcar por alguna emergencia, se encuentran en territorio hostil. Tampoco los indios del interior suponen ningún peligro, una vez aplastada la revuelta araucana de 1723. Por todo ello, no se ve la necesidad de crear un ejército permanente de cierta entidad, no superando las fuerzas de dotación los 1.700 hombres incluyendo a Chile. La seguridad del virreinato reside, por tanto, en las milicias rurales y urbanas no disciplinadas.<br />

La única unidad permanente de caballería que presta sus servicios en el virreinato es la compañía de la guardia del virrey. Entre las milicias se encuentran 9 compañías de caballería de blancos, además de una cantidad indeterminada de unidades de mulatos, negros e indios, de dudosa efectividad.<br />

Durante la guerra contra Inglaterra de 1740, el almirante inglés Anson se aventura a doblar el cabo de Hornos, pero las tropas llegan en un estado lamentable debido al cansancio, las enfermedades y los temporales, por lo que deciden no desembarcar. Sin embargo, ante la amenaza de guerra, el virrey, marqués de Villagarcía, decide levantar un ejército que incluye 2 [[regimiento]]s de caballería, uno a 7 compañías y 300 hombres y el otro con 6 compañías y 270 plazas. Dos años después, una vez pasada la amenaza, ordena el rey que se suspendan los gastos que está ocasionando esa leva y que la guarnición de El Callao vuelva a su antiguo pie, es decir, un batallón de infantería de 500 hombres.<br /><br />

Por un estado de fuerza de 1756 conocemos la plantilla de la compañía de la guardia del virrey:<br />

En el mismo estado aparece por primera vez una compañía que debía ser bastante más antigua, pues prefería a la otra. También presta servicio junto al virrey, pero solo forma cuando este sale a pasear por Lima. Se trata de la Compañía de Gentiles-hombres de Lanzas y Arcabuces. Por el nombre podemos adivinar que es un vestigio del Ejército de los Habsburgo. Su plantilla es la siguiente:<br />

En la relación de gobierno del conde de Superunda para la ciudad de Lima de 1756, aparecen las siguientes fuerzas de caballería miliciana, mandadas por un teniente general y un comisario:<br />

En 1793 hay una nueva depuración de milicias ineficaces a propuesta del virrey Campo Alange, quedando en pie a finales de siglo las siguientes unidades disciplinadas:<br />

Las milicias urbanas de caballería que continúan existiendo en esa época son las siguientes:<br />

Finalmente, las unidades de dragones de las milicias urbanas son:<br />

El reparto por intendencias de las fuerzas del virreinato, cuando O&rsquo;Higgins se hace cargo del mismo en diciembre de 1795, es el siguiente:<br />