Conquista de Navarra

1512

En 1512, Fernando V de Trastámara organizó un nuevo Ejército Metropolitano que puso bajo el mando del II duque de Alba para emprender la conquista de Navarra. Estaba compuesto por las Guardas de Castilla (2.500 lanzas), 12.000 infantes y 20 piezas de artillería. Una vez anexionado el reino a Castilla, este segundo ejército se desmovilizó con la excepción de las guarniciones de determinadas plazas fuertes como Pamplona y Fuenterrabía.

1516

Cuando se produjo el primer contraataque navarro en 1516, el virrey Cristóbal de Villalba reclutó un nuevo contingente de 800 caballeros y 2.500 infantes para su defensa.

1521

En mayo de 1521 Francisco I envía un nuevo ejército al mando de Enrique de Albret y de Andrés de Foix a recuperar Navarra. Componen su campo 12.000 infantes y 800 hombres de armas, con los que toman San Juan de Pie de Puerto. De allí atraviesan Roncesvalles y toman Pamplona, que se rinde con la única resistencia de su fortaleza, aún inacabada, defendida por Francisco de Herrera. También se rindió Estella porque el duque de Nájera no intentó defenderla. Los franceses sitiaron entonces Logroño, defendida por Pedro Vélez de Guevara.

Acabada la rebelión de las Comunidades y proclamado un perdón general, las ciudades castellanas se avinieron a aportar tropas. Se reunieron 12.000 infantes y 2.000 caballos, a la vista de los cuales los franceses se retiraron de Logroño. Surgió entonces disputa entre el duque de Nájera, virrey de Navarra, y el conde Haro, condestable de Castilla sobre quién debía dirigir la recuperación del reino, imponiéndose el criterio del primero. En ese momento llega un refuerzo de 7.000 soldados vascos y de otros 1.500 infantes y 400 lanzas del duque de Béjar.

Los franceses se retiran a Pamplona y Nájera asienta su campo en Puente la Reina, desde donde emprende una maniobra envolvente hasta Eguíluz, donde se da la batalla el 30 de junio. La artillería francesa, emplazada en unas lomas, causó gran daño en los escuadrones españoles, uno de los cuales fue deshecho por la Gendarmerie. El condestable de Castilla contraatacó con las Guardas y deshizo las filas francesas. La infantería española avanzó a pesar del fuego, deshizo un escuadrón de mil gascones y tomó la artillería. En ese momento, un caballero malagueño, Miguel de Perea, penetró en las filas francesas y capturó el estandarte real. Los franceses se dieron a la fuga, perdiendo seis mil hombres y toda su artillería, que había causado 300 bajas a los españoles. La retirada aún fue más penosa, porque los navarros les asaltaron por el camino y murieron muchos degollados.

San Juan de Pie de Puerto resistió un mes, al haberla fortificado un tal Juanicote, obligando al condestable de Navarra y al capitán Diego de Vera a cercarla con 4.000 soldados. Una vez reconquistado todo el territorio navarro, Carlos nombró como nuevo virrey a Francisco de Zúñiga, conde de Miranda.

1525

Firmada la paz con Francia, el emperador decide renunciar a la Navarra tramontana (Ultrapuertos), debido a su difícil defensa.

Referencias

Bibliografía

• Sandoval, Prudencio. Historia de la vida y hechos del emperador Carlos V. Geronymo Verdussen. 1614/1681.