Campaña de Champaña

1543

La alegría imperial por la victoria en Güeldres fue breve, pues inmediatamente llegaron noticias de que Barbarroja había tomado Niza; Solimán, Estrigonia y el duque de Orleáns, Artois y Luxemburgo. Aquí vino el rey Francisco a celebrar la victoria, tras lo cual tomó Thionville y se retiró a Francia antes de que llegase el emperador. Su ejército constaba de 6.000 gascones, 12.000 suizos, 7.000 renegados de Güeldres, 2.000 italianos, 24.000 franceses y 10.000 caballos.

Este cruzó la frontera y se reunió en Landresi con el ejército del duque de Ariscot: 3.000 españoles de Guzmán, 6.000 ingleses, 4.000 alemanes bajos, 2.000 borgoñones y 1.500 lanzas. El 10 de octubre la vanguardia francesa consigue capturar a Francisco de Asti, general de la caballería ligera imperial. Los dos ejércitos despliegan en los alrededores de Guise, sin que Hernando de Gonzaga se decida a dar batalla, a la espera de que llegasen el emperador y el duque de Sajonia, que venían retrasados. El campo imperial suma 9.000 caballos, 6.000 españoles, 7.000 ingleses, 1.000 italianos y 23.000 alemanes.

El 3 de noviembre despliegan los dos ejércitos frente a frente en un páramo de Cambrai llamado Landresi. Los jinetes franceses realizan una primera escaramuza en la que muere Jerónimo Pacheco. El contraataque de la caballería imperial los pone en fuga, pero la infantería gala no llega a moverse por la indecisión del rey Francisco. La española se impacienta, pero Hernando de Gonzaga la contiene.

Al día siguiente los imperiales comienzan a fabricar unos puentes para pasar el río que flanquea el campo francés a fin de rodearle y obligarle a dar la batalla, pero este comienza su retirada quemando el pastizal para que el humo lo encubra. Carlos ordena la persecución, ignorando a los bagajes y enfermos que los franceses han abandonado. Francisco ordena al delfín que prepare una emboscada para retrasarlos y, finalmente, consigue poner distancia entre sus perseguidores.

Los cronistas franceses dan la jornada por victoriosa al haber evitado el saco de Landresi pero los imperiales acusan a Francisco de cobardía. El emperador quiere entrar en Francia y perseguir al rey hasta París, pero lo avanzado de la estación lo desaconseja, por lo que inverna en Cambrai, cuya guarnición refuerza y donde ordena construir un castillo, que mantendría la plaza en manos imperiales hasta 1580. Capturada gracias a la traición de unos burgueses, sería recuperada por el conde de Fuentes en 1595.

1544

A finales de enero el emperador envía a Gonzaga como embajador a Inglaterra, obteniendo del rey la promesa de participar en la siguiente campaña a cuenta de los 100.000 ducados que el rey Francisco había dejado de pagarle durante ocho años por el ducado de Normandía. Álvaro de Sande marcha con sus 2.500 españoles a invernar en Luxemburgo, para impedir que lleguen refuerzos a la plaza. A continuación, parte hacia Spira, donde ha convocado la dieta. Tras varios meses de debate, a primeros de abril consigue 24.000 infantes y 4.000 caballos pagados durante 6 meses para su campaña en Picardía y, acabada esta, los empleara contra el turco.

A mediados de mayo Gonzaga parte hacia Luxemburgo con su caballería, y allí levanta un nuevo campo de 20.000 alemanes con los que pone sitio a Luxemburgo. Sus 1.500 defensores tenían graves carencias gracias a la labor de Sande, por lo que pactan que si el 6 de junio no hubiesen recibido socorro, entregarían la plaza sin lucha. Llegada esta fecha se procede a la entrega, la guarnición se repliega a Francia con sus armas pero deja en la plaza 80 piezas de artillería y mucha munición.

Tras dejar una fuerte guarnición en Luxemburgo, el 15 de junio Gonzaga marcha sobre Commercy cuya guarnición italiana no se rinde hasta que no se le planta batería, por lo que la plaza es saqueada. Al día siguiente el emperador parte de Metz (Lorena) hacia Champaña con un campo de 3.000 caballos, 11.000 españoles, 40.000 alemanes altos y 15.000 daneses. Simultáneamente, Enrique VIII desembarca en Calais con 25.000 infantes, 5.000 caballos y el duque de Alburquerque como consejero.

Francisco envía al duque de Nevers a Champaña con 500 caballos, 6.000 alemanes, 6.000 grisones y 10.000 suizos, además de otros 12.000 italianos que le llegaron desde el Piamonte. Al delfín lo envía a hacer frente al rey de Inglaterra.

En julio la vanguardia imperial llega a Saint-Dizier, defendida por el mismo Monsieur Landi que se había destacado en la defensa de Landresi. Aquí muere Renato de Châlons, príncipe de Orange, quien deja sus bienes a su tío Guillermo de Nassau. Los españoles reclaman encabezar el asalto, para lo que envían en descubierta a Juan Quirós, alférez de Luis Bravo de Lagunas del tercio de Sande. Este se lanza presto al ataque, pero es rechazado, fracasando también otro posterior de los alemanes. Enojado el emperador por estas pérdidas, ordena plantar la batería lo que empuja a los defensores a pactar la entrega si en un plazo de doce días no reciben refuerzos. Estos avanzan al mando de Brissac, pero Carlos envía al duque Mauricio con la caballería a desbaratarlo.

Desde allí, el campo imperial se dirige hacia París, tomando y saqueando cuantas fortalezas se encuentran. Viéndose incapaz de detenerle, Francisco envía a Châlons al almirante Claude d'Annebault para pactar la paz con Gonzaga. Les sirve de escolta Sande con 1.000 arcabuceros. Como en un primer momento no se conciertan, el emperador ordena avanzar a su ejército hasta casi topar con el francés. Las vanguardias escaramucean y se apresan algunos capitanes, entre ellos a Guillermo de Fürstenberg, quien antes había servido a Francisco durante 8 años y se pasó al bando imperial cuando le acusaron de haberse quedado con la paga de sus soldados.

Finalmente, Francisco se aviene a firmar la paz el 17 de septiembre para evitar que los imperiales sigan aproximándose a París, que ya estaban a 17 leguas, pues estos saqueaban la tierra en su provecho y los franceses la quemaban para evitarlo. El emperador regresa a Flandes, escoltado por el duque de Orleáns y el almirante. Se lleva consigo a la mayor parte de los alemanes para evitar que sigan saqueando a pesar de las órdenes en contra. Los dos monarcas se comprometen a no volver a hacerse la guerra y a devolverse todas las plazas capturadas. El emperador renuncia al ducado de Borgoña y Francisco al de Milán. Se concierta la boda de la infanta María y el duque de Orleáns, que nunca se llevaría a cabo porque este murió de peste ocho meses después.

Enrique VIII no acepta la tregua y continúa haciendo la guerra por su cuenta, pero cuando tiene noticia de que Francisco viene en su busca, una vez libre del cerco imperial, ordena la retirada hacia Calais conservando la plaza de Boulogne-sur-Mer que había ganado el duque de Alburquerque.

Una vez en Bruselas, Carlos decide desmovilizar su ejército, embarcando a los españoles hacia la península. Solo queda en pie el tercio de Sande, que envía a Hungría. No obstante, algunos españoles pasaron como mercenarios al ejército inglés.

Mientras esto ocurría en Champaña, una flota de 30 naves francesas con 4.000 infantes a bordo había saqueado Finisterra. El 4 de julio Álvaro de Bazán aprestó los 24 barcos que acababan de llevar a Flandes los 3.000 hombres de Pedro de Guzmán. Embarcó otros 1.000 infantes del maestre García de Paredes y 500 arcabuceros adicionales de Pedro de Urbina aportados por el capitán general de Guipúzcoa Sancho de Leiva.

Intercepta a la francesa el día de Santiago, cuando estaba extorsionando a los lugareños de Muro para evitar el saqueo. La capitana de Bazán embistió a la de Monsieur Sana, que echó a pique. Tras dos horas de combate, todos los franceses fueron muertos a costa de 300 españoles. Asistió a esta batalla como lugarteniente el hijo homónimo de Bazán, que luego sería marqués de Santa Cruz.

Referencias

Bibliografía

• García Cereceda, Martín: Tratado de las campañas y otros acontecimientos del emperador Carlos V. Sociedad de Bibliófilos Españoles. 1546/1873.
• Sandoval, Prudencio: Historia de la vida y hechos del emperador Carlos V. Geronymo Verdussen. 1614/1681.